Sequías prolongadas, lagunas y humedales destruidos, selvas que pierden la capacidad de retener agua; erosión y pérdida de suelos por uso indiscriminado para ganadería; cambios de temperatura y humedad que pueden generar vulnerabilidad en la manifestación de insectos, así como la dispersión de enfermedades infecciosas de todo tipo que afectarán no solo a plantas y animales, sino también a las personas, lo que implica tener ya una proyección de problemas de salud importante, son algunas de las consecuencias que trae estar acabando con la Amazonía. La reflexión la hizo Brigitte Baptiste, bióloga javeriana, doctora Honoris Causa en Gestión Ambiental de la Unipaz y actual rectora de la Universidad EAN, quien con su conferencia ‘Reflexión sobre los escenarios futuros y retos[…]