Hoy en la Javeriana: Proposito superior la fuerza que nos impulsa en el proximo quinquenio - Hoy en la Javeriana
Propósito superior: la fuerza que nos impulsa en el próximo quinquenio
Luis Fernando Múnera Congote, SJ, rector de la Pontificia Universidad Javeriana
“En la tradición educativa jesuita, somos comunidad universitaria, transformamos realidades con sentido y esperanza, articulando formación, conocimiento y solidaridad”
Mirar a lo lejos, mirar al futuro y hacerlo con esperanza ha sido una característica de nuestra comunidad universitaria en este último año y medio. Un tiempo en el que fuimos convocados a un ejercicio de planeación institucional, participativo, estimulante e inédito, que por primera vez nos ha reunido a la Sede Central y a la Seccional Cali, en un proceso con características comunes, más convergente, integrado y único para orientar el devenir de nuestra Universidad en el próximo quinquenio.
Encontrarnos para reflexionar, analizar y discernir en común ha sido una experiencia valiosa, en la que asumimos el reto de articular la diversidad y el vigor de una universidad cimentada en el conocimiento y el humanismo solidario. Una universidad con clara vocación de servicio a la sociedad, a las personas y a un mundo complejo e interdependiente, lleno de desafíos y oportunidades, que exige compromiso, conciencia crítica, ética y capacidad transformadora.
El pasado 31 de julio, día en que conmemoramos a San Ignacio de Loyola, patrono de nuestra Universidad, se hizo público el propósito superior que definimos como comunidad universitaria en el marco de la planeación institucional 2025-2030, y aprobado por el Consejo Directivo Universitario en su sesión del 23 de julio del año en curso. Lo entendemos como una razón profunda y emotiva, que nos proyecta hacia los próximos cinco años con la convicción renovada de seguir construyendo juntos un proyecto colectivo que nos enorgullece, del que hacemos parte la Sede Central, la Seccional Cali y Javeriana TEC.
Vemos en el propósito superior la expresión de una comunidad que reflexiona sobre su identidad, honra su tradición y se proyecta con sentido. Condensa, con profundidad y coherencia, una noción de universidad como cuerpo vivo y plural, donde estudiantes, profesores, personal administrativo y directivos se reconocen partícipes de un mismo proyecto educativo. Ancla nuestro quehacer en una historia viva de más de 450 años, nutrida por los valores de la Compañía de Jesús, la formación integral, la generación de conocimiento, el servicio a los demás y la búsqueda del bien común.
Como lo expresaban los miembros del Consejo Directivo Universitario, algo muy potente de este enunciado es que moviliza, que declara con firmeza que la universidad no se limita a observar el mundo sino que se compromete a transformar realidades con sentido y esperanza, aportando un sólido tejido relacional. Evoca una tradición crítica, humanista y espiritual que no es estática, sino que se renueva en diálogo con los desafíos contemporáneos. Enfatiza en la articulación firme y dinámica entre formación, conocimiento y solidaridad. Es de esta manera como nuestra universidad reitera su responsabilidad de formar profesionales competentes y ciudadanos sensibles, críticos, éticos y solidarios, capaces de leer el mundo y actuar sobre él con esperanza, entendida esta última como confianza activa en la posibilidad de un mundo mejor y como impulso que nos pone en camino, que nos brinda sentido y orientación.
Nuestra labor formativa se articula con la de generación de conocimiento, para la que la Universidad ha ido estableciendo capacidades humanas, técnicas y de infraestructura en los últimos años. La investigación y la formación están llamadas a configurar un círculo virtuoso que las alimenta mutuamente. Hoy nuestra universidad tiene la madurez para avanzar con decisión en esta perspectiva. La formación y la investigación tienen sentido para el servicio, para la solidaridad. Las personas que se forman integralmente y el patrimonio del conocimiento se movilizan en favor de la sociedad, para solucionar problemas, para avanzar y crecer. El ecosistema javeriano de conocimiento y formación integral encuentra el sentido de su quehacer en el logro de una sociedad más justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana, como lo declara nuestra misión.
Aproximarnos con tranquilidad y con tiempo, afinando los sentidos, a interpretar el significado profundo de cada uno de los componentes de nuestro propósito superior, y del propósito mismo como una unidad de sentido institucional, es un ejercicio al que quiero convocar a todos los integrantes de nuestra comunidad universitaria. ¿Qué nos dice este propósito superior? ¿Cómo vamos a darle vida en nuestras acciones cotidianas? ¿A qué movimientos y cambios nos convoca? ¿Qué nos entusiasma de lo que está expresado allí? Personas, grupos, unidades, iniciativas, proyectos, todos tienen un rol importante en su concreción.
Los desafíos que enfrentamos los debemos asumir con procesos institucionales articulados, con visión interdisciplinaria, cooperando activamente y dejándonos inspirar por este propósito. Como lo planteé en mi discurso de posesión, en estos ejercicios de discernimiento y planeación tengo la convicción de que nuestro mayor aporte es ser lo que somos: desplegar con pasión y pertinencia los rasgos más preciosos de nuestra naturaleza e identidad, leyendo con atención el contexto, siendo creativamente fieles a nosotros mismos y trabajando juntos, porque es de esta manera que podremos seguir avanzando con serenidad y firmeza en medio de los mares picados y las tormentas.