La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que los trastornos cognitivos son un problema de salud pública. Algunos de estos trastornos cognitivos impiden a los pacientes ejecutar actividades de su vida cotidiana con normalidad, requiriendo el acompañamiento permanente de un cuidador.
La tecnología desarrollada reduce la carga de los cuidadores y aumenta la autonomía de los pacientes que tienen dificultades con la planeación de funciones ejecutivas.
La tecnología Faro cuenta con varios dispositivos distribuidos dentro de la vivienda del paciente, para que por medio de mensajes de estimulación (visuales y/o audiovisuales) se motive al paciente a la ejecución de actividades cuyas acciones han sido programadas por un cuidador.
