Especial del Papa: La misericordia revolucionaria del papa Francisco - Hoy en la Javeriana
La misericordia revolucionaria del papa Francisco
Carlos Novoa S.J.
Departamento de Teología. Profesor Titular, Doctor en Ética Teológica
El lunes abril 21 de 2025, a las 7.30 a.m. hora de Roma, 12.30 a.m. hora de Colombia, el papa Francisco terminó su presencia física en este mundo, definiéndose su vida para siempre en el gozo de Jesús. Nuestro querido Obispo de Roma murió en su ley: “Para toda cristiana y cristiano la autoridad es solo servicio, y el poder solo el poder de la cruz,” verificó él, quién -en el ejercicio de su gran responsabilidad- continuamente estuvo marcado por la entrega incondicional al otro y por la praxis del poder, arrodillándose a lavar los pies de sus hermanos. Esta entrega y este arrodillarse tan típicos de Jesús, el evangelio los resume en un término: splanjnízomai, el cual paso a explicar.
splanjnízomai es un vocablo del Evangelio escrito en el griego de la koiné, la lengua de la versión más antigua que conocemos del Nuevo Testamento. Este idioma, junto con el latín, constituían la lengua franca de la cuenca del Mediterráneo en el siglo I D. C. Tal vocablo es un término médico de la época que significa dolor de parto, como también un intenso padecimiento en lo más profundo de las entrañas. Y en el ámbito evangélico se refiere al sufrimiento que experimenta Jesús frente a la aflicción del otro, su hermano y congénere, afirmando que el Señor siente splanjnízomai. Toda mamá testimonia el insoportable dolor corporal que genera el alumbramiento de su hijo, pues esta misma agonía es la del Nazareno cuando se apropia del sufrimiento de cada persona, dice el Evangelio.
Para el Hijo del Hombre el agobio y alegría de cada humano es muy propio, convirtiéndose este splangnízomai en la característica por excelencia de la persona y existencia de Cristo. Esta asunción de los sentimientos humanos más insondables constituidos por el gozo y el dolor, lanzan al Hijo del Hombre a construir con las hijas e hijos de Dios soluciones reales y efectivas a sus grandes congojas, y a cultivar el entusiasmo en su celebración y realización.
La traducción más pertinente del término splanjnízomai al castellano se halla en la palabra compasión, del latín con – passio que significa sentir - con, en este caso, hacer propios los sentimientos de las personas y actuar en consecuencia. También se utiliza el término misericordia en esta traducción, el cual viene de dos raíces latinas, miser – cor, literalmente miserable – corazón, siendo corazón en la lengua romana la fuente de los más hondos sentimientos y emociones, en este caso, compasión, o sea sentir con el sufriente y necesitado. Por ende, en splanjnízomai, misericordia y compasión tienen igual contenido semántico, son sinónimos. Sin duda la etimología griega es mucho más rica, enjundiosa y expresiva.
La compasión – misericordia en Cristo cristaliza todas las dimensiones de su existencia, y por ello el Evangelio nos comunica cómo Jesús se dedica a curar enfermos, compartir pan con los hambrientos, denunciar los abusos de los poderosos contra los débiles, acoger a los excluidos y estigmatizados por la sociedad (mujeres, niños, enfermos, prostitutas, pobres, pecadores, entre otros). El Mesías construye con nosotros una felicidad humana sin par, comunicándonos de forma simultánea la más grande de todas las revoluciones de la historia, al decir de Benedicto XVI y Francisco: el hondo cambio interior, la conversión del narcisismo y la arrogancia de poder que nos aniquilan, a la transparencia y entrega desinteresada sin límite al otro, único camino que nos rescata de los agobios que nos aquejan en el mundo contemporáneo, como la miseria, exclusión, guerras, persecuciones, dolores, y muchos más.
Entonces, la revolución del splanjnízomai compasión misericordia es el único camino que nos lleva a la plenitud y felicidad integral, superando los agobios que nos están matando a todos.
La ausencia de misericordia genera dolor y frustración. Por ejemplo, hoy por hoy poderes políticos hegemónicos y totalitarios definen por decreto que la humanidad solo puede ser heterosexual, condenando al ostracismo y al escarnio a millones de homosexuales, transexuales y lesbianas. En su insensibilidad, lo único que ven es cómo ganar votos para eternizarse en el poder atrayendo a sectores homofóbicos para sus partidos políticos. ¿Se dan cuenta de la fatalidad que trae el negar la misericordia? “¿Quién soy yo para juzgar a los gays?”, exclamó con fuerza el papa Francisco en varias ocasiones.
