ISBN : 978-958-781-326-5
ISBN digital: 978-958-781-327-2

La construcción mediática de la identidad en el espacio público

Kathya Jemio Arnez

Doctora en Historia. Lingüista, periodista, investigadora junior (Colciencias). Profesora asociada. Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid.

kajemio@elpoli.edu.co

Coinvestigadores: Juan Felipe Grisales, Andrés Acevedo, Sebastián Giraldo.

Resumen

Con análisis de fotografías que fueron recuperadas de una muestra de siete periódicos que circulan en La Candelaria (comuna 10 de Medellín, Colombia), se indagó en la lectura que propone la narrativa mediática sobre el espacio público de un sector turístico, histórico, patrimonial y cultural, para el que existe la visión de recuperación y que se encuentra en tensión con las condiciones de usuarios no deseados, quienes se enfrentan a la ambivalencia hospitalaria de un lugar de encuentro y la idea de control y vigilancia, en el orden de ese espacio. Se entiende que esta relación revela las pautas culturales populares en desarticulación con los objetos apetecidos por la cultura de la clase media en el sector. En esa relación se emplearon elementos de la técnica hemerográfica, una matriz de recolección de datos, de análisis y de fotografías (2003 a 2011), que provienen de los periódicos mencionados.

Palabras clave: periódicos del centro, usuarios del espacio público, fotografía.

Introducción

Las dinámicas del proyecto cultural denominado Ciudad Botero, en la Comuna 10 de Medellín, tienen un eco profundo en su espacio público y revelan las tensiones entre las reglas de uso y las formas de control y vigilancia. La renovación del lugar da forma y vigencia a la tensión de un orden que no ha logrado el consenso y que bajo un conflicto que implosiona diariamente, acrecienta la oferta de actividades culturales, comerciales, turísticas y recreativas que llaman al retorno a la clase media y a la vez, da cabida a formas de desalojo del espacio público de usuarios no deseados en el lugar. En ese contexto se realiza la situación parecida a la que describe Sennet (2003:26) “Allí fue donde la gente experimentó esa particular falta de respeto que consiste en no ser vista, en no ser tenida en cuenta como auténticos seres humanos”.

Las interpretaciones contemporáneas sobre el centro de las ciudades pueden diferenciarse por los procedimientos que se aplican a sus transformaciones y que evidencian una visión de espacio público y reconstrucción de ciudadanía relacionada a la disputa simbólica, por una parte, y a la construcción de identidades por la otra, o desde diversas visiones y políticas públicas. Manuel Delgado (2011) comprende que están presentes discursos urbanísticos, históricos y patrimoniales. Y no siempre existe relación o sintonía entre ambas comprensiones.

El contexto se presenta con un conjunto de situaciones que han sido acompañadas por el aumento del miedo a ser atracado. Por lo mismo que la “institucionalización del miedo urbano” (Baumann, 2009: 102), es un dispositivo que da lugar a situaciones de rechazo, a la discriminación, a la idea de inseguridad y esto, aunque nunca les haya pasado (Encuesta, 2011) nada a quienes afirman tener temor transitar por ciertos lugares y a determinadas horas del día o de la noche por el sector denominado Ciudad Botero. Con esto también se revela el temor al desconocido y anónimo.

En otro plano, esos lugares como los alrededores del lugar estudiado, están contenidos en los procesos de gentrificación o de restauración del tejido social y urbano, por medio de operaciones de renovación y de reconstrucción (Salgado, 162). Frente a lo público existe también la idea de un espacio virtuoso, ilustrado, urbanístico que tiene dirigida su atención hacia el retorno de la clase media y “declara la muerte de la ciudad popular mediante valores abstractos como el arte, la cultura, el diálogo, (..). En esa lógica, la vigilancia, el control, el orden son armas de la maquinaria panóptica de control y vigilancia” Delgado (2011).

