Opinión
Septiembre 2, 2024
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La riqueza de la participación universitaria en el Consejo de Facultad

Danna Guzmán Gómez
Estudiante de las carreras de Contaduría Pública y Finanzas

Cada dos años, la Universidad organiza elecciones de estudiantes y profesores para seleccionar a los miembros de los Consejos de Facultad. Durante 2022 y 2024 he tenido la oportunidad de ser la estudiante miembro del Consejo de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Aunque al comenzar en 2022 no tenía un conocimiento profundo sobre los procedimientos de la Universidad, a lo largo de este tiempo me he familiarizado con ellos y he contribuido desde mi rol como estudiante, basándome en mis experiencias tanto en los salones de clase como en diversas instancias de participación. Estos dos años han sido de constante aprendizaje, con desafíos, debates y momentos de reflexión y discernimiento. Por ello, me gustaría compartir algunos de estos aprendizajes con ustedes.

Considero que lo más importante en este proceso es reconocer la relevancia de la participación en nuestra Universidad. Teniendo en cuenta que uno de los pilares de la Javeriana es la formación integral, la participación adquiere un rol esencial. Estas instancias (espacios, escenarios y mecanismos), independientemente de cuán cercanas estén a nuestra formación académica, contribuyen al desarrollo humano, fortaleciendo tanto habilidades técnicas como blandas. Asimismo, nos permiten aportar a los demás, ya sea a nuestros compañeros, profesores, administrativos e incluso a la comunidad externa de la Universidad.

Dentro de esta clasificación de instancias de participación, quisiera destacar los mecanismos de participación avalados por la institución, que cuentan con procedimientos específicos para garantizar su correcto funcionamiento. A través de ellos, los estudiantes tenemos la oportunidad de ser parte de la toma de decisiones, contribuyendo a la construcción de soluciones conjuntas para los problemas que enfrenta la comunidad universitaria.

Al hablar de ser parte de las decisiones, considero importante destacar la diferencia entre dos modelos de democracia: la democracia participativa y la democracia representativa. En la primera, se busca que las personas participen activamente en los procesos de toma de decisiones, aportando su perspectiva individual y sus experiencias personales para nutrir las discusiones y construir conjuntamente, donde la contribución del estudiante es valorada y considerada en la construcción del futuro.

Por otro lado, la democracia representativa se centra en la figura del representante, cuyo rol principal es transmitir y defender los intereses de un grupo específico dentro de la institución. Sin embargo, en nuestra Universidad se busca trascender este modelo, fomentando un enfoque más inclusivo y participativo.

El consenso es otro de los valores fundamentales en la toma de decisiones dentro de la Javeriana. A diferencia de un modelo en el que las decisiones se toman por mayoría, nuestra Universidad promueve el consenso como la vía principal para alcanzar acuerdos. Este enfoque implica que, en las discusiones planteadas en las instancias de participación, cada punto de vista es escuchado y considerado. No se trata de convencer a los demás de que una opción es mejor que otra, sino de trabajar juntos para construir soluciones que beneficien a la comunidad. Es en este contexto donde considero que la frase “La universidad somos todos” cobra mayor sentido, pues en estos espacios de diálogo, reflexión y construcción conjunta nos olvidamos de las jerarquías y nos reconocemos como personas, cada una con vivencias que nos permiten argumentar y aportar al crecimiento colectivo.

Dentro de este contexto, uno de los mecanismos de participación más importantes son los Consejos de Facultad. Estos órganos colegiados, donde se toman decisiones clave sobre los programas, departamentos y unidades de la Facultad, están conformados por directivos de la Facultad, un profesor, un egresado y uno o varios estudiantes, dependiendo de lo que determine cada Facultad.

Desde mi experiencia, puedo afirmar que participar en un Consejo de Facultad implica tanto oportunidades como retos para el crecimiento personal y académico de los estudiantes. Al ser parte de estos órganos, los estudiantes adquirimos un mayor conocimiento sobre los procesos internos de la Facultad y de la Universidad en general. Esta experiencia permite aportar desde el rol estudiantil y ser parte de las decisiones sin perder nuestra perspectiva y enriqueciendo el debate con las vivencias y conocimientos adquiridos en el aula y en diversas instancias de participación.

Además, este rol conecta a los estudiantes con otras instancias de la Universidad, ya que los delegados tenemos la posibilidad de integrarnos al Comité de Estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana (CEPUJ), una instancia de participación que aborda retos transversales a nivel universidad e incluso, en algunos casos, multicampus. Este tipo de participación permite ampliar nuestra visión, abordando tanto los desafíos específicos de nuestra Facultad como los problemas más amplios que afectan a toda la comunidad universitaria.

Asimismo, el rol del delegado nos permite ser puentes de comunicación, ya que, al ir ampliando nuestra visión de la Universidad, podemos conectar a nuestros compañeros con distintas instancias. Esto implica ser un apoyo tanto para otros estudiantes como para las directivas, pues el puente de comunicación va en doble vía. En el caso de las directivas, este mecanismo se basa en visibilizar situaciones o retos que enfrenta la Universidad y que requieren atención.

Igualmente, quisiera mencionar la importancia del voto, esta radica en que permite que existan delegados que incidan en las decisiones institucionales desde sus experiencias personales, siendo tan relevante todo el proceso de elección de estudiantes, el voto y quien queda en el Consejo.

Para concluir, quisiera hacer hincapié en que cada espacio, escenario y mecanismo de participación, como los semilleros, grupos estudiantiles, el Centro de Asesoría Psicológica y Salud (CAPS), pastoral, grupos culturales, entre otros, tiene sus propias responsabilidades y características, contribuyendo de manera única al crecimiento personal. Quizá el aprendizaje más valioso que he tenido es que, al involucrarnos activamente en estas diversas formas de participación, no solo nos desarrollamos académica y personalmente, sino que también fortalecemos la red de cuidado dentro de la comunidad.