
Mensaje para los javerianos de hoy

Yarbo Davenport. Conformado por los estudiantes Cristhian Plazan, María
Victoria Cañón, Nicolás Medina y Felipe Andrés Galindo.
“La criminalidad y la violencia parecen ir en aumento (…), se extiende por todas partes la alarma del desempleo, de la elevación del costo de vida y de una creciente desilusión, especialmente, entre los jóvenes. Hoy el ser humano experimenta, a nivel tanto individual como social, un inmenso vacío espiritual que ni los progresos tecnológicos ni la ideología materialista pueden llenar”.
Estas palabras, que tienen total vigencia hoy, fueron pronunciadas por el padre Pedro Arrupe, S.J. en Padua, Italia, el 25 de agosto de 1977 en la conferencia ‘¿Es la Iglesia todavía portadora de las esperanzas de los hombres?’, cuando se
desempeñaba como superior general de la Compañía de Jesús, e hicieron parte del recital poético musical en el que la Pontificia Universidad Javeriana celebró 89 años de su restablecimiento, el 1 de octubre de este año.
El recital, que se llevó a cabo en la Iglesia San Ignacio en el centro de Bogotá, tuvo un propósito claro: escuchar el mensaje para los javerianos de hoy. “Las palabras del P. Arrupe nos invitan a pensar para dónde vamos, por qué estamos haciendo lo que hacemos, si estamos haciendo lo que debemos hacer y dónde está nuestra atención”, comenta Carolina Gómez, directora del Centro de Gestión Cultural y organizadora del Día de la Universidad.
“Acceder a sus textos es una oportunidad de conocer y reflexionar sobre aspectos de su vida y su pensamiento que, por su profundidad y actualidad, siguen teniendo vigencia para nosotros. Sin duda, nos ayudarán a ganar nuevos horizontes para comprender las problemáticas y afrontar los desafíos que nos trae el siglo XXI”, dice Roberto Vela, coordinador de Identidad Institucional de la Vicerrectoría del Medio Universitario, en la introducción del libro ‘Testigo del Siglo XX. Textos escogidos de Pedro Arrupe, S.J.’
Para que estos mensajes tuvieran más impacto en la comunidad javeriana y llegaran de forma especial y reflexiva se contó con la participación de personas con alta sensibilidad para comunicar, que su profesión o la naturaleza de su actividad estuviera relacionada con comunicar mensajes y que a la vez visibilizaran los cuatro estamentos de la Javeriana.
Ellos fueron: Marisol Cano Busquets, periodista y Decana de la Facultad de Comunicación y Lenguaje; Carlos Palacio Páez, poeta y estudiante de Estudios Literarios y Filosofía; Juan Felipe Robledo, poeta y profesor del Departamento de Literatura; Luis Aurelio Castañeda, S.J., psicólogo, teólogo y director del Centro Pastoral San Francisco Javier; y María Olga Piñeros Lara, cantante, maestra de canto lírico y popular y profesora de la de la carrera de Estudios Musicales.
Reflexiones
En la solemnidad del altar de la Iglesia San Ignacio comenzó a sonar la melodía de “Plegaria” en los violines del Cuarteto Davenport, conformado por alumnos de Estudios Musicales. Sus notas eran suaves, pausadas y recogedores. Mientras tanto, en el escenario estaban Juan Felipe, Marisol, Carlos, el padre Aurelio y María Olga, tenían los ojos tapados con un pañuelo blanco y cogidos de la mano caminaron hacia adelante, sin tropiezos, con seguridad y confianza. Nada los perturbó
Un instante después Juan Felipe recita el texto ‘En las manos de Dios’, el cual es un aparte de la renuncia del P. Arrupe leída en el aula de la Congregación General el 3 de diciembre de 1983. “…Mi mensaje hoy es que estén a la disposición del Señor”, dice una de las líneas.

De acuerdo con la Directora del Centro Cultural, la intención con esta escena fue representar la confianza que tiene la Universidad en Dios y en la Compañía de Jesús que la respalda. “El mensaje del Padre fue: creo en Dios que me ha guiado y seguirá guiando, y eso es lo que nos inspira como Universidad”, comenta Carolina.
Para Marisol Cano este acto significó que “aun cuando podamos estar en una situación difícil, oscura, tenemos a otro que va con nosotros; y cuando uno confía en los que tiene al lado puede trazar
un camino conjunto”
Carlos Palacio recitó el texto ‘Otro loco como tú’, con el que se hizo referencia a los riesgos que debe tomar la Universidad dejando de lado la “prudencia humana”. “Cuántos motivos…de prudencia humana se levantan en mi espíritu y tratan de mostrarme «bajo apariencia de bien», que aquello que Tú me inspiras y pides es imprudente: Una locura”, dijo el P. Arrupe en el encuentro con provinciales en México D.F. en noviembre de 1972. La Decana de Comunicación y la profesora de Estudios Musicales pronunciaron los textos relacionados con el amor. ‘Amor y Justicia’ en las obras que los javerianos realizan. “La parte final del texto lo toca a uno, porque es plantearse la posibilidad del amor entendiendo al otro y aún, con una palabra tan fuerte como enemigo, el amor puede estar ahí. También nos habla del cuidado, que es tan javeriano, y de algo que considero debe fortalecerse mucho: la generosidad y el estar siempre en disposición de dar lo que uno sabe, lo que uno siente, de dar en todo sentido. Eso nos hace muchos mejores seres humanos”, comenta Marisol.
Y el amor en el texto ‘Nada es más práctico’ porque “Aquello de lo que estés enamorado y arrebate tu imaginación, lo afectará todo. Determinará lo que te haga levantar por la mañana… Enamórate, permanece enamorado y eso lo dirá todo”.
Conocer su vida y pensamiento nos ayudará a ganar nuevos horizontes para comprender las problemáticas y afrontar los desafíos que trae el siglo XXI.
A cargo del P. Aurelio estuvo el texto ‘Valentía’ donde recitó el desafío que deben enfrentar. “No tengo miedo al nuevo mundo que surge. ¡Temo más bien que los jesuitas tengan poco o nada
que ofrecer a ese mundo! … Me espanta que podamos dar respuestas de ayer a los problemas de mañana…”, respondió el P. Arrupe en una entrevista del New York Times, el 25 de noviembre de 1966.
Para el Director del Centro Pastoral expresar este texto fue “Una mezcla de coraje y temor, una urgencia de dar una respuesta ante los grandes y a veces imprevistos desafíos que la realidad pone
a la Universidad. Pero también de confianza en Dios, que durante siglos nos ha sido siempre propicio en situaciones críticas”, comentó.
“Los seres humanos hoy buscan la verdad en qué poder cimentar su esperanza, no en huecas palabras o razonamientos abstractos, sino en la vida de alguien como ellos: gente que encarna y personaliza las auténticas verdades en que dicen creer. Hoy se necesita un testimonio cristiano, no solo de individuos aislados, sino también grupos y comunidades que, a través de sus vidas, puedan marcar a la humanidad el rumbo que deben seguir para recuperar su esperanza y encontrar su salvación”, concluyó el P. Arrupe en su conferencia en Italia.