Investigación
Innovación
Noviembre 18, 2025

Veinte semilleros javerianos construyen futuro desde la investigación

Jhoan Sebastián Sierra Vargas
Vicerrectoría de Investigación
 

¿Qué significa envejecer en el lugar en el que se ha vivido toda la vida? ¿Cómo se imagina la obtención de células madre a través de la sangre menstrual? ¿Por qué no empezar a contar problemáticas sociales a raíz de narrativas locales? Estas preguntas, y muchas más, tuvieron lugar en Exposemilleros 2025 de la Pontificia Universidad Javeriana. Alrededor de 20 semilleros de las diversas facultades de la Universidad presentaron sus proyectos de investigación e innovación en temas como la tecnología, la vejez, la literatura, la robótica, los videojuegos, la genética y la medicina, demostrando que la curiosidad académica, cuando se alimenta desde la pasión y el rigor, puede transformarse en propuestas creativas y con posibilidades de impactar los distintos problemas que enfrenta el mundo en la actualidad. 

El camino hacia la final 

Todo comenzó con una invitación de la Vicerrectoría de Investigación a los semilleros activos de la Universidad: postular un proyecto de investigación y explicar no solo en qué consistía, sino por qué era relevante para atender problemáticas reales. Esta presentación la debían hacer en un video de máximo dos minutos para publicarse en redes sociales. 

Los estudiantes tenían hasta el 4 de noviembre para subir sus videos, en los que narraron la relevancia de su propuesta, el objetivo, el desarrollo, los resultados y el impacto que esperaban generar. Todo esto en 120 segundos. Algunos equipos filmaron en laboratorios, otros en comunidades donde trabajaban, y hasta crearon piezas con animaciones y efectos visuales. La creatividad fue tan diversa como las disciplinas representadas, un esfuerzo que se notó en cada uno de los semilleros. 

Los videos que cumplieron los requisitos pasaron a la segunda fase que consistía en publicar sus videos en la cuenta de Facebook de la Vicerrectoría de Investigación y de allí promover una votación dinámica. Del 6 al 11 de noviembre, los semilleros compartieron sus videos, movilizaron a sus facultades, familiares y amigos. Cada "Me gusta" era un voto de confianza. Finalmente, los diez proyectos con mayor respaldo del público ganaron el cupo en la gran final y el acceso al material de preparación para perfeccionar sus presentaciones y destacarse en la premiación frente a los jurados. 

La tarde de los pitches marcada por una decisión final 

Entre las dos y las cinco de la tarde del 12 de noviembre, el Auditorio Pablo VI se transformó en un escenario donde las luces, las cámaras y la acción, no hicieron falta. Allí los diez finalistas de Exposemilleros 2025 se jugaron el todo o nada. El reto consistió en que cada semillero tenía cuatro minutos para condensar meses de trabajo en un pitch que mostrara lo mejor de su investigación. Frente a ellos, un panel de evaluadores conformado por Alexandra Pomares Quimbaya, directora de Investigación; Erika Ospina, coordinadora de Fortalecimiento de Capacidades para la Investigación, Sergio Cuéllar, profesional de Inteligencia Competitiva de la Dirección de Innovación, y Claudia Marcela Mejía, coordinadora de Divulgación Científica y editora general de Pesquisa Javeriana. Después de cada presentación, las preguntas rotativas de los jurados ponían a prueba la solidez de cada propuesta. 


Alexandra Pomares, directora de investigación y jurado de pitch, da la bienvenida a Exposemilleros 2025 


Aquella tarde, los diez finalistas desplegaron la amplitud del conocimiento javeriano con ideas capaces de impactar a la sociedad y construir un futuro mejor para todos. El Semillero de Derecho Penitencial de la Facultad de Ciencias Jurídicas, realizó una puesta en escena a raíz de una investigación en un establecimiento penitenciario con el objetivo de indagar sobre cómo equilibrar los beneficios de disminución de las penas cuando los reclusos estudian mientras están privados de la libertad. Así compartieron el proyecto "De la celda al aula", una iniciativa en la que trabajan con un interno de la Cárcel de Guaduas. De otro lado, el Equipo Javeriano Fórmula SAE mostró los planos de sus vehículos de competencia, destacando diseños, construcciones e innovaciones pensadas para posicionar a la Javeriana en la competencia de talla mundial llamada Fórmula SAE, una serie de competencias donde universidades de todo el mundo crean vehículos tipo Fórmula 1. 