Construcción mediática e historias de vida

Julián González (2001) halló como la prensa colombiana se ocupa de la biografización desde las experiencias límite y entiende que el público tiene interés por configurar una imagen total de las acciones humanas y que el periodismo satisface este interés. Un aporte distinto hace Vladimir Kalina (1984). Entiende que reducir la función del género a la presentación circunstancial de una personalidad resulta poco para la complejidad del género y sus derivados. En su calidad de género, Gilberto Loaiza (2004) descubre en su estudio a individuos sin brillo que pertenecen a la sombra histórica y social.

Tal vez, la antropología fue la disciplina que con mayor interés conectó las historias de vida y los testimonios como métodos de investigación. (Alicia Frete, 2000) afirma que la literatura, las investigaciones sociológicas, etnográficas, antropológicas y periodísticas abordan el uso del testimonio en calidad de narrativa documental o literatura testimonial, con el profundo interés de develar la problemática de un orden existente.

Un dilema visible en este género es el parecido con la necrológica. López Hidalgo (1999). El personaje muerto queda en la memoria y hay conocimiento sobre la causa, lugar, día, hora de la muerte, valoración de la vida y obra.

La sociología también reveló las condiciones sociales y de la macroestructura. Estas representaciones están asociadas a los acontecimientos con impacto sobre la vida en la calle, en el espacio público. Hay personajes cuya existencia se configura desde los contenidos periodísticos, por ejemplo los N.N., o indocumentados, pero también se construye el temor a su proximidad y a compartir con ellos el espacio público.

En la prensa colombiana Julián González (2006) ubica el extenso espacio que ocupan los individuos: “recrean y narran apartes de vidas pasadas y presentes ateniéndose a las regulaciones del discurso periodístico, (…). No es lo personal, sino su narración con el propósito de iluminar una porción de eventos de actualidad o, en el otro extremo, es la narración biográfica sobre personas que la actualidad mediática ha puesto en el centro de la escena”.

Por todo lo anterior, la narrativa mediática ¿evidencia una visión ya sea referida a la utilización de la fuerza coercitiva para el orden, control, vigilancia y el consenso deseados, y/o a la civilidad y a los derechos, igualdad de trato, reciprocidad en el respeto y libertad de tránsito de los ciudadanos sobre los espacios públicos? ¿Cómo moldea la idea de espacio público? ¿Cómo presenta las vidas marginales en la construcción mediática?

El objetivo del trabajo es describir las formas de representación fotográfica de identidades sociales marginales y presenta tres casos fotográficos.

Método

Bajo el concepto de “la prensa del Centro” está considerado un conjunto diverso de siete periódicos con periodicidad establecida y contenidos jerarquizados que se publicaron entre 2003 y 2011. Cantidad de ejemplares en la muestra: La Chiva (19), Q’hubo (1), Universo Centro (no se encontró), Centro adentro (3), Epicentro (6), Centropolis (28), Historias contadas (7). La muestra es de lunes a viernes y de todas las semanas de cada uno de los años estudiados. El tema fue escaso y dio pie para ampliar ciertos días. Jacques Kayser (1966) entiende que el análisis de la prensa pasa por el aspecto que se le ha dado a la pieza periodística y no al que ha ocurrido porque es la que influye. Predominantemente enfoca y resalta escenarios centrales o marginales y permite identificar qué merece atención prioritaria, lo que se puede definir como mirada informativa (Moreno, 2007: 26) .

La muestra se orientó a conformar conjuntos comparables que sean tratados por los mismos procedimientos. Se trató de reconstruir la agenda de los periódicos en temas de Espacio público, Seguridad, Aseo, Tráfico vehicular, Urbanismo, Parques, Usuarios. Para establecer el análisis se valoró elementos de información visual, titulación y ubicación. Al mismo tiempo, se integró al análisis las características fundamentales del medio; la mayor o menor cantidad de fotos y la extensión. También se añadió información cuantitativa “para cuantificar calidades de cada medio como un producto cultural y como un específico difusor de información” (Pintos, 2006).

