Kattan era un apasionado por la lectura y devoraba principalmente libros de ciencia. Su autor preferido era el biólogo Bernd Heinrich, con el cual se sentía identificado. Foto: Jesús Martínez
Mayo 2020 | Edición N°: año 59, nro. 1357
Por: Lola Ferrin | Oficina de Comunicaciones, Javeriana Cali

Gustavo Kattan, quien dedicó 30 años de su vida profesional al estudio y conservación de la biota neotropical, fue el primer director de la carrera de Biología de la Seccional en Cali.


Gustavo Kattan con Merlín, ave criada por él. Foto: Carolina Martínez
Gustavo Kattan con Merlín, ave criada por él.
Foto: Carolina Martínez

Gustavo Kattan era, entre muchas cosas, una persona curiosa, contemplativo de la biodiversidad y un enamorado de la tierra. Un científico de esos que no podía dejar de escuchar las preguntas que le dictaba la naturaleza, y un convencido de que las respuestas estaban también ahí, disponibles para quien no dejara de indagar. Quizá por eso durante sus años de docencia fue lo que más le preocupó, que sus pupilos despertaran en sí mismos esa capacidad de asombro que, según él, necesitaban los biólogos y todos los científicos.

Y también quizá por eso es que durante toda su vida emprendió viajes a través de los bosques “para mantener conversaciones con los árboles” y con los protagonistas de su gran pasión, las aves. Entre sus lugares favoritos para dicha misión estaban el kilómetro 18 y La Teresita, ubicada en los Farallones de Cali, sitios que decía conocer como la palma de sus manos.

Esa es una de las razones por las que amigos, colegas y estudiantes consideran hoy, después de que el maestro trascendiera el pasado 5 de mayo, que Colombia le debe a él “una generación de biólogos investigadores comprometidos con la conservación de la biodiversidad”, como manifestó a través de su cuenta en Twitter Brigitte LG Baptiste, rectora de la Universidad EAN en Bogotá y exdirectora del Instituto Humboldt.

Y tienen razón. Desde 1994 y durante trece años formó alrededor de 50 investigadores, siempre acompañado de Carolina Murcia, su “esposa y compañera de aventuras”, con quien creó la Fundación Ecoandina, una institución sin ánimo de lucro que se destacó por su dedicación y conservación de los bosques de montaña en Colombia. En este proyecto contaron con el respaldo de la Wildlife Conservation Society, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda y de la unidad de Parques Nacionales Naturales, con financiación de la Fundación MacArthur.

Más tarde siguió con su propósito de formar biólogos en la Javeriana Cali, institución a la que se vinculó desde finales del 2007 como profesor para luego convertirse, en el 2009, en el primer
director de la carrera de Biología. Durante ese periodo que se extendió hasta el 2012, Gus, como le decían su esposa y sus allegados, impulsó las actividades académicas por fuera del salón de clases para que los estudiantes aprendieran entre ellos y se emocionaran por su profesión.

El profesor Felipe Estela Uribe, uno de los fundadores del programa y quien propuso a Gustavo en dicho cargo, manifestó que el legado “permanecerá ineludible en la memoria y en los corazones de aquellos que contaron con la fortuna de conocerle y de recibir parte de sus conocimientos. Él es considerado por muchos como un referente de la investigación en el país”.

La fuerza de su legado

Su trayectoria y su reconocida calidad como maestro le hicieron merecedor de insignias como el Premio Biotrópica a la Excelencia en Conservación de Biología Tropical, entregada por la Association for Tropical Biology and Conservation, ATBC. En abril del año pasado recibió un reconocimiento en el marco del Segundo Conversatorio Departamental sobre Conservación y Protección de Aves, donde le entregaron un diploma con una mención de honor y La Cruz Insignia, una de las distinciones más altas que otorga la Asamblea Departamental del Valle del Cauca.

Más tarde, en septiembre, obtuvo el premio Vida y Obra en el XV Congreso de la Investigación en la Pontificia Universidad Javeriana, por su importante aporte al estudio poblacional de aves colombianas en diversos periodos de tiempo y por su contribución a la formación de una nueva generación de científicos dedicados a la conservación de especies biológicas. Cabe anotar que el padre Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J., rector de la Sede Central, había nombrado a Gustavo Kattan como el presidente de dicha edición del congreso. Durante el discurso inaugural del evento, el profesor hizo un profundo análisis alrededor de esa línea casi imperceptible entre la investigación básica o pura y la investigación aplicada.

En su alocución se planteó preguntas y respuestas que calaron en la memoria de los participantes: “¿Qué pasa con la biología en todas sus diferentes subdisciplinas? Mi opinión es que no hay diferencia entre ciencia básica y ciencia aplicada. Toda investigación es susceptible de ser aplicada en un horizonte temporal que puede ser cercano o lejano”.

El rector de Javeriana Cali, Luis Felipe Gómez, S.J., lo recuerda como “un excelente profesor, un maravillo investigador y un amigo entrañable”. “Una de las últimas veces que me encontré con Gustavo fue en uno de los caminos de la Universidad, ya venía con su tratamiento, pero seguía realizando sus labores de investigación, acompañando a sus estudiantes, fundamentalmente a
aquellos a quienes les estaba dirigiendo su trabajo de grado con entereza”, narró el Rector durante la eucaristía celebrada en memoria del profesor.

“No obstante, en la difícil cruz que le tocó vivir en la última etapa de su vida, él nos enseñó a ser resilientes”, agregó. En palabras de la vicerrectora académica de la Seccional, Ingrid Schuler Ph.D, el profesor Kattan era un hombre ejemplar, maestro, inteligente, curioso; un visionario que deja un legado y una huella importante en muchas generaciones. “En su aprendizaje, razonamiento y en la capacidad que tuvo de poder valorar nuestra riqueza y diversidad, dejó una escuela formativa en el área de la ecología y la restauración. Todos nuestros estudiantes han heredado de él la experiencia y conocimiento y, en especial, la responsabilidad y cariño con que trabajó con nuestras comunidades”, expresó Schuler.

Para el decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias, Camilo Rocha Ph.D, Gustavo Kattan era un ser humano excepcional y un académico sin igual, “él será una ausencia imposible de llenar en nuestra comunidad”. Los estudiantes del programa también quisieron rendirle un homenaje a quien fuera su maestro, guía y amigo. Uno de ellos fue Andrés Felipe Rodríguez, quien aseguró que el profesor Kattan fue una de las mejores personas que ha conocido en su vida.

“Observar la naturaleza es mi hobbie. Lo único que me interesa es salir a ver qué están haciendo los pájaros”. Gustavo Kattan

 

“Gustavo era un profesor en todo el sentido de la palabra, que compartió su conocimiento y sabiduría de forma irrestricta con sus colegas y estudiantes. El amigo que todos queremos tener. El aporte que deja a la conservación del patrimonio natural es de talla mundial”, puntualizó Mateo López-Victoria, director del programa de Biología.

 

Kattan era un apasionado por la lectura y devoraba principalmente libros de ciencia. Su autor preferido era el biólogo Bernd Heinrich, con el cual se sentía identificado. Foto: Jesús Martínez
Kattan era un apasionado por la lectura y devoraba principalmente libros
de ciencia. Su autor preferido era el biólogo Bernd Heinrich, con el cual se
sentía identificado. Foto: Jesús Martínez