La impronta de la teología jesuita ha estado al servicio de la misión evangelizadora y una producción académica que ha alimentado a un número significativo de laicos y laicas, clérigos, religiosos y religiosas. Hoy como ayer la Facultad ha contribuido en la formación de insignes profesionales. Ayer, respondiendo a las corrientes teológicas de la época colonial; hoy, atenta a los movimientos surgidos a partir del Concilio Vaticano II. En fidelidad al magisterio eclesial y con creatividad ante el trabajo científico e investigativo propio de la teología, la Facultad ha producido un pensamiento teológico, hoy con sabor a América Latina y el Caribe. Nuestra Facultad de teología al ser eclesiástica responde a todas las disposiciones y normativas de la Santa Sede.[…]