ISBN : 978-958-781-326-5
ISBN digital: 978-958-781-327-2

Retos de la comunicación en la sociedad del conocimiento

Ancízar Vargas León

Doctor en Comunicación de la UNIACC de Chile. Decano de la Facultad de Comunicación, Publicidad y Diseño de la Universidad Católica Luis Amigó, de Colombia. Grupo de Investigación Urbanitas.

ancizarvargas@gmail.com, ancizar.vargasle@amigo.edu.co

Lina María González Correa

Doctora en Comunicación de la UNIACC de Chile. Docente-investigadora de la Facultad de Comunicación, Publicidad y Diseño, de la Universidad Católica Luis Amigó, de Colombia. Grupo de Investigación Urbanitas.

lina.gonzalezco@amigo.edu.co

Resumen

La sociedad del conocimiento (SC) es el lugar en el que se materializa la prospectiva de diferentes áreas del saber y de las organizaciones. Evoluciona con el avance y comprensión de la comunicación. Se trata de la relación del concepto de SC con cibercultura, educación, organización. El siglo XXI empezó con una dinámica en torno a la posibilidad de crecimiento del conocimiento y el interés en compartirlo. El estudio emplea el método de escenarios, destinado a la reflexión prospectiva de la relación entre la comunicación, el avance de la SC y el impacto en las organizaciones, mediante la fuerza de nuevas culturas digitales. En las conclusiones se intentan generar preguntas alternas sobre los desafíos, las posibilidades de adquirir compromisos desde la academia y los profesionales, además de intentar la formulación para las bases de una propuesta retadora que relaciona la prospectiva de la comunicación con el avance de la sociedad del conocimiento.

Palabras clave: prospectiva, sociedad del conocimiento, comunicación, educación, gestión del conocimiento.

Introducción

Del problema: luego de diversas evoluciones conceptuales, la Unesco reconoce la “sociedad del conocimiento” como el momento que vive la humanidad hoy, a partir de entender que el ser humano ha sobrevivido a diversas formaciones económicas y sociales.

Dado el cúmulo de información actual, es difícil detenerse a pensar de dónde viene y cómo se han acumulado los saberes. Estos pueden estar tanto al servicio de grandes poderes económicos, como para el uso de la población en general.

La problemática se incrementa cuando se entiende que todo el saber de la humanidad ha sido producido por grandes científicas y, también, por personas del común que, generosamente dejaron como herencia a la sociedad, sus descubrimientos y hallazgos que, a su vez, tomaron de compañeros de viaje o de sus antecesores. De aquí la pregunta sobre al servicio de quién debe estar el conocimiento, o por qué ciertos saberes solo son accesibles a determinados grupos de personas. También se cuestiona sobre lo que puede suceder si valiosos aportes de la inteligencia se quedan guardados en pequeños espacios, no circula y termina corriendo el riesgo de perderse. En general, se pregunta por la manera más viable para que el conocimiento circule y cuál es el papel de la comunicación.

Por tanto, se trata de indagar por los retos de la comunicación en la construcción de la sociedad del conocimiento y, con ello, en el futuro, qué impactos se pueden esperar o, incluso, qué espacios se puedan construir.

Marco conceptual

Bajo el título de “Producción del conocimiento y formación de masa crítica. Un nuevo reto para la universidad”, Luz Patricia Pardo Martínez (2013) sostiene que “La universidad del futuro será una universidad centrada en el desarrollo del pensamiento, con un gran nivel de complejidad en su estructura organizacional e internacional” (p. 1). Además se contará con todo tipo de referente espacio-temporales en el ámbito global.

Su investigación apunta a reconocer que la futura universidad tendrá como eje central el desarrollo de pensamiento. “Ni la universidad presencial ni sus campus desaparecerán, pues por el contrario la interacción adquirirá valor para la construcción de conocimiento” (Pardo, 2013, p.2). En el momento se presentan los desarrollos en ambos sentidos, incluso buscando instituciones con mejores espacios ecológicos e inteligentes.

Un grupo de investigadores, por otra ruta, se orienta a trabajar en la búsqueda de esa materialización de saberes, en torno a “Importancia de la gerencia del conocimiento: contrastes entre la teoría y la evidencia empírica“. Éste es el título que le dieron a su trabajo César Augusto Bernal Torresa, José Salomón Frost González y Hernán Darío Sierra Arango (2014). Sostienen que “el conocimiento, como recurso, ha existido siempre, pero en la actualidad se ha convertido en una estrategia competitiva de naciones” (p. 66), tanto como de los seres humanos y todo tipo de organizaciones.