Desde una perspectiva educativa, el Semillero de Lenguajes, Discursos y Prácticas Educativas presentó su investigación sobre el impacto de las pruebas Saber 11 en una institución rural de Vista Hermosa, Meta. El proyecto busca comprender cómo este examen transforma las prácticas docentes y las experiencias de aprendizaje, proponiendo caminos hacia una enseñanza más crítica y significativa en la región. 

La sostenibilidad también tuvo su espacio. El semillero de Microbiología Ambiental propuso ‘BioTrueque: Transformamos aguas residuales y convertimos residuos sólidos en biochar’, un proyecto donde residuos combinados con microorganismos benéficos recuperan suelos, fortalecen plantas y limpian el agua. Por su parte, el semillero de Errores Innatos del Metabolismo explicó su trabajo en el desarrollo de una terapia génica para el Síndrome Morquio 4A, causado por una variante genómica que genera deficiencias en la enzima N-acetilgalactosamina-6-sulfatasa, que provoca alteraciones óseas e impacta severamente la calidad de vida de quienes lo padecen. 

Hubo lugar también para la literatura y la tecnología. El Semillero LIJ - Rastreando el libro infantil y juvenil en Colombia, le sigue la pista al ISBN (International Standard Book Number) de los libros para entender qué se lee y cómo evoluciona la literatura infantil y juvenil colombiana. Javex Robotics, a su vez, mostró avances y resultados de sus distintos artefactos mecatrónicos desarrollados como robots inteligentes y autónomos para competir en el certamen más grande de robótica del mundo, el cual es propuesto por la empresa Vex Robotics. 

Y, finalmente, los tres semilleros que conquistaron al jurado. Sus pitches no solo destacaron por su excelencia de comunicación creativa y asertiva, sino por la forma en que visibilizan un reto social real y cómo los avances científicos, tecnológicos y humanos pueden buscar resolverlos. Estos fueron: 

Meñe y Chipi, cuando los videojuegos, impactan la realidad 

Juan David Flórez y Samuel Castellanos del semillero de Desarrollo de Videojuegos, de la Facultad de Arquitectura y Diseño, subieron al escenario con una convicción clara: sin narrativas propias seguimos siendo espectadores de historias ajenas. Su proyecto Meñe y Chipi nació en un viaje a la Amazonía que les cambió la vida. Ahí vieron con sus propios ojos cómo 113.000 hectáreas han sido taladas, cómo el jaguar y el mono araña son desplazados de sus hogares, así cómo comunidades indígenas pierden sus territorios. 

Su respuesta estuvo centrada en crear un videojuego donde los jugadores acompañan a dos animales digitales inspirados en Margarita y Garota, un mono araña y un jaguar que conocieron en la Reserva Natural Zacambu Rainforest Lodge, un albergue ecológico ubicado cerca de la triple frontera entre Colombia, Perú y Brasil, en la cuenca del río Amazonas. En el juego, los usuarios desactivan maquinaria de minería ilegal, sabotean la deforestación y rescatan animales traficados. El proyecto, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible número 13 y 15, fue validado con fundaciones ambientales. Mientras Japón tiene Ghost of Tsushima y China tiene Black Myth Wukong, ellos proponen que Colombia, como el segundo país más biodiverso del mundo, también cuente sus propios relatos y desafíos ambientales a través de la gamificación de historias como la de Meñe y Chipi. 

Células Madre, la menstruación como oportunidad científica 

Manuela Vargas, Daniel Díaz y María Rueda, del semillero de Células Madre de la Facultad de Medicina, dejaron una idea resonando en el auditorio: todos los que estaban en esa sala surgieron de una única célula, capaz de diferenciarse y regenerarse hasta convertirse en los tejidos que hoy conforman sus cuerpos. Esa es la magia de las células madre. Y esa misma capacidad regenerativa que tienen los lagartos para recuperar su cola o el endometrio para renovarse mes tras mes, puede revolucionar la medicina. 

Su propuesta, se enfoca en estandarizar el protocolo de aislamiento y cultivo de células madre de la sangre menstrual, un campo inexplorado en Colombia a pesar de que estas ya han sido investigadas en otras partes del mundo. Específicamente, en China se ha demostrado que estas células pueden restaurar la movilidad en lesiones medulares.  

