ISBN : 978-958-781-555-9
ISBN digital: 978-958-781-556-6

La crónica periodística como método de investigación en la comunicación social

Marcos Fidel Vega Seña

Magíster en Educación, comunicador social - periodista de la Universidad de Antioquia. Docente investigador vinculado con el grupo Urbanitas. Ha publicado trabajos, crónicas y entrevistas en varios medios periodísticos del país y del exterior.

marcos.vegase@amigo.edu.co

Resumen

El objetivo de la investigación “La crónica periodística como método de investigación en la comunicación social” es analizar el aporte de este género a las estrategias de investigación en la comunicación social, como contribución a la reflexión académica y epistemológica para esta disciplina y para el periodismo. La metodología que está utilizando es cualitativa. Se trabajó con los testimonios de diez cronistas, quienes expusieron contrastes y significados culturales sobre la crónica. Los resultados, que hasta el momento son parciales, se condensan en la propuesta “Decálogo investigativo de un cronista”, que, a modo de sistematización, recoge las reiteraciones de los creadores de crónicas sobre los pasos que se deben dar para investigar cuando se da un problema. Esto será un insumo al aporte epistemológico de la comunicación social, toda vez que en el escenario académico el periodismo hace parte de este campo del saber. La conclusión a la que se llegó, a partir de los aportes de los cronistas, es que el género sirve a la memoria cultural, histórica y social de las colectividades, lo que se traduce en conocimiento de realidades pasadas, presentes y futuras, pues el periodismo trabaja para construir el pasado, narrar el presente y avizorar el futuro.

Palabras clave: ciencias sociales, comunicación social, crónica, investigación, periodismo.

Introducción

La naturaleza de la investigación La crónica periodística como método de investigación en la Comunicación Social es cualitativa y nace de la necesidad de reflexionar sobre el aporte que los géneros periodísticos hacen a la Comunicación Social y, por ende, a las Ciencias Sociales desde sus estrategias y métodos de trabajos investigativos. Retratar esa realidad, narrar la vida social, cultural y vivencial de las comunidades se convierte en conocimiento e insumos para la historia, para las mismas colectividades y una manera de comprender a la sociedad.

En este caso la crónica como género periodístico, contiene un arsenal para narrar acontecimientos que han afectado de manera decisiva la vida de las comunidades. Es el caso de la crónica de Leila Guerriero (2007) El rastro de los huesos, relato desgarrador que reconstruye la tragedia de la dictadura argentina por medio de un equipo de forenses nacionales y extranjeros que se dedicaron a exhumar los cadáveres de quienes habían enterrado como NN y nunca más se supo de ellos. Aquí se aplica el principio de lo que hablaba Susana Rotker (2005), relacionado con la dimensión de la realidad y la búsqueda incesante de la verdad, principio rector del periodismo y acicate del conocimiento como esperanza de redención para las comunidades que sufren tragedias como las referidas.

En esa misma línea se encuentra el relato elegíaco de Patricia Nieto (2012) Los Escogidos, testimonio del conflicto que por años ha azotado a Colombia, narrado aquí como un ejercicio de memoria social que sirve de excusa para la no repetición de hechos que han enlutado a comunidades desvalidas y sin voces que las visibilicen. Para entender la dimensión investigativa de estas cronistas, se recurre nuevamente a Rotker (2005), cuando reivindica la conciencia de la escritura y del subjetivismo “como método de conocimiento” (p.47) y para ella esto sobrepasa los marcos de la ciencia.

Pero no solo la crónica se encarga de narrar la historia de las sociedades en conflicto, sino que puede entregar la voz a personajes olvidados que han contribuido al desarrollo cultural de las colectividades con sus aportes desde la música. En esa categoría se encuentran las crónicas Paíto, la gaita negra del Caribe y Recuerdos y reflexiones del Maestro Álvaro Rojas Gómez (Marcos Vega Seña, 2018), artistas olvidados por la propia comunidad colombiana, que han hecho un trabajo silencioso para engrandecer la música vernácula del país. O La miseria humana, narración sobre el poeta Gabriel Escorcia Gravini, realizada por Ernesto MxCausland (1996).

El alcance de esta investigación, entonces, se sitúa en la necesidad de reconocer el aporte de la crónica como género periodístico a la investigación en la Comunicación Social, como disciplina de las Ciencias Sociales, pues la Comunicación como campo de saber ha sufrido la diáspora epistemológica en la cual se cobijan distintas denominaciones.

Su valor investigativo radica en que la crónica y los géneros periodísticos en general proveen de un acervo de técnicas y estrategias subjetivas, que por esa naturaleza de provenir del sujeto son miradas con desconfianza en el mundo académico, aquello que Enrique de Aguinaga (2001) denomina de manera singular “el escándalo dialéctico”. La esencia del periodismo es entender el mundo de los otros. En su clásico texto Los cínicos no sirven para este oficio, Ryszard Kapusciski (2000), explicaba que una de las fuentes primordiales del periodismo son los Otros. “No hay periodismo posible al margen de la relación con los otros seres humanos” (p.38). En eso radica el valor cultural y social de esta investigación.

