El segundo paso que permitió hacer realidad la idea de los padres jesuitas de elevar a la categoría universitaria los estudios que ofrecían en el Colegio de Santafé -establecido desde 1604- tuvo lugar el 2 de febrero de 1622, hace ya cuatro siglos. En efecto, mediante la cédula que Felipe IV expidió ese día en Madrid, el Rey pidió a los arzobispos y obispos de las iglesias metropolitanas y catedrales de “las Islas, Indias y Tierra Firme del mar océano” dar pleno cumplimiento a lo estipulado en el Breve Apostólico del 8 de agosto de 1621 dado en Roma por Gregorio XV, relacionado con los grados que podrían otorgarse a los estudiantes de “los Colegios formados de los Presbíteros de[…]