A un año de la posesión de Gustavo Petro, y en un contexto de algunos escándalos de corrupción y también de un cese al fuego con el ELN, de lado y lado algunos pueden caer, o en un pesimismo o en un optimismo desbordado. Sin embargo, el Gobierno no ha sido ni exageradamente exitoso, ni terriblemente catastrófico. De hecho, una de las grandes lecciones de este primer año es que ha demostrado que existe la posibilidad de tener un gobierno alternativo sin que esto signifique un cuestionamiento o una ruptura de la institucionalidad o de la estabilidad económica y social. Entre los logros, en este primer año se cuenta sobre todo el papel que ha tenido el Gobierno a nivel[…]