julio 2021 | Edición N°: 1369
Por: Karem Priscila Díaz Díaz | Periodista de la Dirección de Comunicaciones

Al cumplirse 30 años de la promulgación de la Constitución Política de Colombia, Hoy en la Javeriana recogió algunas reflexiones de sus protagonistas javerianos.


La Constitución Política de Colombia de 1991 está catalogada como una de las más completas, avanzadas y pioneras de América Latina “gracias a un robusto sistema de acceso a la justicia, hecho para garantizar derechos fundamentales como la salud, la educación, el acceso a servicios básicos, la participación política y las libertades de culto, pensamiento y expresión, e incluso exigir al Estado un respeto especial por el medio ambiente”., describió la BBC en un especial sobre la carta magna colombiana. Pero no todo es color de rosa en ella.

En el contexto de la conmemoración de los 30 años de la promulgación de la Constitución, que se cumplieron el pasado 4 de julio, algunos de los aspectos a reflexionar tienen que ver con destacar los aspectos positivos de la Constitución y aquellos que no quedaron bien estructurados de acuerdo con María Teresa Garcés y Juan Carlos Esguerra, abogados javerianos y quienes fueron protagonistas en la elaboración del documento que rige al país, al ser dos de los 74 constituyentes.

Juan Carlos Esguerra, abogado javeriano y constituyente en 1991

“Lo que quedó mejor de la Constitución fue la Constitución misma (…) [porque] logró descender al ciudadano de a pie y que se apropiara de ella”, afirma Esguerra. Mientras que Garcés la describe como “una constitución democrática, muy avanzada, pluralista, que busca la diversidad, la acepta y la reconoce. Es una constitución muy garantista para la gente, que le sirve al país de hoy”.

Entre los instrumentos que más sobre salen de la carta del 91 por su utilidad y fácil acceso a los ciudadanos, está la acción de tutela, el medio jurídico para la protección inmediata de los derechos fundamentales de los colombianos. Juan Carlos Esguerra, miembro de la Comisión Primera, fue quien presentó el proyecto que se convirtió en el artículo 86 de la Constitución. “A ella puede acceder cualquier persona. Incluso alguien que no sepa escribir, ni leer. Otra característica que tiene es que alguien, siendo buen samaritano, la puede interponer actuando en nombre del interesado sin necesidad de ningún poder”. Sin embargo, ha habido desbordamientos en su uso y para María Teresa Garcés “lo que ha comprobado la tutela es que el Estado colombiano funciona bastante mal y que la gente acude a los jueces es por eso. Así que lo que es necesario mejorar es el desempeño de todo el Estado. La gente para todo acude a la tutela. Si fuéramos muy racionales, en Colombia deberíamos examinar por qué hay tantas tutelas. Ya hay estadísticas sobre qué asuntos son la mayoría de las tutelas: educación y salud, por ejemplo. Eso es lo que hay que corregir, no la tutela”.

María Teresa Garcés, abogada javeriana y constituyente en 1991

En relación con el funcionamiento del Estado, la justicia y organismos de control, ambos constituyentes indican que la gran falla de la Constitución está en la politización de la rama judicial y las llamadas “ías”. “Una de las equivocaciones que cometimos fue pensar que podíamos despolitizar ciertos procesos. Por ejemplo, la elección de procurador y contralor, y que para eso bastaba con ponerlo en las manos impolutas, políticamente hablando, de los magistrados de las altas cortes, pero en vez de despolitizar los procesos terminamos politizando las altas cortes”, comenta Carlos Esguerra. “Desde el principio propuse que los nombramientos en las altas cortes se hicieran por méritos y sigo pensando que la gran falla de la justicia es no haber adoptado ese criterio, no solo para los magistrados de la Corte sino para todos los altos cargos como la Procuraduría, la Fiscalía, la Registraduría (…) y una buena parte de los problemas de la justicia tienen que ver con eso”, afirma Garcés.

“Es una constitución muy garantista para la gente, que le sirve al país de hoy”. M.T. Garcés.

A pesar de lo anterior y en términos generales, tanto Garcés como Esguerra están de acuerdo en que Colombia no necesita una nueva constitución política “porque los problemas que hoy tiene el país no tienen que ver con la Constitución, sino con la falta de aplicación de ella en la forma que corresponde”, dice Esguerra. “Eso significaría un escenario para pelear, podría dejar muy lesionado al país y sería dar un salto al vacío”, comenta María Teresa.