
Energía solar para potenciar la etnoeducación en la Alta Guajira
El departamento de la Guajira ha sido catalogado por múltiples expertos en energía y medio ambiente como un territorio potencia para el desarrollo de energías alternativas, entre las que resaltan la energía solar y eólica. Por otro lado, para las comunidades que habitan esta zona del país, y en especial para la población de indígenas wayú, la falta de agua y electricidad es una constante. Por estas razones, cada vez más proyectos como el gestado en la Pontificia Universidad Javeriana encuentran su misión y propósito de servicio en estos contextos.
La historia comienza en 2019 cuando en la asignatura Energía y Sostenibilidad, de la maestría que lleva este mismo nombre, un grupo de estudiantes planteó un proyecto ubicado en la Guajira. En ese entonces la propuesta se mantenía en un ámbito teórico y académico, “muy de clase”. Sin embargo, la iniciativa escaló al punto de contactar a una comunidad indígena de la Guajira para así poder hacerla realidad.

De esta manera, profesores y estudiantes del Departamento de Ingeniería Electrónica de la Javeriana, entre los que se desatacan Johanna Castellanos, Diego Patiño y Gabriel Ordóñez como líderes del proyecto, emprendieron un camino que llevó a que, en abril de 2021, el Centro Etnoeducativo Nuestra Señora del Carmen de Kuisa, ubicado en el municipio de Uribia, contara con un sistema completo de energía solar.
El proyecto, ahora llamado KUISA-P1, fue financiado por el Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEE) tras una postulación de este ante el Capítulo de la Sociedad Mundial de Aplicaciones Industriales (perteneciente al IEE) que apoya proyectos humanitarios. Además, se lograron alianzas con la Fundación Movimiento Ambientalista Colombiano, la empresa WM S.A.S, el Doctorado en Ingeniería y la Facultad de Ingeniería de la Javeriana, E3T y la Universidad Industrial de Santander.
Luego de conseguir la financiación a principios de 2020, se realizó la primera socialización del proyecto con la comunidad en febrero de ese año. Tras las medidas restrictivas de sanidad ante la pandemia por covid-19, entre julio y octubre de 2020 se realizaron reuniones virtuales y en noviembre se realizó la compra de los dispositivos y elementos necesarios para la instalación de los paneles solares en la escuela.
Después, en febrero de 2021 empezó la implementación del proyecto con la instalación de un sistema de 26 paneles solares compuesto por cinco subsistemas que proveen 8.8 kW al centro etnoeducativo, tres de corriente alterna, es decir, para uso generalizado y dos orientados al uso único de dos neveras que también fueron donadas por el proyecto.
2021: Premio, puesta en marcha y proyectos futuros

Mientras tanto, Castellanos, Patiño y Ordóñez postularon el KUISA-P1 Project en el concurso internacional de proyectos humanitarios realizado por el Capítulo de la Sociedad Mundial de Aplicaciones Industriales del IEEE. Los ganadores se anunciaron el 28 de julio de 2021 y el proyecto en Kuisa fue el único de América Latina que figuró entre las cinco iniciativas galardonadas. «Esa fue para nosotros una sorpresa muy grata, claramente el reconocimiento que nos trae esto es muy importante dadas las características que nosotros tenemos como universidad, el tema de nuestra misión, nuestra visión. Así se ve que realmente sí estamos haciendo un aporte a la sociedad, y el mismo premio lo reconoce», mencionó el profesor Diego Patiño, director del Departamento de Ingeniería Electrónica.
Finalmente, en agosto de 2021 se instalaron siete baños secos ecológicos, pues la escuela sólo contaba con un baño para más de 700 personas que además dependía del suministro de agua. La entrega oficial del proyecto se realizó el pasado 11, 12 y 13 de octubre en el territorio, donde los investigadores fueron recibidos con una ceremonia wayú y posteriormente, dieron capacitaciones complementarias sobre el uso de todos los dispositivos instalados.
El proyecto en Kuisa fue el único de América Latina que figuró entre las cinco iniciativas galardonadas.
La donación también incluyó tres videobeams, tres computadores, dos televisores y una impresora multifuncional. «Nunca habíamos podido contar con tantos aparatos electrónicos. Espero que esto vaya creciendo, que todo lo que se haya visto en las reuniones se cumpla y podamos tener más beneficios (…). Gracias a eso ahora se pueden usar cosas electrónicas, como el portátil, el teléfono, las neveras donde guardamos las meriendas y los ventiladores», comentó al profesor Diego Patiño una joven de la comunidad de Kuisa durante la entrega.

Después de todo este trayecto, el proyecto no termina, «hay varias necesidades que se tienen todavía, por ejemplo, se está planteando una segunda fase en la cual se pueda instalar una cocina que sea sostenible y que se adapte a las necesidades que tiene la comunidad. (…) También estudiar más a profundidad lo del agua, porque ya con energía, queremos saber hasta qué punto la laguna está contaminada, o qué proceso hay que hacerle para descontaminar el agua que se tiene, para que ellos puedan tener más acceso al agua. Efectivamente la idea es seguir trabajando con la comunidad”, afirmó el profesor Patiño.
Por ahora, con el nuevo sistema de energía solar, la escuela puede funcionar también en la noche para la oferta de talleres para adultos y la fabricación de mochilas wayú. Además, se espera que, para el 2022, el Centro Etnoeducativo de Kuisa pueda ofrecer educación en grados noveno, décimo y once, pues en la actualidad sólo tiene la capacidad para dictar clases hasta octavo. Esto aumentaría la población beneficiaria a más de 1.200 personas entre profesores, estudiantes y población flotante.
“La instalación de los paneles solares significa un sueño hecho realidad, avance y progreso (…). Antes se tenía que tratar de hacer todo temprano, nuestros niños se tenían que acostar temprano y levantarse con la luz del día, lo cual limitaba el horario de clases. Ahora nuestros alumnos realizan sus tareas con tranquilidad y utilizan los medios tecnológicos que antes no podían usar”, comentó Adelco Larrada Ipuana, autoridad ancestral de la comunidad de Kuisa a la revista Pesquisa Javeriana.