La inminente transformación: retos y oportunidades de la IA Generativa en la educación

Andrés Rosas Wulfers, vicerrector de Extensión y Relaciones Interinstitucionales

Imaginemos dos futuros posibles en la educación. En un mundo utópico, la Inteligencia Artificial (IA) generativa ha democratizado el acceso a la educación, ha personalizado el aprendizaje para cada estudiante y ha eliminado barreras socioeconómicas y culturales. Todos los estudiantes tienen acceso a recursos educativos de alta calidad, adaptados a sus necesidades individuales, y los profesores pueden centrarse en inspirar y guiar a sus alumnos, liberados de tareas administrativas. En contraste, en un mundo distópico, la dependencia excesiva de la IA ha llevado a una homogeneización del aprendizaje. Los estudiantes son moldeados por algoritmos que perpetúan sesgos y limitan la creatividad. La brecha entre aquellos con acceso a tecnologías avanzadas y los que no tienen acceso se ha ampliado y la privacidad de los datos se ha convertido en un problema crítico.

Actualmente, nuestra realidad se sitúa entre estos dos mundos nacientes. Algunas instituciones educativas, como el sistema de escuelas públicas de la ciudad de Nueva York, inicialmente reaccionaron prohibiendo el uso de la IA generativa por preocupaciones sobre la ética y el impacto en el aprendizaje. Sin embargo, muchas de estas prohibiciones se han levantado a medida que las instituciones comienzan a reconocer y aprovechar el potencial de esta tecnología. Universidades como Stanford y el MIT han implementado asistentes de enseñanza basados en IA y plataformas de aprendizaje personalizadas para transformar la educación. La rápida integración de la IA generativa en el sector educativo marca un cambio profundo que afecta significativamente cómo se imparte y se recibe la educación. Esta tecnología, que ya ha revolucionado industrias como la salud, las finanzas y el entretenimiento, tiene el potencial de no solo mejorar los métodos de enseñanza tradicionales, sino también de redefinir el panorama educativo.

No obstante, no debemos ser ingenuos. Es crucial reconocer los grandes desafíos y riesgos que la IA generativa presenta. Los modelos actuales no siempre reflejan adecuadamente la diversidad cultural de los estudiantes, lo que puede afectar la equidad en el entorno educativo. Además, estas tecnologías no están optimizadas para el proceso de aprendizaje, ya que tienden a proporcionar respuestas rápidas sin garantizar que sean pedagógicamente adecuadas o que fomenten la curiosidad. También existe el riesgo de que la IA genere respuestas incorrectas, pero presentadas de manera convincente, lo que podría llevar a errores en el aprendizaje. La inequidad en el acceso a los recursos necesarios para aprovechar la IA generativa, como el apoyo humano capacitado y la infraestructura tecnológica adecuada, puede profundizar las brechas existentes. Además, los problemas de seguridad y privacidad de los datos se agravan con el uso creciente de estas tecnologías.

Ahora bien, un ejemplo claro de cómo se puede aprovechar el potencial de la IA generativa, mientras se minimizan estos riesgos, lo ofrece Khan Academy con su herramienta Khanmigo. Este tutor personal basado en IA proporciona apoyo tanto a estudiantes como a maestros. Diseñado con un enfoque en la seguridad y el aprendizaje, Khanmigo guía a los estudiantes para que encuentren las respuestas por sí mismos en lugar de simplemente proporcionárselas. Khan Academy trabaja en estrecha colaboración con educadores y padres para garantizar un entorno de aprendizaje supervisado y seguro, lo que demuestra cómo se puede integrar la IA de manera responsable en la educación.

Siguiendo este ejemplo, la Universidad Javeriana puede aprender de ello y aplicarlo a sus propios programas. Por ejemplo, TuTutor, una iniciativa del Laboratorio de Economía de la Educación de la Javeriana, busca mejorar el acceso a una educación de calidad para niños que enfrentan desigualdades educativas. Integrar IA generativa en este programa, permitiría a los algoritmos de aprendizaje personalizado adaptar las sesiones de tutoría a las necesidades únicas de cada niño. La IA evaluaría el rendimiento de los estudiantes en tiempo real, ajustaría el contenido de la tutoría y desarrollaría materiales educativos atractivos, como simulaciones y cuestionarios adaptativos. Este enfoque haría que el aprendizaje fuera más interactivo e interesante. De esta manera, la integración de la IA en iniciativas similares mostraría cómo la tecnología puede mejorar la educación significativamente.

Aún no es claro el verdadero impacto que la IA va a tener en la educación, pero la Universidad Javeriana tiene la oportunidad de liderar este cambio. Al integrar la IA generativa, podemos transformar la manera en que apoyamos a nuestros estudiantes y fortalecer nuestro compromiso con el acompañamiento personalizado, que es un rasgo característico de nuestra institución.

Esta tecnología nos permitirá no solo mejorar la calidad educativa, sino también garantizar que cada estudiante reciba la atención y el apoyo que necesita para avanzar. Con un enfoque ético y responsable, la Universidad Javeriana puede ser pionera en esta nueva era de la educación, al emplear la IA para crear un entorno de aprendizaje más equitativo y efectivo. Esta es una nueva oportunidad para continuar con nuestro esfuerzo por lograr una diferencia real y duradera en la vida de nuestros estudiantes, preparándolos para enfrentar los desafíos del futuro con confianza y creatividad.