enero-febrero 2012 | Edición N°: año 51, No. 1274
Por: Diana Díaz Alvarado | Profesional Innovación y Desarrollo, Oficina para el Fomento de la Investigación, Vicerrectoría Académica



En el siglo XX se da una revolución conceptual en la que se revisa la misión de las Instituciones de Educación Superior (IES), en el marco de la sociedad del conocimiento. Se hablaba de dos misiones fundamentales, la docencia y la investigación, pero a partir de esta revolución se estableció la “tercera misión” en las universidades europeas y como “extensión” en América Latina. Este concepto se define como la transferencia del conocimiento a la sociedad, desde un enfoque de emprendimiento e innovación con compromiso social, para ello la universidad debe relacionarse con su entorno con el objetivo de permitir, promover y facilitar la transferencia del conocimiento.
Esta dinámica de relacionamiento ha demostrado ser eficaz para fomentar y promover el desarrollo socioeconómico de un territorio. No obstante, al revisar la situación de las IES latinoamericanas se han observado dificultades, lo cual ha marcado diferencias en el dinamismo con que estos procesos generan impacto en la sociedad en relación con lo que sucede con las universidades europeas. Estas diferencias son producto de contextos políticos, económicos, culturales y sociales diferentes y de trayectorias evolutivas distintas de los sistemas de innovación.
Frente a esta situación, organismos supranacionales e instituciones educativas se han aliado para realizar el proyecto CESAR: Contribución de la Educación Superior de América Latina a las Relaciones con el entorno Socioeconómico, cuyo objetivo es diseñar e implementar una metodología para facilitar el cambio cultural en las IES, por medio de la consolidación de las oficinas de Relacionamiento con el Entorno Socioeconómico, para así fomentar el desarrollo económico y social en cada país.
El proyecto se desarrolla bajo un esquema de cooordinación, entre la Universidad Politécnica de Valencia a través del Instituto INGENIOCSIC- UPV (España), y la Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá (Colombia) junto a seis IES que integran el consorcio: Universidad Centroamericana de Nicaragua, Universidad Loyola de Bolivia, Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”- El Salvador, Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente ITESO – México, Universidade do Vale do Rio dos Sinos UNISINOS – Brasil, Politecnico di Torino – Italia. El proyecto cuenta con un sitio web con la información completa del mismo y con las actividades y resultados: www.proyectocesar.eu
Para el proyecto se delimitaron tres fases específicas: La primera es la identificación del entorno de las IES socias y el diseño de planes de actuación; la segunda fase contempla la capacitación y formación de los representantes de las universidades participantes, y la tercera fase busca implementar las metodologías adaptadas a las necesidades y condiciones de cada nación para así poder realizar la transferencia de la metodología a otras instituciones de América Latina.
El proyecto se encuentra en la finalización de la primera fase, motivo por el cual se realizó en Bogotá, los días 20 y 21 de febrero, el foro internacional: Los Sistemas de Innovación en América Latina, con la intención de divulgar los resultados de los estudios de caso del análisis del entorno de cada universidad participante. Se entiende por Sistema de Innovación al núcleo de mecanismos de desarrollo económico asociados a los fenómenos y procesos de innovación. Para definir estos sistemas se delimitaron 5 elementos clave para determinar cuál es la situación de los mismos. Estos aspectos fueron: 1. Historia, evolución y contexto de los Sistemas Regionales de Innovación (SRI), 2. Institucionalidad y gobernanza, 3. Vínculos de colaboración, 4. Conflictos multinivel y 5. Financiación de los SRI.
A lo largo de la jornada de socialización se contó con la participación de Ignacio Fernández De Lucio, Director del Instituto de Gestión de la Innovación y del Conocimiento (INGENIO); el doctor Fernando Jiménez Sáez, subdirector del Instituto; Elena Castro, especialista en planificación y gestión de políticas públicas de I+D e Innovación, científica titular del Instituto INGENIO y miembro del Consejo Científico de la Fundación Española para la Investigación Científca y Técnica (FECYT); y Fanny Almario, coordinadora de Innovación y Desarrollo de la Pontificia Universidad Javeriana.
En la exposición se encontró que existe una gran heterogeneidad en los SRI, de igual forma, se demostró que se están desarrollando relaciones desiguales entre los agentes del sistema, hay poca vinculación de los actores, las iniciativas son dispersas y hay falta de continuidad en los programas desarrollados para apoyar estas actividades. Por tal motivo, los esfuerzos que se están realizando tienen falencias en su estructuración y en su coordinación.
En relación con la institucionalidad que apoya las políticas de innovación, se halló que éstas tienen un carácter centralizado, aunque hay esfuerzos en curso de descentralización o regionalización como en el caso de México y Colombia. Bolivia por su parte, se encuentra estructurando sus políticas nacionales de innovación y la institucionalidad del sistema se encuentra concentrada principalmente en el Viceministerio de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación. En Nicaragua y El Salvador se observa una tendencia centralista que reposa en las instituciones encargadas de los programas de ciencia y tecnología como lo son el CONICYT de Nicaragua y el CONACYT de El Salvador, instituciones homologas de COLCIENCIAS. En el caso de Brasil tienen avances regionales debido a su extenso territorio, por lo cual cada región actúa como un pequeño país dentro del país.
Como conclusión, los Sistemas de Innovación de América Latina se encuentran en un estadio emergente, caracterizados por la escasez de recursos para actividades de I+D e Innovación y con poca vinculación entre los actores del sistema, principalmente entre la universidad y el sector productivo. No obstante, se observa en todas las naciones participantes el interés y preocupación
de tomar acciones que apoyen las dinámicas de innovación. Para concluir la primera fase, se continuará con el diseño de las metodologías para cada una de las universidades participantes, a partir de los resultados obtenidos de cada caso y se diseñará la metodología teniendo en cuenta las necesidades y deficiencias existentes en cada nación
* Profesional Innovación y Desarrollo, Oficina para el Fomento de la Investigación, Vicerrectoría Académica