La "mamá gallina" de la Oficina de Construcciones de la Dirección de Recursos Físicos; así se referían a Patricia Ramos sus compañeros de trabajo, pues siempre estaba pendiente de todos y los cuidaba con una sonrisa y amabilidad que caracterizó su labor en la Javeriana.

Fueron 45 años de trabajo ininterrumpido con la Universidad, que iniciaron en 1980 en el Departamento de Lenguas Modernas de la Facultad de Comunicación y Lenguaje, antes llamada Facultad de Comunicación Social, y que continuaron en 1993 hasta este año, 2025, en la Dirección de Recursos Físicos, cuando, luego del deber cumplido y alcanzadas las metas para acceder a su pensión, se retiró de la Javeriana.

Las cuatro décadas y media dejaron sembrado en ella un “legado imborrable de una vida entregada con amor, esfuerzo y gratitud a esta institución que tanto amo (…) No hay palabras ni tiempo suficiente para contarles todo lo hermoso que ha sido vivir aquí. Trabajar para esta Universidad, más que un empleo, ha sido un propósito y una pasión”, expresó con visible emoción Patricia.

Fue gracias a esa alegría en su personalidad, al trato amable y respetuoso hacia la comunidad javeriana y a la alta disposición de servicio y dedicación a su labor que el pasado 25 de junio el rector de la Universidad, P. Luis Fernando Múnera Congote, SJ, le concedió la Cruz de Oro San Francisco Javier a Patricia Ramos, frente a su esposo, sus hijos y compañeros de trabajo, en la Sala San Ignacio.

La entrega de esta distinción universitaria es una forma de “expresar el reconocimiento y la gratitud de la comunidad educativa javeriana a Patricia, quien ha sido ejemplo no solo de afecto y lealtad a la Institución, sino también de consagración al trabajo durante 45 años”, quedó registrado en la resolución No. 742 de la Universidad donde se otorga la Cruz de Oro.

“Estamos aquí por el deseo de celebrar, honrar y agradecer a Patricia Ramos no solo por lo que hizo y aportó en sus 45 años de vinculación a la Universidad Javeriana, sino fundamentalmente por lo que ella ha sido como miembro integral de nuestra comunidad, y como testigo y protagonista del devenir de la Universidad y de sus grandes transformaciones al servicio de la sociedad y de las personas”, expresó el padre Luis Fernando durante la ceremonia de entrega de la distinción.

Son varias las historias de vida que se tejen a lo largo de 45 años, pues en los 13 que Patricia trabajó en la Facultad de Comunicación y en los 32 que estuvo en la Oficina de Construcciones, formó y vio crecer a su familia. Sus dos hijos, hoy egresados de la Javeriana en Derecho y Arquitectura, y que alguna vez durmieron debajo del escritorio de su mamá mientras terminaba sus labores, hoy la miran con orgullo y agradecimiento. Así lo expresa Paula Macías Ramos, hija de Patricia: “La admiro demasiado, como mujer y como persona. Como lo dijo el Rector: ella no solo era la mamá gallina de sus compañeros, sino también de los míos y de los de mi hermano, siempre nos cuida a todos (…) Ella todos los días se levantaba feliz para venir a su Universidad. La pandemia fue un momento especialmente duro para ella, porque no podía venir a la Javeriana, y ahora está en una nueva etapa. Está muy feliz, pero extraña cada día su Universidad. Es mi mayor orgullo”.

Para Javier Forero, director de Recursos Físicos y jefe de Patricia, “sus años de servicio, su compromiso institucional y su calidad humana han dejado una valiosa impronta en nuestra Universidad, cuya trayectoria de excelencia en la Javeriana merece ser reconocida”.

"Hoy, 25 de junio de 2025, hecho la vista atrás hasta aquel 27 de marzo de 1980 y siento una mezcla de alegría profunda por todo lo vivido y nostalgia por lo que dejo atrás. Me voy con la satisfacción del deber cumplido y con el corazón lleno de amor, por quienes compartieron esta travesía conmigo en los buenos momentos y también en los difíciles, siempre con sinceridad, respeto y afecto. Por siempre los llevaré en mi corazón”, expresó Patricia a la Universidad y a sus compañeros de trabajo.