En cuanto a los antecedentes, sobre la crónica se ha escrito una abundante literatura proveniente de periodistas, catedráticos y docentes, que encuentran en ella la manera no solo de interpretar el mundo, sino de recrear la realidad de los hechos con marcados rasgos literarios. Esos antecedentes, en esta investigación, se han divido en dos grupos: los manuales de estilo y los textos de cronistas o de docentes. En estos últimos, el periodista o escritor cuenta, desde el oficio, las experiencias y metodologías de trabajos, que en esencia son tesauros de investigación.

Los manuales de estilo y de géneros periodísticos revelan normas, estrategias y métodos del quehacer de quienes, en el ejercicio de su labor periodística, enseñan desde lo que aprendieron. Hay una larga tradición escritural en todos los países del mundo en ese sentido.

Para efectos de sintetizar, cabe mencionar que los medios de información crearon manuales de estilo como guía para afrontar el diario vivir de la profesión. Como la crónica es un género cuya naturaleza pervive más en la prensa escrita, solo se hará alusión a los manuales en este formato. Así se tiene, Manual de Estilo de El Colombiano (s.f); Manual de Estilo de El Tiempo (2017), de Bogotá y Manual de Estilo de El País (2002), de España. Estos textos remiten a las formas de escribir, resuelven problemáticas de estilo; dan lecciones sobre el tratamiento gramatical y definen, a su manera, a los géneros periodísticos.

De ese mismo tenor se encuentra Cómo hacer periodismo, elaborado por María Teresa Ronderos, Juanita León, Mauricio Sáenz, Andrés Grillo y Claudia García (2002), grupo de periodistas que escribió un Manual de Estilo para la Revista Semana. Este libro es interesante por cuanto incluye en su capítulo tercero una ruta de cómo investigar la historia. Explicita 19 pasos para asumir la investigación de un hecho y adicionalmente da unas recomendaciones sobre la ética del reportero investigador.

En estos textos se abordan definiciones de la crónica más o menos similares. En el Manual de Estilo de El Colombiano se destaca que la crónica maneja hipótesis (que hace parte del proceso investigativo), “confrontadas con otras alternativas” (p. 98). Igualmente, están de acuerdo en que es un género antiguo que sirvió para contar la cotidianidad de las comunidades en los inicios de los tiempos.

A la par que se escriben estos manuales, docentes y cronistas hacen lo propio. Esta producción también acusa una prolija documentación que va desde lo clásico hasta textos para las tecnologías de la información. Así se encuentran obras como Curso de redacción: teoría y práctica de la composición y del estilo la del español Martín-Vivaldi (2000) y la de su compatriota Martínez-Albertos (1983) Curso general de redacción periodística: lenguaje, estilos y géneros periodísticos en prensa, radio, televisión y cine. Dentro del aporte también de los españoles se encuentran Los géneros en la redacción ciberperiodística (Larrondo Ureta,s.f.); Géneros periodísticos complementarios (Antonio López Hidalgo, 2002); Estilo y géneros periodísticos (Casasús y Núñez Ladevéze, 1991); El blanco móvil, curso de periodismo de Miguel Ángel Bastenier (2001), quien considera a la crónica como el fluido central del periodismo. También en estos antecedentes se dispone del Manual de géneros periodísticos de la Universidad de la Sabana, compilado por Víctor Manuel García y Liliana María Gutiérrez (2011) y Antología de grandes crónicas, Tomo II, de Daniel Samper Pizano (2004).

En consonancia con esa producción, uno de los trabajos más reconocidos en ese sentido es el de Gerardo Reyes (2008) Periodismo de Investigación, que contiene una reflexión sobre el oficio del periodista investigador y sus cualidades éticas, morales y académicas. De esa misma dimensión el trabajo de Daniel Santoro (2004), Técnicas de Investigación, que contiene métodos desarrollados en diarios y revistas de América Latina. No menos importante es el libro de Pepe Rodríguez (1994), Periodismo de Investigación: Técnicas y estrategias, que en su página 46 entrega un esquema de ruta de cómo se hace el proceso de investigación.

Existe un trabajo de compilación interesante realizado por Gustavo Martínez Pandiani (2004), denominado Periodismo de Investigación, Fuentes, Técnicas e informes. El capítulo elaborado por Alfredo Torre contiene los pasos de investigación tradicionales en los procesos de investigación social. Y para cerrar esta corta referencia de las producciones sobre investigación periodística se dispone del libro Periodismo de Investigación de Hugo de Burgh (2008), que provee unas herramientas sobre la investigación social y unos contenidos de trabajos investigativos, que conectan a la Sociología con el periodismo en un frente común.

Estos antecedentes existentes en el periodismo hasta la presente no se han sistematizado como proceso de investigación “científico”. Sirven para dotar a la crónica y a los géneros periodísticos en general de unas estrategias de investigación que abonan el camino en la categorización de una forma de investigación útil para la Comunicación Social, en particular, y para las Ciencias Sociales en general.