El análisis que se aplicó sobre 58 fotografías depuradas y se remitió a una matriz con aproximaciones complementarias: de observación técnica y de contenido, de interpretación y de valoración con preguntas guías. El proceso consistió en observar lo general y examinar los detalles. A continuación identificar los componentes que construyen la identidad de los usuarios, en los tiempos y lugares que se encuentran, así como en la interacción con otros. A partir de esa exposición describe la representación visual del espacio público de Ciudad Botero, analiza los significados sociales, qué, cómo y por qué muestran. De la muestra, en portada fueron: 6, y solo texto: 6. Las preguntas a las fotografías recogidas para el análisis estuvieron guiadas por la necesidad de saber, qué muestran, cómo muestran y por qué muestran.

Análisis de fotografías

En la muestra de fotos se encontró: 54 oportunidades de referencia visual al sector en los términos de los objetivos. De ellas 11 corresponden a la portada de los periódicos estudiados. Dos a Epicentro, dos a Historias Contadas, seis a Centrópolis y una a La Chiva. De esto se identificó que cuatro se ocupan de Seguridad y provienen de la Chiva y de Centrópolis. Por lo demás, son 23 oportunidades de referencia visual a asuntos arquitectónico, urbanísticos, patrimoniales, culturales, turístico y estéticos. Son 29 referencias visuales orientadas a temas sociales, de inseguridad, insalubridad, indigencia y desorden. Se entiende que la fotografía representa en cada relato singular una historia social y esta relación entre lo social y lo singular, semantiza una propuesta de ciudad, que, en primer lugar, busca el reconocimiento y asiduidad turística, cultural y artística y, en segundo lugar, impone la vigilancia, el control y en ocasiones el encierro o castigo a aquellos que producen, solo con su presencia, temor e inseguridad en el sitio.

Tres fotografías distintas arrojaron la información que sigue:

  1. Seguridad. - La fotografía Cp-024-A-2009 (portada) presenta el sector de la Plazuela de las Esculturas con tránsito vehicular fluido y peatones tratando de cruzar la calle, al fondo observamos el Palacio de Cultura Rafael Uribe Uribe. El principal actor es el agente de la policía, visibiliza el lugar como seguro, con control y orden; se disponen de puntos para la verificación de identidad y se pone a juicio quienes cumplen con las condiciones para poder circular. Hay civilidad condicionada a la razón de “seguridad”. El tránsito no es interrumpido, la dinámica transcurre con tranquilidad, no hay objetos o sujetos marginales, por el contrario se evidencia un lugar limpio y no hay presencia de habitantes de la calle y mucho menos de vendedores ambulantes en el espacio público. En este caso el policía genera tensión entre quienes son usuarios regulares, puesto que son ellos a los que se trata de desplazar a diario. No se advierten aspectos de la venta informal, los habitantes de la calle muchas veces durmiendo en las aceras de esa avenida, pero es claro que los intereses informativos de la fotografía están direccionados a mostrar la seguridad desde un punto de vista de control. Hay una concepción de seguridad custodiada por la fuerza pública y que nada puede pasarle al visitante, pero por otro lado esto puede significar que el lugar es tan inseguro que se hace necesaria la presencia de la policía, lo que puede aumentar el temor o la seguridad de las personas.
  2. Desorden. La fotografía cp-046-a-2006 (portada). Es la venta ambulante de fresas. Intencionalidad del fotógrafo: Mostrar el comercio ambulante del centro como algo estético y ordenado, anulando la presencia del vendedor. Se encuentra implícito el desorden público, poco espacio para transitar, venta informal sinónimo de desempleo y rebusque. Al no tener otro sitio se asientan en las calles de Ciudad Botero, dónde los intereses son el turismo. Allí encuentran libertad y generan desorden y comercio informal en pleno, dificultando el paso ligero y adecuado. Corresponde a una realidad de lo que se vive, los andenes están llenos de vendedores. El fotógrafo aprovecha el encanto de las frutas en la luz y en la perspectiva, pero es poco informativo. Además de ocultar al vendedor o dueño de la carreta. Este comercio informal trae consigo otro tipo de usuarios que van de paso o vienen a realizar su actividad de compra o venta, volcando el orden a otro plano. La acción de la mujer cogiendo al niño del brazo da la idea de un lugar muy transitado, que puede poner en peligro la integridad. No hay un conflicto latente, sin embargo el desorden incontrolable puede generar intolerancia, debido a al ruido, la multitud, razones que pueden generar inestabilidad en la convivencia.
  3. Patrimonio, historia, turismo, cultura. La fotografía ep-062-a-2011 muestra una de las entradas principales del Palacio de la cultura Rafael Uribe Uribe, que está en la calle 52 con Bolívar, por el lado posterior a la plaza de las esculturas, situado debajo del viaducto del metro. Hay transeúntes, sin embargo nadie entra debido a que está cercado y cerrado, lo que a primera vista da la impresión de ser una instalación que se reserva el derecho de admisión o es de uso privado. Tampoco se evidencia resistencia de los transeúntes ante esta privación. Los usuarios tienen como objetivo otro destino. El principal actor de la fotografía es la infraestructura que ocupa casi un cien por ciento de la foto; luego están los transeúntes. Intencionalidad: sin duda mostrar un lugar importante. Queda implícito que es patrimonio y se infiere que se deja a un lado el interés y la posición de los transeúntes quienes son usuarios frecuentes del sector. No se ven los usuarios frecuentes, el habitante de la calle y el vendedor ambulante que hacen parte de la vida cotidiana del lugar.

