Aprender a relacionarse con uno mismo, con el ambiente, con los demás, con los otros y con Dios en medio de los desafíos impuestos por el distanciamiento social y físico de la pandemia, fueron los ejes principales que guiaron las reflexiones de la Semana del Carisma Ignaciano, celebrada entre el 27 y 31 de julio, para encontrar nuevas formas de diálogo y acompañamiento a la luz de la espiritualidad ignaciana. Desde la pedagogía de San Ignacio de Loyola, enfocada en el acompañamiento al otro, la Cura Personalis se destaca como el acto de dar y recibir con la finalidad de que el compañero se desarrolle internamente. A partir de ese lugar de intercambio entre ‘acompañante’ y ‘acompañado’ se vio necesario[…]