Peregrinar tras las huellas de san Pablo en Turquía
Durante dos años, 52 peregrinos de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y Cali e integrantes de sus familias se prepararon para vivir a fondo la experiencia de peregrinación hacia Turquía. El objetivo de este camino de trece días, que se realizó entre el 6 y 19 de septiembre, fue fortalecer el sentido de la fe a la luz de la espiritualidad ignaciana, sorprenderse con una cultura fascinante y vivir experiencias de sentido y encuentro.
¿Por qué peregrinar?
Peregrinar significa ponerse en camino, salir de lo establecido y rutinario para llegar a determinados lugares que permitan tener una experiencia espiritual. Caminar con la propia identidad, por la historia de la humanidad y de la salvación, con los pies en la tierra, la mirada en el horizonte y el corazón en búsqueda del misterio. De este modo de peregrinar es maestro Ignacio de Loyola quien, al reconocerse a sí mismo como El peregrino, buscó y halló a Dios en todas las cosas, lugares y personas.
Invitar a peregrinar por el camino del corazón es fundamental para el proyecto Peregrinos: Encuentro y Camino, liderado por el Centro Pastoral San Francisco Javier, de la Universidad Javeriana. Este tiene como propósito que los participantes tengan la posibilidad de recorrer cada lugar con un sentido bíblico profundo, mientras internamente viven la experiencia de sentir y gustar la acción y presencia de Dios.
San Pablo pasó de ser perseguidor de los cristianos a ser uno de los principales apóstoles al conocer a Jesús.
¿Por qué Turquía?
Turquía es la cuna de las primeras comunidades cristianas lideradas por san Pedro, san Juan y san Pablo. Este último, quien pasó de ser perseguidor de los cristianos a ser uno de los principales apóstoles al conocer a Jesús, llegó a evangelizar grandes centros urbanos del imperio romano, motivo por el cual la fe cristiana se abre a nuevas culturas. Este testimonio misionero nos compromete a conocer, amar y servir a Jesús, anunciando su buena noticia en nuestros tiempos.
Fue apasionante recorrer, en primer lugar, las ciudades de relevancia histórica como Estambul (Antigua Constantinopla), Hierápolis, Pamukkale y Konya; en segundo lugar, los territorios que recuerdan la vida de Pablo como Antioquía de Siria, Antioquía de Pisidia, Tarso, Capadocia, y en tercer lugar, aquellos relacionados con los testimonios de las comunidades mencionadas por Juan en el libro del Apocalipsis: Laodicea, Éfeso, Esmirna, Sardes, Filadelfia y Pérgamo.
¿Cuáles son los diferenciadores de esta peregrinación?
• Caminar en comunidad, compartiendo la búsqueda, la sorpresa y la oración en una fraternidad que se consolidó al pasar los días.
• La contemplación, al modo ignaciano, haciendo composición de lugar, recreando en el corazón la manera de vivir la fe de los primeros creyentes.
• El estudio y la enseñanza de la Palabra, guiada por el P. Carlos Montaño, C.J.M; asesor bíblico del proyecto, la cual acercó a los peregrinos a comprender el contexto de cada comunidad y la vigencia en nuestra realidad.
• La pausa ignaciana, el acompañamiento, el discernimiento y la celebración de la fe.