Tal investigación sostiene que el conocimiento y su producción en conjunto hacen parte vital de los recursos empresariales y de cualquier organización del Estado. “La llamada economía del conocimiento otorga una gran importancia a la generación, difusión y uso de información y conocimiento en las organizaciones (Bernal, Frost y Sierra, 2014, p. 66). La tendencia que se marca es comprendida por otros grupos de trabajo que entienden la generación de nuevos saberes como oportunidades, pero que se requiere disciplina, método y voluntad para que la socialización sea eficiente y suficiente.

El concepto de construcción de una sociedad del conocimiento evoluciona, se posesiona y adquiere nuevas dimensiones con el tiempo. De ahí la importancia de mirar su devenir.

Así lo dejan ver Jenny Marcela Sánchez-Torres, Mayda Patricia González Zabala, María Paloma Sánchez Muñoz (2012) en su trabajo “La Sociedad de la Información: Génesis, Iniciativas, Concepto y su Relación con las TIC”. En su trabajo se muestra un recorrido por la idea de la Sociedad de la Información, que básicamente tiene que ver con el encuentro de la información, la tecnología y la comunicación.

En la indagación se presenta como algo de gran valor para una profesión especifica. “Este trabajo constituye una referencia importante para los profesionales de Ingeniería de Sistemas o Informática, dado que describe el marco general de lo que se espera lograr en el contexto de la Sociedad de la Información” (Sánchez-Torres; González y Sánchez, 2012, p. 113). El reto que se les pone es trabajar porque las TIC se convierta en la fuerza suficiente para que los países en desarrollo aspiren a elevar los niveles de vida de sus ciudadanos.

Los autores fijan sus esperanzas en el impulso a la tecnología para alcanzar logros significativos. Por ejemplo, “se presentan los esfuerzos realizados por el gobierno de Colombia para promover la SI como modelo de desarrollo. Es importante aclarar que la discusión sobre el tema está abierta” (Sánchez-Torres; González y Sánchez, 2012, p. 113) por lo que se hace indispensable alentar nuevas investigaciones, realizar comparativos, intentar conclusiones y construir aportes.

Lo curiosa en esta reflexión es que en el llamado no se incluyen a comunicadores, periodista y educadores. Éstos, son protagonistas indispensables del desarrollo de las TIC, entendiendo que existen otras profesiones que igualmente pueden aportar en la serie de avances desde los tecnológico y lo comunicacional.

Entre los conceptos surgen inquietudes, como la pregunta por la tecnología y la manera como se ha construido y su dimensión a través del tiempo, para lograr los actuales niveles de funcionamiento. En algo coinciden diversos autores y es que el sentido de la tecnología se asocia con la capacidad del pensamiento humano para reducir sus esfuerzos y facilitar la existencia. Ella en sí misma es la suma de múltiples conocimientos, generados por la experiencia, la investigación y/o el azar.

Por su parte, la información es el vehículo que transporta las ideas, los saberes, las competencias, sin importante demasiado la efectividad en la recepción de los mensajes.

La ecuación queda completa cuando a la tecnología y la información se le agrega la comunicación. Ésta es la que permite la circularidad dialéctica que da cuenta del avance de los conocimientos en general.

A lo anterior deberá sumársele un elemento esencial, en relación con la espiral del conocimiento y es el aprendizaje, que ahora adquiere nuevas dimensiones. Así lo deja ver Francesc Esteve (2009) en su investigación sobre “Bolonia y las TIC: de la docencia 1.0 al aprendizaje 2.0”. Allí da cuenta que el centro de poder docente frente al saber, se desplaza hacia el estudiante quien es el sujeto de recepción de nuevos conocimientos y, a la vez, responsable de generar nuevos espacios para la cultura y la producción de inteligencias.

Precisamente, la mirada diferencia del proceso enseñanza-aprendizaje, hace que se revivan las preguntas y adquieran valor renovado. “Este cambio de paradigma educativo viene ligado a un cambio metodológico que potencie el papel activo del estudiante” (Esteve, 2009, p. 58). Por su parte, el pensamiento crítico impulsa entre los estudiantes proyecta la capacidad de análisis y la iniciativa.

De acuerdo con Esteve, las TIC de juegan papel fundamental en el acceso a nuevos contextos y, particularmente, interacción con otros individuos y grupos, de tal manera que las experiencias pueden atraparse, sistematizarse y compartirse, dando como resultado mayor efectividad en el acceso a la ciencia y los saberes en general.

Metodología

En el proceso de configuración del concepto de Sociedad del Conocimiento aparecen dos momentos clave para su reflexión. En los años 2005 y 2009 se presenta la mayor parte de las publicaciones relacionadas y encontradas en el rastreo de investigaciones.

