• La manera como apropiamos, cumplimos y hacemos cumplir los reglamentos.

• El modo como resolvemos las situaciones a las que nos vemos enfrentados, la mayoría de ellas cuando debemos poner en la balanza lo que esperamos o deseamos, los reglamentos o normas y las realidades de las personas.

• Las maneras como sentimos frente al acontecer institucional (decisiones, actividades, salarios, beneficios, reprensiones, distribuciones, recursos…).

• Los elementos que consideramos a la hora de proponer acciones, proyectos y programas.

• Los principios, modelos y teorías a partir de las cuales procuramos responder a las demandas de la sociedad, a los requerimientos de las profesiones, las disciplinas, las ciencias, las tecnologías, las artes y las humanidades.

• Las formas como comprendemos el ser Universidad, en ese compromiso con el conocimiento, las verdades, las ciencias, las investigaciones, la formación, la proyección de su saber a la sociedad y sus organizaciones.

• Al ser la nuestra una Universidad de Iglesia, entonces su cultura se refleja también en la manera como entendemos esta universidad como Católica, Jesuita y Colombiana.

Todo esto constituye la Cultura Institucional; es decir, los principios y valores que ponemos en juego cuando actuamos como miembros de la Comunidad Universitaria.

Algunas personas hablan de la “Javerianidad”, indicando por ello la manera como actúan, piensan, sienten, se relacionan, toman decisiones, etc.

Para otros, además de lo anterior, la “Javerianidad” es sinónimo de “humanismo”; por ello se espera que el rasgo distintivo de las personas que comparten los principios y valores de la Universidad, es tener una perspectiva en la que lo humano, la búsqueda y construcción de lo que dignifica a las personas, la sensibilidad para admirar y horrorizarse, entre otras manifestaciones del humanismo, hacen parte de sus prioridades.

Pero no es suficiente con la “disposición”. Se hace indispensable que ésta sea rubricada con la forma como efectivamente se actúa en el día a día de la Universidad. En las pequeñas y en las grandes decisiones. Desde la manera como se definen los aspectos que se consideran más instrumentales para el logro de la misión, hasta aquellos que son definitivos para su realización.

Lo anterior quiere decir que la Cultura Institucional, está presente en todas las acciones de la Universidad y es comunicada permanentemente por las personas a cuyo cargo están tales acciones.

Esta cultura nos da cuenta de los “Modos de proceder” tal y como ellos se dan (“en acción”). Pero pueden existir también los “Modos de proceder” formulados o declarados, que son aquellos que expresan los documentos institucionales, su filosofía, los valores fundantes y los principios construidos.

Lo que se espera, para una sana Cultura Institucional, es que unos y otros (los “declarados” y los puestos “en acción”) coincidan, pues ello hablaría de una coherencia de las personas que hacen parte de la Comunidad Educativa, quienes fortalecen el carácter de la universidad.