Entre las oraciones más conocidas en el mundo católico, existen algunas que son identificadas por una palabra en latín, como por ejemplo el Angelus, que recuerda el saludo del Ángel Gabriel, o el Benedictus, que recoge las palabras pronunciadas por el anciano Zacarías. Pues bien, resulta que san Ignacio de Loyola es el autor del Suscipe, oración de 46 palabras, fácil de memorizar, que aparece en los Ejercicios Espirituales, en la Contemplación para alcanzar amor (234). Al respecto, vale la pena recordar un planteamiento del P. Peter-Hans Kolvenbach, S.J. en 1990, con ocasión de la apertura del Año Ignaciano. En relación con la inolvidable pregunta de Jesús “¿Quién decís que soy yo?” (Mt 16, 13-20), nos advierte el entonces Padre[…]