Institucional
Septiembre 23, 2024
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La Universidad y la Inteligencia Artificial: una conversación oportuna

Karem Priscila Díaz Díaz, coordinadora de Comunicación Institucional 

La Inteligencia Artificial (IA) está presente entre los seres humanos desde la década del 50 cuando se comenzó a desarrollar sus conceptos fundamentales. Sin embargo, fue hasta 70 años después, en el 2020, cuando se hizo asequible a todas las personas, y en 2023 cuando tuvo una gran incidencia en el trabajo, la vida diaria y en la educación.  

Hoy en día hay tantas inteligencias artificiales como marcas de carros con sus respectivos modelos y usos específicos. Están, por ejemplo, los asistentes virtuales como Siri (Apple), Google Assistant (Google), Alexa (Amazon), Cortana (Microsoft). Los modelos de lenguaje como GPT-4 (OpenAI), Claude (Anthropic), LLaMA (Meta), Mistral (Mistral AI), Copilot (GitHub). La IA para imagen y video como DALL-E (OpenAI), Midjourney (Midjourney), Stable Diffusion (Stability AI) y Runway (Runway ML). IA en análisis de datos como IBM Watson (IBM) y Tableau (Salesforce). También está la IA para juegos con varias funciones que mejoran la experiencia del jugador y la complejidad del juego; en este grupo se encuentran AlphaGo (DeepMind) y OpenAI Five (OpenAI). Y así se pueden seguir nombrando inteligencias artificiales para automatización, para música y audio, para salud, deportes, finanzas, etc. Tantas que al preguntarle a ChatGPT cuántas IA hay hoy, responde: “La cantidad de IA generativas ha crecido significativamente en los últimos años. Aunque no hay un número exacto debido a la rápida evolución de la tecnología (…) hay muchas otras IAs generativas en desarrollo. La tecnología avanza rápidamente, por lo que siempre aparecen nuevas herramientas y modelos”.

Marisol Cano, en la Jornada de Reflexión 2024.

Ante esta cascada de programas desarrollados para mejorar procesos, hacerlos más eficientes, disminuir la presencia de errores y ayudar al ser humano en sus labores para que pueda emplear su tiempo en otras actividades que le sean de más agrado, estudiantes, profesores y directivos de la Pontificia Universidad Javeriana dedicaron la XVI Jornada de Reflexión Universitaria para hablar sobre “La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) en la Universidad: Perspectivas y voces”.

Esta jornada se llevó a cabo del 28 al 30 de agosto en el hotel Kualamaná del Centro Vacacional de Cafam en Melgar (Tolima), como ha sido tradición en la Universidad desde el año 2008 cuando iniciaron. Allí se reunieron 150 javerianos de la sede central en Bogotá y la seccional en Cali para conversar sobre ¿cómo se considera que la IAG está desafiando, enriqueciendo o limitando los procesos formativos? ¿Qué buenas prácticas y qué prácticas emergentes se desarrollan y observan en la Universidad con el uso de la IAG? ¿De qué manera la IAG está retando la labor del profesor? ¿Cómo se pueden abordar los riesgos éticos que implica el uso de la IAG? ¿Qué debemos hacer como Universidad frente a los desafíos y las transformaciones que la IAG tiene en las disciplinas, los campos de conocimiento, las profesiones y el mundo del trabajo?

Las jornadas de Reflexión Universitaria “se han concebido con el propósito de enriquecer el pensamiento institucional y brindar elementos fundamentales para el desarrollo de su actividad universitaria (…) son encuentros de saberes y de prácticas, son detonantes de diálogos colaborativos, impulsan el pensamiento reflexivo, crítico y propositivo; estas jornadas son ricas en ideas y perspectivas, nos muestran enfoques que no habíamos considerado”, expresó Marisol Cano Busquets, asesora del Rector, en la instalación del encuentro. Con este sentimiento y con el objetivo de explorar la manera como la inteligencia artificial generativa enriquece, limita y desafía el proyecto educativo javeriano, y de aportar a la comprensión colectiva de un tema relevante y complejo mediante el diálogo, se hicieron las siguientes reflexiones:

Una herramienta que va más allá

Como todo aquello que es desconocido para la humanidad, mientras se entiende su alcance y se aprende a usar, produce curiosidad y a la vez desconfianza. Por ello, estudiantes, profesores y directivos estuvieron de acuerdo en asociar la IAG con palabras como “entusiasmo” y “cautela”, pues son múltiples sus cualidades, la ayuda que proporciona y la diversidad de usos que se le puede dar. Pero a la vez se desconoce su alcance con las actualizaciones diarias que tiene, con la cantidad de información que recopila y con el aprendizaje que adquiere del ser humano hasta el punto llegar a demostrar que puede tener una conversación como si fuera de carne y hueso.  

Grupos de conversación durante la Jornada de Reflexión Universitaria.

Sin embargo, no deja de ser una herramienta al servicio de las personas. Una herramienta que se está empezando a conocer, comprender y manejar. En el ámbito de la educación, “esta herramienta nos presenta desafíos éticos y técnicos, como la necesidad de una formación adecuada de los entes que componen esta comunidad universitaria. Queremos que nuestros estudiantes puedan elaborar un criterio sobre la herramienta, y que sean críticos y autocríticos en cuanto a las prácticas que ellos despliegan al usar la IAG”, se comentó en el grupo dedicado a reflexionar sobre los desafíos y oportunidades de la IAG en los procesos formativos. 

 

La clave está en el pensamiento crítico 
A lo largo de la historia de la humanidad y de su desarrollo mental, las herramientas han sido aquellos objetos elaborados por el hombre para avanzar en la consecución de sus objetivos, desde afilar una piedra para cortar sus alimentos hasta crear los sistemas de modelo de lenguaje para soltar tareas operativas o predictivas. Frente a esto, uno de los temas más importantes para los participantes de la XVI Jornada de Reflexión Universitaria de la Javeriana fue resaltar que la clave de la educación que reciben los estudiantes está en el desarrollo de su pensamiento crítico.

“El uso de la IAG debe generar procesos de apropiación disciplinar. Esto implica un proceso que se enmarque en el fomento del pensamiento crítico, la curiosidad, la creatividad, la compasión, el cuidado y la coherencia entre nuestras apuestas políticas y nuestro actuar; esto solo se dará en el encuentro, en la conversación que desde cada una de nuestras disciplinas tengamos alrededor de la IAG”, comentó el grupo de Claudia Salamanca, decana de la Facultad de Artes. 
 

Por su parte, el grupo enfocado en revisar los riesgos éticos del uso de las IAG en la Universidad, liderado por Juana Marín, decana de la Facultad de Ciencias Sociales, expresó que “la educación debe adaptarse para proporcionar un marco claro que aborde el uso cada vez más común en la creación de contenido académico, reconociendo la coautoría entre humanos y máquinas, y asegurando que el uso de la IA no diluya el papel fundamental del pensamiento crítico, la creatividad humana, los valores en los que creemos como Universidad y el rol del profesor como acompañante en el uso de la IA”.

En este sentido, “la esencia del aprendizaje debe centrarse en cultivar el sentido crítico y la autonomía, pilares del ejercicio pedagógico. La Universidad tiene la responsabilidad de fomentar un ambiente donde el conocimiento no solo se consuma, sino que se cuestione, se analice y se reinterprete. El rol del profesor debe transformarse: de ser la fuente principal de conocimiento a ser un guía que acompañe a los estudiantes en su proceso de aprendizaje crítico y reflexivo. Este cambio no implica una pérdida de autoridad, sino una redefinición del papel del docente en un mundo donde la IAG está cada vez más presente”, expresó el grupo de conversación liderado por Juan Ramos, decano de la Facultad de Comunicación y Lenguaje. 


