En la sociedad, una organización se define fundamentalmente por los fines que persigue y las normas que regulan su actividad, lo mismo que por las personas que hacen parte de ella, con diversas funciones, algunas de carácter directivo. Sin embargo, con frecuencia se hace notar la diferencia entre lo que es la institución, llamada a permanecer en el tiempo, y las personas vinculadas a ella, que siempre serán transitorias. Ciertamente, la relación que existe entre institución y personas es delicada y requiere cuidado para evitar que la primera quede al servicio de los intereses particulares de uno o varios individuos, o que lo único que cuente sea el beneficio de la organización. Uno de los momentos que ponen en evidencia[…]