Este proyecto propone analizar el secretoma, el conjunto de moléculas que una célula libera al exterior, como proteínas, factores de crecimiento, exosomas y citocinas, mediante espectrometría de masas. Durante su presentación, los integrantes del semillero explicaron que, “acá en Colombia no se han hecho investigaciones sobre este tipo”. Por ello, buscan estandarizar el protocolo de aislamiento y cultivo de células madre provenientes de sangre menstrual y, posteriormente, analizar su secretoma, “que es básicamente las moléculas que secretan”. 

Pero además de la preocupación científica, su proyecto tiene un mensaje social relevante: “la menstruación no es un tabú, es una oportunidad biológica extraordinaria”. En un país con una pirámide poblacional cambiante y con crecientes enfermedades crónicas, esta investigación siembra una semilla de innovación médica frente a la crisis en los servicios hospitalarios. 

SALUS, envejecer con dignidad en comunidad 

Fernando Correa, Siu Salas y Luisa Zuluaga del semillero SALUS, del Instituto de Salud Pública, llegaron al barrio Pardo Rubio, en Bogotá, hace año y medio por invitación del profesor Juan David Parrado, docente de psiquiatría comunitaria del Hospital San Blas. Ahí comenzaron a trabajar con mujeres entre los 65 y 80 años, y pronto se dieron cuenta de algo fundamental y complejo para algunos, la salud no se mide únicamente con diagnósticos y cifras, también existen lineamientos cualitativos en las personas que la definen. 

Su proyecto ‘Mujeres que envejecen en Pardo Rubio’ nació de una pregunta en apariencia sencilla, pero profundamente compleja: ¿Qué significa envejecer donde se ha vivido toda la vida? En un contexto latinoamericano en el que las poblaciones envejecen más rápido que en otros lugares, enfrentando la pobreza, la desigualdad y la informalidad, esta pregunta cobra urgencia. En Colombia, envejecer con dignidad parece un privilegio cuando la mayoría de los adultos mayores viven en aislamiento y perpetuó olvido. 

Ellos crearon espacios participativos en el que las mujeres fueron reconocidas como expertas del envejecimiento desde su propia experiencia. Realizaron conversatorios, líneas de tiempo y fanzines que visibilizan sus voces. Han consolidado el "envejecimiento en el lugar" como categoría analítica pionera en estudios demográficos latinoamericanos, evidenciando las distancias entre lo que escribe la academia y lo que viven las personas. Para 2026, buscan consolidar un protocolo participativo, realizar narrativas de vida y generar conocimiento que inspire fortalecer las políticas públicas que beneficie a esta población. También enfrentan un reto inmediato: financiar el espacio amenazado por la crisis del Hospital San Blas. 

Tres proyectos, un mismo compromiso con la sociedad 

El panel de evaluadores deliberó y anunció que los tres semilleros destacados recibirían financiación de cuatro millones de pesos cada uno, recursos que podrán gestionar a partir de 2026 para consolidar sus líneas de trabajo y ampliar su alcance. 


Los estudiantes de los tres proyectos destacados de Exposemilleros 2025 posan con sus respectivos cheques durante la jornada de premiación en la Universidad Javeriana


Alexandra Pomares lo resumió durante el evento con una frase contundente:  "No queremos que las cosas se queden en la universidad. La idea es resolver un problema y compartirlo con el mundo, porque si no, no vamos a generar el impacto que queremos". Sus palabras capturan el espíritu de Exposemilleros, un encuentro que demuestra que los semilleros de investigación son espacios donde los estudiantes y profesores construyen conocimiento relevante, riguroso y transformador. 

La diversidad de los diez finalistas (desde células madre hasta videojuegos, desde derecho penitenciario hasta literatura infantil), refleja la complejidad de los desafíos contemporáneos y la necesidad de abordajes interdisciplinarios. Cada semillero encarna la convicción de que el conocimiento adquiere sentido cuando se pone al servicio de la vida, la justicia y la dignidad humana. 

Exposemilleros 2025 fue un puente entre la curiosidad estudiantil y las necesidades sociales, entre el rigor científico y la creatividad propositiva, entre el conocimiento javeriano y el bien común. Y lo más importante: demostró que son los estudiantes, con sus preguntas curiosas y sus respuestas creativas, quienes están construyendo el futuro que puede transformar realidades.