El siglo XXI empezó con una especial dinámica en torno a la posibilidad de crecimiento del conocimiento y el interés en compartirlo de una manera más amplia

El estudio emplea el Método de Escenarios, destinado a la reflexión prospectiva que da cuenta de la relación entre la comunicación, el avance de la SC y el impacto en las organizaciones, mediante la fuerza de nuevas culturas digitales. Con la metodología se pretende evidenciar el presente para identificar futuros deseables y posibles, en tanto los aportes desde la comunicación y los desafíos conceptuales de los profesionales de este campo hacia las próximas décadas.

Resultados y conclusiones

Luego de analizada la literatura y comparar coincidencias, diferencias y novedades, se encuentra un valioso grupo de investigadores que abordan con suficiencia conceptos y avances sobre la cuestión:

  • Sociedad de la información / Sociedad del conocimiento de Burch Sally (2005)
  • Para entender la sociedad del conocimiento de Mario Suárez (2005)
  • La sociedad red de Manuel Castells (2005)
  • Hacia las sociedades del conocimiento de la Unesco, bajo la dirección de Jérôme Bindé (2005)
  • Manejos de realidad y sus condiciones de (im)posibilidad: tres vías hacia la sociedad del conocimiento de Daniel Muriel (2009)
  • ¿Sociedad de la información o sociedad del conocimiento? de Rita Balderas (2009)
  • Terminología y sociedad del conocimiento de Alcina, Amparo, Esperanza Valero y Elena Rambla, reseña de Carles Tebé (2009)
  • Aporías de la sociedad del conocimiento que afectan el ethos vital y la dignidad humana de Gilberto Cely Galindo (2009)
  • La universalidad concreta del discurso en la Sociedad del Conocimiento: La actualización de los programas de estudio de Liliana Fort Chávez (2009)
  • De la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento de María Dolores Sánchez Almendros (2015)

Como se observa, el concepto de la SC tiene dos aspectos de alto impacto: velocidad y abundancia en la producción. En tan solo una década la investigación y el avance de la conceptualización y hallazgos han crecido de manera muy generosa. Aunque parezca un poco lineal, en realidad, lo que se observa es una coherente evolución de su esencia.

Por ejemplo Sally (2005) para introducir el tema, expone las principales características de las transformaciones evidenciadas entre Sociedad de la Información –SI- y Sociedad del Conocimiento –SC-. Entiende que el mundo construye la “sociedad de la inteligencia artificial” y que los conceptos están asociados a la ideología y al proyecto de sociedad al cual se aspira.

Agrega Sally que la idea de SC se empieza a cualificar en los años 90, al amparo de la Unesco con la connotación de “sociedades del saber”, lo cual representa una idea más integral y no solo economicista. Sus conclusiones las obtiene a partir de la realización de un estado del arte sobre el tema, en el cual le da todo crédito a Manuel Castells y puntualiza que en la SI lo fundamental es la información, en tanto que la SC es la sociedad.

Entonces, para entender la SC, Suárez (2005) sostiene que en tiempos de posmodernidad la contradicción capital-trabajo varía esencialmente. Ahora el conocimiento es el centro de producción de riqueza. Para este punto, recuerda a Peter Drucker (1993), cuando explica la naturaleza de las SC, que en esencia lo que hace (sin necesidad de llamarlo así exactamente) es una prospectiva y enfatiza en que el verdadero recurso dominante y productos de riqueza es el conocimiento.

Uno de los personajes más prolíficos en el estudio del concepto es Manuel Castells (2005). Habla sobre la revolución de la tecnología de la información, pero se pregunta por la caracterización del término “revolución”, ante lo cual considera, desde su observación que ésta se presenta en las transiciones de las épocas estables a las de cambios que se producen a gran velocidad.

Por eso Castells agrega que ahora “el usuario aprende tecnología creándola” (p. 58), lo que deviene en una reconfiguración y, por consiguiente, la difusión de lo tecnológico incrementa su poder, en tanto, usuarios y creadores pueden ser los mismos, además de contar con la opción de tomar el control, mediante coordinados procesos sociales de creación y producción colectiva.

Justamente, en el texto de la Unesco coordinado por Bindé (2205), se abordan, en alguna medida, tales inquietudes. En el Prefacio de la publicación, su Director Koichiro Matsuura, expone una estrecha relación “educación, ciencia, cultura y comunicación”, asociada a la interdependencia y la complejidad, en el marco de lo que denominan “tercera revolución industrial” o de las nuevas tecnologías.

De todos modos, “se trata es de encontrar pistas de reflexión y acción para poner la información y la comunicación al servicio de las transmisión del conocimiento” (Matsuura, en Bindé, 2005, p. 6). El texto de Unesco aclara que en la práctica se está pasando de la SI a la SC y, con Castells, se sostiene en la existencia de una “sociedad red”, que es del conocimiento y las nuevas tecnologías, que tiene un elemento fundamental y se trata de una sociedad del aprendizaje, en la cual la educación es para toda la vida. Otra de las transformaciones que ya se está presentando es el acercamiento de la ciencia, lo público y las sociedades del conocimiento.