El caso actual de Gaza es otro ejemplo: Netanyahu y los suyos asesinaron a más de 53.000 palestinos, la gran mayoría de ellos civiles indefensos y desarmados, mujeres y niños. Sin duda un claro genocidio, crimen de lesa humanidad que nunca prescribe, según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Este genocidio se justifica porque el grupo Hamas asesinó a 1.500 judíos civiles inermes, masacre inaceptable y repudiable. Hamas y Netanyahu rechazan la misericordia y ponen al mando al egoísmo más malévolo e inimaginable. Con este ejemplo queda claro cómo urge la vigencia de la revolución de la misericordia que tanto vivió, testimonió y nos comunicó Francisco.
Algunas citas y acciones de Bergoglio sobre la misericordia
“La misericordia es como ‘el aire que hay que respirar’, eso es lo que más necesitamos, sin la cual sería imposible vivir”. “El Señor lo perdona todo ... Si el Señor no lo perdonara todo, el mundo no existiría”. “El papa Francisco al poner la misericordia de un modo renovado en el centro de su magisterio, cambió la percepción que tantos tenían de la Iglesia. Dio testimonio del rostro materno de una Iglesia que se inclina hacia los heridos y, en particular, hacia los heridos por el pecado. Una Iglesia que da el primer paso hacia el pecador, como hizo Jesús en Jericó, invitándose a sí mismo a la casa del impresentable y odiado Zaqueo, sin pedirle nada, sin condiciones previas. Y fue porque se sintió mirado y amado así por primera vez, que Zaqueo se reconoció pecador, encontrando en aquella mirada del Nazareno el impulso para convertirse”, explica el Vatican news, abril 2025.
Así mismo, el papa Francisco demostró con acciones el splanjnízomai misericordia compasión: llamaba por teléfono todos los días al párroco de Gaza, aún durante su hospitalización, para informarse y solidarizarse al detalle con el sufrimiento que viven los palestinos fruto de la invasión militar de Netanyahu y los suyos. Nuestro Papa argentino rechazó y condenó con vehemencia esta invasión, exigiendo el inmediato cese al fuego y el ipso facto inicio de una solución negociada y pacífica al conflicto. En el mismo sentido calificó de inaceptable la intromisión militar judía en el Líbano. Y de la misma forma que censuró la incursión castrense hebrea, repulsó el comportamiento demencial e inicuo de Hamas.
Hasta acá algunas realizaciones del splanjnízomai misericordia por parte de Bergoglio. Tales realizaciones son el producto del enamoramiento muy práctico de Francisco por Jesús, su gran maestro y amigo. Este testimonio de nuestro Pastor nos beneficia con mucho, ya que anima y nos prueba la validez y posibilidad del seguimiento de Jesús, ensombrecido tantas veces por el arrollamiento de la propaganda, el consumismo y la exaltación de la arrogancia de poder, tan típicas de la sociedad en la que nos hallamos.
Francisco, el bien que nos has hecho a los cristianos del mundo y a la humanidad en general es inconmensurable, gracias a Jesús por ti. Evidentemente, en la historia eclesiástica hay un antes y un después de nuestro Papa argentino.
A manera de corolario traigo algunas expresiones misericordiosas, emblemáticas y paradigmáticas, muy propias de Bergoglio:
- La paradoja es que a veces, quienes dicen no creer, pueden vivir la voluntad de Dios mejor que los creyentes.
- Tantos católicos son así y dan escándalo. … Para ser católico (así), es mejor ser ateo.
- Cuando tengo enfrente a un clericalista, me convierto en anticlerical de repente. El clericalismo es una perversidad y no tiene nada que ver con el evangelio.
- Yo creo en Dios, no en un Dios católico; no existe un Dios católico, existe Dios.
- Queremos ser una Iglesia que salga de casa para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación.
- Me acusan de herejía, pero hay riesgos que debo tomar.
- No quiero carreristas, no quiero cortesanos, no quiero trepadores en la Iglesia. A quien le guste trepar por favor no lo haga en la Iglesia, … váyase para los Alpes, es lo más saludable.