1 de Junio del 2015 | Edición N°: Año 54 N° 1308
Por: Daniella Guio Castro | Comunicaciones Vicerrectoría Académica



El doctor Alberto Gómez Gutiérrez recibió el honor de ser elegido como miembro de la sociedad científica más antigua del mundo en el campo de las ciencias de la vida, que ha sesionado ininterrumpidamente desde 1788.

El  profesor  Gómez,  biólogo  y  microbiólogo  de  la  Universidad  de los  Andes,  doctor  en  bioquímica de  la  Universidad  de  París  y  profesor titular  del  Instituto  de  Genética  Humana en la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, es uno de  los  tres  autores  del  libro  Filosofía natural  mutisiana  (2009),  escrito  con el Padre Pedro Ortiz Valdivieso, S.J. y el doctor Jaime Bernal Villegas.

Corría  el  siglo  XVIII  y  José  Celestino Mutis,  botánico,  se  sentía  muy  orgulloso  de  su  correspondencia  epistolar con Carlos Linneo en la Universidad de Uppsala (Suecia). En los “ires y venires” de esas cartas, Mutis le cuenta a Linneo que  se  encuentra atareadísimo haciendo la Oración inaugural  pro  filosofía newtoniana  contra peripatéticos. Entre otras tantas cartas, Linneo le dice que si regresa a España, él lo iría a visitar a pesar de los achaques de la edad, ya que él era 25 años mayor que Mutis. Lastimosamente esto nunca ocurrió…

En  la  primera  década  del  siglo  XXI, casi 150 años después, el doctor Alberto Gómez encuentra un manuscrito en latín, sin firma, en el Archivo Histórico de la Pontificia Universidad Javeriana, con el título “Oración inaugural pro filosofía newtoniana contra peripatéticos ad scuolas”. Su pasión por el sabio Mutis le hizo sospechar que el autor de ese manuscrito fuera él. Al ver este escrito en latín, el doctor Gómez siente una profunda  curiosidad,  aunque  en  el  fondo de su corazón y después de consultarlo con Jaime Bernal, algo le dice que sabe quién es el autor de ese pasaje sin firma… El Padre Pedro Ortiz Valdivieso, S.J. asume la valiosa responsabilidad de no solo transcribir y traducir el texto sino también  de  catalogarlo  de  acuerdo  al tipo de latín en el que estaba escrito.

El Padre Ortiz, S.J., Jaime Bernal y el doctor Gómez revisan   entonces   las cartas   digitalizadas de Mutis con Linneo, el padre de la clasificación binomial en géneros y especies, que la Sociedad Linneana publicó en su portal.  En  esta  exhaustiva  búsqueda, este   trío   interdisciplinar   descubre   la carta referida, escrita en el siglo XVIII, donde Mutis le cuenta lo que siente sobre la oración inaugural, oración que el Archivo  Histórico  conserva  hoy  en  sus fondos… El sorprendente hallazgo deja sin palabras a estos tres investigadores.

Este fue el primer hallazgo valioso y la primera conexión entre el doctor Gómez y la Sociedad Linneana de Londres.

 

Un hallazgo valioso

Años  después,  Cristina,  hija  del  doctor Gómez, una antropóloga cautivada por esta  disciplina,  decide  viajar  al  sur  de Londres,  a  la  Universidad  de  Kent  en Canterbury,  para  hacer  una  maestría en  Conservación  y  Desarrollo  Rural.  Es entonces  cuando  conoce  a  Peter  Paul Bunyard, graduado de las Universidades de Cambridge y Harvard. Bunyard es un científico ecologista, que ha tenido un rol importante en la publicación de revistas y libros que tratan sobre la teoría Gaia, un concepto que propone que la Tierra es un organismo que se autorregula;  es  una  visión  holística,  no  especializada ni reduccionista de la Tierra. El profesor Bunyard había sido presentado años  atrás  a  la  Sociedad  Linneana  de Londres por Richard Evans Schultes, un botánico que vino a explorar el Amazonas.  Schultes  y  Bunyard  son  dos  científicos  particularmente  respetados  por el doctor Gómez, configurándose así el segundo hallazgo valioso en red de este profesor  javeriano  con  dos  científicos fascinados y conectados con Colombia, cuyo trabajo científico había sido ya admirado por él.

Al conocer a Peter Bunyard, Cristina entabló con él una estrecha amistad. En medio de sus conversaciones, ella le habla de los libros de viajeros de su padre y,  unos  meses  después,  lo  invita  a  conocerlo en Colombia. Gracias a los viajes frecuentes de este científico, logran encontrarse los tres en su casa, en una cena  muy  agradable.  Aquella  noche, observando  la  biblioteca  personal  del doctor Gómez, Peter encontró una gran cantidad de libros sobre viajeros, y Gómez le comentó sobre su trabajo sobre José Celestino Mutis. Entre aquellos libros estaba la Filosofía natural mutisiana, y él le comenta a Bunyard su especial preferencia por este libro. La razón era simple: más allá del tema tratado, es el único libro de la trilogía mutisiana escrita con el padre Pedro y el doctor Bernal que contiene un manuscrito original de  Mutis.  En  este  momento  le  cuenta cómo, gracias a la revisión de las cartas que conserva la Sociedad Linneana de Londres, habían logrado confirmar la sospecha que hace unos años los agobiaba. Al apreciar esto, Bunyard le dice a Gómez que, coincidencialmente, él es miembro de esta sociedad, a la que lo presentó  Richard  Evans  Schultes. Y  finaliza su oración con una sorprendente oferta, en su tono británico-formal:

-“¿Le gustaría ser parte de la Sociedad Linneana de Londres?”.

Gracias a estos hallazgos valiosos que se produjeron por un trabajo continuado, o serendipia, y no simplemente por el destino o golpe de suerte, el doctor Alberto  Gómez  recibió  unas  semanas después una carta de Londres formalizando su postulación como miembro de la  Sociedad  Linneana  y,  más  adelante, después de haber sido evaluada su hoja de vida, la confirmación de dicha postulación.  “Es  realmente  un  sueño  para cualquier científico en el dominio de la genética y la biología, ser parte de esta sociedad  en  donde  Charles  Darwin  y Alfred R. Wallace publicaron su primer artículo sobre el mecanismo de la evolucióno”, afirma el doctor Gómez.

Serendipia: “Hallazgo valioso que se produce de manera casual, accidental o por un trabajo continuado”.