Institucional
Condecoración
Julio 29, 2025

Medalla Peter Canisius a liderazgo ignaciano con alma latinoamericana

El Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano (PLIUL) fue reconocido durante la Asamblea IAJU por la formación de jóvenes universitarios conforme a los valores de la espiritualidad ignaciana. 

Durante la Asamblea de la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU), celebrada en la Pontificia Universidad Javeriana entre el 30 de junio y el 3 de julio de 2025, el Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano (PLIUL) fue distinguido con la Medalla Peter Canisius. Esta condecoración, instituida por la IAJU en su asamblea de 2022 en el Boston College (Estados Unidos), reconoce a personas, instituciones o programas que han realizado aportes extraordinarios a la educación superior jesuita. Se otorga especialmente a quienes promueven una fe que actúa por la justicia, amplían el alcance y la calidad de la educación ignaciana, y contribuyen de manera significativa al desarrollo cultural, social, intelectual y espiritual de las comunidades universitarias. 


Miguel Navarrete P. César Muziotti y P. Arturo Sosa con la medalla Canisius


El reconocimiento fue entregado por el padre Arturo Sosa, S.J., Superior General de la Compañía de Jesús, como expresión del aprecio al compromiso del PLIUL con la formación integral de jóvenes líderes en América Latina. En representación simbólica del equipo de coordinadores locales y de los más de 4.500 egresados del programa, recibieron la medalla el padre César Muziotti, S.J., coordinador de la Red de Homólogos de Pastoral de AUSJAL, y Miguel Navarrete Tovar, profesional del Centro Pastoral de la Pontificia Universidad Javeriana recientemente vinculado al programa a nivel local y regional. 

Este galardón representa un hito en la historia del PLIUL, una iniciativa que nació en 2007 impulsada por la Red de Homólogos de Pastoral de AUSJAL, con el propósito de formar estudiantes universitarios inspirados en la espiritualidad ignaciana, comprometidos con la justicia y el servicio a los demás.  

“Soy egresado de la experiencia piloto, un programa que marcó profundamente mi vida y la de muchos otros. Desde el inicio, este proyecto fue concebido no solo para formar profesionales, sino para transformar vidas y tocar el corazón de nuestras sociedades. El Padre General Arturo Sosa, exrector de mi universidad — la UCAT — fue, desde el primer momento, un pilar fundamental. Su apoyo firme permitió que esta experiencia se multiplicara en las universidades de AUSJAL. Este reconocimiento tiene un profundo valor simbólico: que sea precisamente uno de los grandes hacedores del programa quien lo entrega, da sentido a todo lo vivido”, comentó en la cuenta de Instagram del PLIUL Yensy Meneses al conocer el reconocimiento al programa. 

 

El PLIUL en la Javeriana 

Desde sus inicios, la Pontificia Universidad Javeriana ha desempeñado un papel activo en la implementación y consolidación del PLIUL, convirtiéndolo en una experiencia formativa que articula el autoconocimiento y la vida espiritual, a partir de los Ejercicios Espirituales, con el desarrollo de habilidades de liderazgo y el compromiso con la transformación de las realidades sociales y ambientales. 

Fiel a su identidad latinoamericana, el PLIUL reconoce, valora y se enriquece de la diversidad de contextos presentes en cada país y universidad, promoviendo una experiencia profundamente encarnada, intercultural y plural. 


Inserción PLIUL - Casa Pastoral Nuestra Señora del Camino (Altos de la Florida, Soacha) 2024


A lo largo de sus 18 años de trayectoria, el PLIUL ha acompañado la formación de miles de estudiantes provenientes de universidades jesuitas de toda América Latina. En el caso de la Javeriana, más de 650 estudiantes han participado en este camino formativo, viviendo experiencias significativas como la inserción en comunidades que enfrentan desafíos socioambientales, la vivencia de los Ejercicios Espirituales, jornadas de formación en liderazgo y participación en encuentros regionales, tanto andinos como latinoamericanos. Estas vivencias han sido clave para forjar liderazgos diversos, profundamente enraizados en el carisma ignaciano, caracterizados por el discernimiento, la vocación de servicio y el compromiso con la justicia social y ambiental. 

Nuevas etapas, nuevos desafíos 

Hace unas semanas, el Centro Pastoral San Francisco Javier de la Javeriana inició la cohorte 2025 del programa en la Universidad, marcando el comienzo de una nueva etapa cargada de propuestas renovadas que buscan seguir respondiendo a los desafíos de nuestro tiempo. Este año, el Centro ha querido innovar en la manera de vivir dos de las experiencias más significativas del PLIUL. 

Por un lado, lanzó el campamento CRESER, bajo el lema “conectando con la realidad, creciendo en liderazgo”. Este espacio ofrece formación en liderazgo, experiencias comunitarias en territorios atravesados por problemáticas socioambientales, y momentos de oración y discernimiento, tanto personales como grupales. Más que adquirir herramientas, se trata de vivir una experiencia profunda que entienda el liderazgo como una vocación de servicio, al estilo de Jesús: con los pies en la tierra y el corazón disponible. 


Inserción PLIUL - Casa Pastoral Nuestra Señora del Camino (Altos de la Florida, Soacha) 2024


Por otro lado, propone una experiencia de Ejercicios Espirituales mediados por el arte y la interioridad, como un tiempo de silencio, escucha y profundidad. Allí, cada joven podrá abrirse al encuentro personal con Dios y dejarse conducir por su llamado. Será un espacio propicio para crecer interiormente, acoger la vida con gratuidad y reafirmar el deseo de contribuir, desde la fe, a la transformación del mundo. 

Ambas experiencias se complementan para formar líderes con sensibilidad social, mirada crítica y espiritualidad encarnada, capaces de soñar y construir caminos de esperanza junto a otros y otras. 

Proyección y esperanza 

Este reconocimiento internacional no solo celebra lo que el PLIUL ha logrado, sino que reafirma la relevancia y vigencia del liderazgo ignaciano que el programa promueve en América Latina. Al mismo tiempo, abre nuevas posibilidades para ampliar su impacto en las universidades de la región, en un contexto global que exige respuestas valientes y compasivas frente a desafíos como el cuidado de la casa común, la defensa de los derechos humanos, el diálogo intercultural e interreligioso, y la búsqueda de justicia en medio de profundas desigualdades. 

El camino que se abre implica seguir discerniendo, en comunidad, cómo responder desde la espiritualidad ignaciana a las urgencias de nuestros pueblos. El PLIUL apuesta por formar jóvenes líderes capaces de transformar la realidad con profundidad espiritual, conciencia crítica y esperanza activa.