Acompañamiento
Acompañar es estar o ir en compañía de otro, participar en los sentimientos de otro, ir al lado, de tal forma que sugiere una actitud de reciprocidad, una experiencia de intercambio y mutuo crecimiento. Es un proceso dialéctico que dinamiza tres lógicas: relacional, espacial y temporal. La relacional concebida como una conexión, unirse a alguien; la espacial referida a un desplazamiento, para ir a donde él va, y la temporal referida a estar con el otro al mismo tiempo. Éste, entonces, no es un método, sino una actitud y una experiencia que vive del diálogo, el reconocimiento, el respeto y del apoyo mutuo. Esta relación de compañía es la que permite al otro un espacio para expresarse tal y como él es, sintiéndose libre, escuchado, comprendido, lo cual ayuda a confrontarse, aceptarse y superarse. El acompañante motiva, dinamiza, problematiza, informa, moviliza y orienta en diversas búsquedas; facilita herramientas, promueve la reflexión, aporta el conocimiento experto y ayuda a la toma de conciencia (Vasquez, C. 2006) y (Hernández, Larrauri y Mendia, 2009)