Conclusión

Hay intención de mostrar el Centro como lugar vigilado y controlado, lo que puede dar una percepción de seguridad con la exposición informativa de la fuerza coercitiva para el orden, control, vigilancia y el consenso deseados.

No hay una evidente acción de jerarquía en el lugar, los actores que intervienen en la fotografía están bajo las mismas condiciones hay una igualdad en cuanto a la utilización del lugar y el anonimato.

A pesar del choque que ha existido entre quienes buscan el beneficio del diario vivir y el rebusque, y entre quienes buscan el embellecimiento y el acceso denegado a estos sujetos; hay visiones desde los medios en este caso la prensa y la fotografía que buscan suprimir la existencia de estos sujetos de las dinámicas sociales del sector, sin embargo esta ausencia trasciende al hecho de que no existe un arreglo pactado entre ambos lados para convivir en el espacio público con todos los derechos, pues es evidente que priman los intereses de orden y belleza desde aspectos económicos como el turismo, manejado desde una visión desigual.

En la fotografía se evidencian dos actores que van en oposición de intereses, por una lado la del rescate cultural y artístico a partir de medidas de control de acceso y por otro, de quienes buscan en el centro un lugar para el trabajo y paso, desde esta medida se puede ver que en este lugar, el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, responde a una dinámica de patrimonio cultural en donde se busca que sus usuarios cumplan con unas características de carácter académico, el retorno de ciertas clases que una vez abandonaron el sitio, desencadena unas dinámicas de seguridad que involucran el desplazamiento de personas que están apartados de ese perfil, allí es donde el impacto se construye la identidad del sector a partir de las múltiples tensiones de orden y desplazamiento.

Se resalta solo la presencia de la infraestructura en el sector, y los transeúntes que van de paso, a simple vista todo transcurre normalmente, pero se evita el universo total de la realidad del sector. No hay presencia en la fotografía de los usuarios frecuentes (habitantes de la calle, vendedores ambulantes).

Referencias

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Encuesta (2010). “Espacios, oficios y representación del Centro. Sector Ciudad Botero. Estudio fotográfico”. Investigación financiada por el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid. PCJIC.

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