Inclusión vs desigualdad

Así mismo, se analizó sobre cómo es necesario tener presente el uso de inteligencias artificiales en pro de fomentar una educación más inclusiva, que cierre las brechas de la desigualdad que reinan hoy en día en la sociedad. La IA “abarca cuestiones críticas como el acceso desigual a la tecnología, las relaciones intergeneracionales y el reconocimiento de la diversidad en las aulas. La IAG puede, por un lado, facilitar los procesos de aprendizaje y ampliar el acceso a recursos educativos; sin embargo, también tiene el potencial de reforzar desigualdades preexistentes”, fue uno de los comentarios del grupo de conversación liderado por Alba Lucy Guerrero, decana de la Facultad de Educación.

En concordancia con lo anterior, la conversación del grupo de Juana Marín afirmó que “reconocemos que la IA tiene el potencial de democratizar el acceso al conocimiento, y reconocemos que también existe el riesgo de que exacerbe las desigualdades existentes. No todos los estudiantes tienen el mismo acceso a la tecnología, y aquellos que carecen de los recursos necesarios podrían quedar rezagados. Para evitar que la brecha digital se amplíe, es necesario desarrollar estrategias que garanticen que todos los estudiantes, independientemente de su situación socioeconómica, tengan acceso a las herramientas de IA y puedan beneficiarse de ellas de manera equitativa”. 
 


La presencia de la IA en la Javeriana 
 

Por supuesto la Jornada incluyó un espacio para socializar cómo se ha incluido el uso de la Inteligencia Artificial en la enseñanza de varias disciplinas profesionales. Los más adelantados en su implementación han sido los profesionales de la salud. En la Facultad de Medicina se realizó una sesión formativa en IA a más de 900 personas, al tiempo que profesores entusiastas han compartido sus conocimientos y habilidades a sus colegas de manera horizontal. La aplicación para capturas de datos a partir de grabaciones que permiten pronosticar el desarrollo de enfermedades neuronales ha sido otra de las aplicaciones médicas que ha revelado su potencial.

Asistentes a la Jornada de Reflexión Universitaria 2024


La Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas ha programado un curso sobre el uso de las IAG, al cual se inscribieron 90 profesores de manera voluntaria. La Facultad de Ciencias utiliza estas herramientas para la simulación de procesos experimentales costosos que requieren mucha inversión en materiales. Mientras que en Ciencias Jurídicas la aplicación para el análisis e identificaciones de líneas jurisprudenciales de sentencias de las altas cortes ha permitido reducir el tiempo que profesores y estudiantes dedicaban a este gran volumen de información. Finalmente, en los Estudios Visuales y Musicales el apoyo a la edición de imágenes y de sonidos se ha convertido en herramientas de aprendizaje y exploración, transformando la clase en un laboratorio dinámico.

Con base en estas prácticas y experiencias, el grupo encargado de abordar este tema propuso que el Centro de Aprendizaje, Enseñanza y Evaluación (CAE+E), asuma el reto de recoger y configurar un repositorio de buenas prácticas de la IAG en la Javeriana; la creación de un Observatorio JaverIAno de IAG, que garantice una trazabilidad de las prácticas y sus oportunidades; y abrir comunidades de prácticas que potencien el pensamiento crítico entre disciplinas y pares para facilitar el acercamiento responsable a estas herramientas.

De esta forma, la Pontificia Universidad Javeriana, fiel a su forma de proceder, en la que privilegia la conversación para enriquecer las opiniones, conocimientos y puntos de vista, trató uno de los temas que, se puede decir, marcará un punto de giro en la humanidad y en la educación. 

“La integración de la IAG en la educación universitaria representa una oportunidad única para redefinir el rol de la universidad en el siglo XXI. La Javeriana, con su tradición en la formación crítica y humanística, está llamada a liderar este proceso, asegurando que la tecnología sea un medio para el desarrollo humano, y no un fin en sí mismo. El desafío es grande, pero la Universidad cuenta con la experiencia y el compromiso para enfrentarlo. La clave estará en mantener siempre el foco en la misión educativa: formar personas críticas, reflexivas y éticamente responsables, capaces de utilizar la tecnología para construir un futuro más justo y equitativo”, concluyó el grupo liderado por el decano de Comunicación y Lenguaje.