Como se puede colegir, se presenta una coexistencia de manifestaciones en cuanto a las formas del saber. Daniel Muriel (2009) considera tres vías hacia la SC y destaca en sus reflexiones la presentación de crisis de la modernidad con su explosión de fronteras disciplinares, los manejos de realidad en cuanto prácticas científico-políticas y las prácticas semiótico-materiales. A propósito de terminología, Gilberto Cely Galindo (2009) se refiere a las “aporías”, es decir, las paradojas y antinomias que se presentan en esta época.

Dadas estas condiciones, terminologías y contradicciones, Liliana Fort Chávez (2009) apunta a una universalidad del discurso de la SC, mediante varias acciones, empezando por la actualización visionaria de los programas y planes de estudio en las instituciones educativas, ante la expectativa de un “futuro planetario común”. También, ambas situaciones coexisten, tanto como la paradoja pensamiento simplificado – pensamiento complejo. Define un llamado de atención para no reducir los saberes a disciplinas y comprender que a pesar de los riesgos y las incertidumbres lo propio y recomendable siempre es la toma de decisiones.

También, Sánchez Almendros (2015) sostiene que el conocimiento avance en medio de las incertidumbres y que las comunidades del conocimiento pueden ayudar efectivamente a la conformación de la SC, en cuanto la tecno-ciencia por sí sola no garantizar la evolución de los saberes.

También es necesario tener en cuenta que el avance de movimientos open data, open document, open science, con innovaciones epistémico-sociales desde el ejercicio de la ciudadanía y con “formación para un mundo que constantemente ya no existe” (Sánchez, 2015, p. 129). Para la investigadora, como para algunos analistas, todos estos movimientos podrían estarse configurando como “ideología”, sin embargo, quizá es muy temprano para otorgar este comprometido calificativo a tal serie de actividades humanas, pero sí es pertinente dejar la pregunta abierta. Un asunto para indagar en todo este proceso se relaciona con la comunicación que los grupos de iniciativas open tengan entre sí y dónde residiría su poder. En todo caso, la SC seguirá llamándose así durante un buen tiempo en la medida que es social y que se incrementarán los niveles de participación. La comunicación es la esencia de la producción del conocimiento y allí está uno de los grandes retos en la investigación del futuro de este campo de conocimiento.

Referencias

Balderas, R. (2009). ¿Sociedad de la información o sociedad del conocimiento? España: El Cotidiano.

Bernal T., C. A.; Frost G., J. S. y Sierra A., H. D. (2014). Importancia de la gerencia del conocimiento: contrastes entre la teoría y la evidencia empírica.

Bindé, J. (Compilador). (2005). Hacia las sociedades del conocimiento de la Unesco. Unesco.

Castells M. (2005). La sociedad red. España: Alianza Editorial.

Cely G., G. (2009). Aporías de la sociedad del conocimiento que afectan el ethos vital y la dignidad humana. Bogotá: Javegraf.

Esteve, F. (2009). Bolonia y las TIC: de la docencia 1.0 al aprendizaje 2.0. España: Revista La Cuestión Universitaria.

Fort C., L. (2009). La universalidad concreta del discurso en la Sociedad del Conocimiento: La actualización de los programas de estudio. México D. F.: Revista Alegatos.

Muriel, D. (2009). Manejos de realidad y sus condiciones de (im)posibilidad: tres vías hacia la sociedad del conocimiento. España: Universidad del País Vasco

Pardo M., L. P. (2013). Producción del conocimiento y formación de masa crítica. Un nuevo reto para la universidad. Bogotá: Revista Espacio Iberoamericano del Conocimiento.

Sally, B. (2005). Sociedad de la información / Sociedad del conocimiento. Recuperado de: https://www.ub.edu/prometheus21/articulos/obsciberprome/socinfsoccon.pdf

Suárez, M. (2005). Para entender la sociedad del conocimiento. República Dominicana: Colección Unapec por un mundo mejor.

Tebé C. (2009). Terminología y sociedad del conocimiento. Alcina, A.; Valero, E. y Rambla, E. Reseña de Carles Tebé. Alemania: Peter Lang AG.

Sánchez A., M. D. (2015). De la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento. Venezuela: Utopía y Praxis Latinoamericana.

Sánchez-Torres, J. M.; González Z, M. P. y Sánchez M., M. P. (2012). La Sociedad de la Información: Génesis, Iniciativas, Concepto y su Relación con Las Tic. Colombia. UIS Ingenierías, 11.