La “biblia” del jazz colombiano
Cuando se habla de música colombiana se suele pensar en ritmos caribeños, andinos, llaneros o del Pacífico. Incluso, habrá quienes evoquen ritmos modernos como el reguetón, el rap o el rock. Pero pocas personas imaginarían que el jazz ha tenido un prolongado desarrollo histórico en el país. De esto da cuenta el Real Book Colombia del jazz, la reciente publicación javeriana de los profesores Enrique Mendoza y Jorge Sepúlveda, del Departamento de Música de la Facultad de Artes.
Esta publicación, basada en un proyecto de investigación+creación, fue presentada en la pasada Feria Internacional del Libro de Bogotá y, en apenas una semana y media, se agotó en ventas, convirtiéndose en el libro más vendido de la Editorial de la Pontificia Universidad Javeriana en este evento.
Los profesores Mendoza y Sepúlveda han investigado la historia del jazz colombiano y durante tres años reunieron el repertorio más importante del género entre 1985 y 2007. “Este es un reconocimiento de la historia del jazz colombiano a través de un hilo conductor que son las composiciones de varios músicos de diferentes décadas”, sostiene Sepúlveda.
Un real book es un formato que compila las partituras más destacadas del repertorio de un género en su época. Este formato nació en 1975 cuando unos estudiantes del Berklee College of Music, la universidad privada más grande de música del mundo, que no tenían dinero para pagar las partituras originales, copiaron a mano las canciones más representativas del jazz de esa década. Desde entonces, este formato ha rescatado las obras notables de diversos géneros en el planeta.
Algo de historia del jazz
“La entrada de este género musical se da por el Caribe, por los puertos Barranquilla y Cartagena, donde aparecen las primeras agrupaciones. A partir de ahí, hay mucha influencia de lo que se considera como latino. Sonaba un poco a esa mezcla entre elementos del jazz estadounidense y de música afrocubana. En la segunda mitad de los años noventa fue más notoria la mezcla con las músicas tradicionales colombianas”, explica Sepúlveda.
Este libro se consolida luego de un trabajo de investigación en la que los profesores de la Facultad de Artes tuvieron que buscar y negociar con 46 compositores colombianos que aportaron los derechos de 50 canciones. “A mucha gente le gusta esta idea de reconstrucción de memoria y de patrimonio en el país. Me da la sensación de que hay una continua búsqueda de esa identidad, de quiénes somos nosotros, desde nuestras prácticas, y creo que ese fue un impacto bonito que tuvo en la Feria”, manifiesta el profesor Sepúlveda.
En la segunda mitad de los años noventa fue más notoria la mezcla con las músicas tradicionales colombianas.
Para los investigadores este proyecto de investigación+creación es importante porque rescata el legado en composiciones de muchos maestros de la música colombiana que tal vez estaban olvidados o que muchos músicos y no músicos de las nuevas generaciones no conocían y le devuelve el valor a sus aporte culturales y artísticos.
“Algo muy interesante es que conecta generaciones: a las personas mayores, inclusive personas que ya no tocan pero que tienen sus obras con el estudiante nuevo que entiende que antes que él hay una historia en su territorio. Esa es una de las labores más bonitas, se conectan las generaciones. Nosotros tendemos a olvidar mucho lo que hay atrás y esto ayuda a ser esa conexión de generaciones”, finaliza Sepúlveda.
Tras el éxito en ventas en la FILBo, la Editorial Javeriana reimprimió otras quinientas copias que se pueden conseguir en la Tienda Javeriana y en la librería Siglo.