Junio 2022 | Edición N°: 1378
Por: Valentina Amórtegui Gutiérrez | Practicante de la Dirección de Comunicaciones

La Javeriana y Airbnb se unieron para brindar educación en emprendimiento e innovación a mujeres de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y aportar a la reactivación económica y el turismo.


María Fernanda Amaya, representante de la Fundación Blue Índigo, turismo enfocado a la restauración coralina.

El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina es uno de los destinos de Colombia más reconocidos a nivel nacional e internacional, popular por su clima cálido, sus playas y ambientes llenos de diversidad cultural y natural, con una población conformada en un 51,7% por mujeres. Muchas de ellas se destacan por sus aportes a la comunidad, con la intención de mejorar la calidad de vida de sus habitantes a través de emprendimientos y alternativas que involucran aspectos culturales, históricos y ambientales. Este departamento vive principalmente del turismo y el comercio, por lo que resultan vitales los espacios que promuevan el pensamiento creativo, las oportunidades de negocio e innovación y la gestión de recursos sostenibles en la población.

Por esta razón, surge la iniciativa Women Empowerment Innovation HUB, una alianza entre la Pontificia Universidad Javeriana y la compañía de servicios de alojamiento, Airbnb, con el objetivo de desarrollar actividades académicas que fomenten el empoderamiento de mujeres, brindándoles herramientas y conocimiento que les permita trabajar dentro de sus propios emprendimientos y aportar a la reactivación y desarrollo del turismo después de las dificultades originadas por la pandemia. “Las mujeres de San Andrés tenemos la berraquera y el empuje para hacer lo que queramos. Muchas tienen ideas frescas e innovadoras, pero la necesidad de producir para subsistir ha hecho que no se atrevan a emprender”, explicó Claudia Patricia Moreno, participante del HUB y líder del emprendimiento de productos de belleza Patri Natural, haciendo énfasis en las capacidades de las isleñas y la importancia de las oportunidades en educación para la innovación.

Con el apoyo de la Cámara de Comercio de San Andrés, Providencia, y Santa Catalina (CAMARASAI), el programa eligió a 15 emprendedoras entre los 20 y 63 años, para que participaran en un proceso de formación gratuito que consistió en 40 horas y 10 módulos de aprendizaje, donde las mujeres pudieron definir sus modelos de negocio, recibir mentorías y capacitación por parte de expertos, con fundamentos sobre finanzas, aspectos legales, mercadeo estratégico, gestión, innovación y sostenibilidad, que les permitió crear un seguimiento a sus negocios, enfocados en los campos de: tecnología, repostería, productos orgánicos, joyería, hospedaje y turismo local.

Con este curso aprendí cómo posicionar mi negocio en el mercado nacional e internacional”, Pierinna Kissay, líder del emprendimiento de accesorios Thaylas Bijouterie.

“Con este curso aprendí cómo posicionar mi negocio en el mercado nacional e internacional, dar a conocer mi marca y crear un equipo de trabajo”, afirmó Pierinna Kissay, líder del emprendimiento de accesorios Thaylas Bijouterie y participante del HUB quien expresó su agradecimiento por los conocimientos adquiridos y la asesoría de los profesores. El proyecto fue liderado por la Dirección de Educación Continua de la Javeriana, apoyado en las docentes Laura Medina, Manuela González, Sandra Avendaño y Natalia Miranda, de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Por parte de Airbnb, el programa contó con el apoyo de Sabrina Castelli, creadora de Felicity la primera red social de finanzas para mujeres que integra tecnología, educación y acceso a servicios financieros y Mariana Massaccesi, experta en el diseño de planes de acción y capacitaciones para incorporar la perspectiva de género de manera transversal.

Mediante esta iniciativa que inició el 10 de agosto de 2021 y tuvo una duración de seis meses, la Javeriana fijó como objetivo promover buenas prácticas en el empoderamiento de las mujeres en las comunidades y regiones vulnerables del país, impulsando este proceso como un modelo de sostenibilidad que se replique a nivel internacional.