Conocí a Joaquín Sánchez al inicio de los años ochenta. Para nosotros era el «Padre Joaco», como cariñosamente le decíamos a nuestro decano los estudiantes, profesores y empleados administrativos de la Facultad de Comunicación Social de la época. Fue en el antiguo auditorio del edificio Pablo VI; él estaba tocando el acordeón junto a algunos estudiantes y al padre Luis Carlos Herrera. A estas celebraciones, de bienvenida a los neojaverianos, se unieron, en años siguientes, los decanos del Medio Universitario Gilberto Cely, Jorge Uribe, Eduardo Valencia, Gabriel Jaime Pérez y Jürgen Horlbeck. Era una experiencia que se repetía cada semestre para muchas generaciones de comunicadores sociales y periodistas formados con su liderazgo entre 1977 y 1997. Además de decano, fue[…]