Ahora bien, manuales de estilo y textos de producción intelectual de periodistas y docentes han definido y considerado la crónica como un género riguroso, el trabajo realizado por el docente Carlos Mario Correa Soto (2012, 2015 y 2017) vuelve la mirada sobre la importancia de considerar la crónica en su justa dimensión. La Crónica, la Reina sin corona, de Correa Soto (2012), es un estudio sobre las relaciones entre la literatura y el periodismo en Colombia, cuya convergencia es la crónica. Se queja el autor de la “escasa bibliográfica de alto rigor investigativo académico” (p. 19).

El segundo libro para tener en cuenta es Aprendiz de Cronista, publicado en 2014; es una compilación de los jóvenes escritores del género. La tesis expuesta en esta especie de inventario radica en que los jóvenes en las universidades han seguido la tradición ancestral de la escritura del género en Latinoamérica. Para Correa Soto, la crónica “es la urna en la que se aloja la memoria de la humanidad” (p.19), en el tiempo relatado y al que se intenta recobrar. Y como colofón de su trabajo, en 2017, publica Narradores del caos. Este texto en su capítulo Reportaje de inmersión y periodismo de autor reivindica la labor investigativa de los nuevos cronistas, en franco acuerdo con el maestro Juan José Hoyos (2001), quien aconseja como estrategias investigativas para el periodismo narrativo la inmersión, préstamo de la Antropología.

Por todo lo expuesto, el propósito de esta reflexión es:

  1. Reflexionar sobre los aportes que los géneros periodísticos, y la crónica en particular, han hecho para la investigación en la Comunicación Social.
  2. Sistematizar la información escrita en los manuales de estilo, géneros periodísticos y la producción académica en cuanto a su referencialidad relacionada con la crónica periodística.
  3. Establecer las estrategias de investigación que proponen los cronistas más desde su visión de periodistas y escritores que desde los préstamos que toman de otras disciplinas.
  4. Aportar a la discusión académica, desde el periodismo, sobre temas y estrategias de investigación de la realidad social y cultural, contenida en la crónica como espacio de voces convergentes en las disciplinas académicas.

Metodología

Sobre el eje de la pregunta relacionada con las etapas de la investigación en la crónica, la metodología que se viene utilizando es la cualitativa, con un enfoque documental o testimonial para lo cual se tomó, por ahora, el testimonio de 10 de cronistas sobre las etapas que debe tener una crónica en un proceso de investigación, cuyas coincidencias están escritas en una tabla que aparece al final de este trabajo (Gráficos y Tablas).

Cuerpo del documento

La crónica periodística

La crónica periodística ha sido definida de varias maneras. Para Alberto Salcedo Ramos (s.f), depende del contexto del cronista y de sus intereses. En su texto, La crónica: el rostro humano de la noticia, publicado en la página de la Fundación Nuevo Periodismo, retoma a varios autores, entre docentes y periodistas, reconocidos en el mundo académico, que se aventuran a una definición de la crónica. En ese texto las coincidencias que se presentan las explica Ramón Pineda Cardona. Para él, el cronista “toma partido se arriesga, vive y luego escribe desde su propia experiencia que no está exenta de la erudición” (R. Pineda, comunicación personal, 24 de septiembre de 2018).

En el mismo sentido lo hace Rafael Yanes Mesa (2010) y apunta que la crónica existió primero y luego el periodismo. Esas definiciones están presentes en los manuales de estilo y los textos de los autores ya referenciados. Simplemente se retomarán acá apartes de destacados cronistas como Gabriel García Márquez, quien en una entrevista concedida a El Espectador en 1991 y publicada en Crónica Viva (2017), definió la crónica como “la novela de la realidad” (p.1).

En el blog Sobre Periodismo (2010), se retoma el concepto de crónica de Carlos Mosiváis, quien detalla que el género es el lugar de la prosodia, cuyo eje central es el relato y coincide con García Márquez en el sentido que la crónica es el arte de recrear la realidad dentro de una actualidad latente.

En todo caso, se puede condensar que la crónica es un relato literario que habla del pasado remoto y reciente; de la actualidad y puede avizorar el futuro, donde personajes, espacio y tiempo convergen para recrear una historia, pues como Tomás Eloy Martínez (1997) lo dice muy acertadamente, el periodismo nació para contar historias.

La crónica como método de investigación

A lo largo que se ha venido desarrollando este trabajo, se ha encontrado que la crónica tiene unos elementos únicos para el proceso de investigación. Es un reto para la Ciencias Sociales y para la Comunicación Social, pues sitúa el sujeto por encima, muy por encima del objeto de estudio, en lo que Rilke (2010) denominó sabiamente el estrépito de los demás.

Las características dadas por los 10 cronistas (véase Gráficos y Tablas), son reforzadas por Tomás Eloy Martínez (1997), cuando afirma que “la llama sagrada del periodismo es la duda, la verificación de los datos, la interrogación constante. Allí donde los documentos parecen instalar una certeza, el periodismo instala siempre una pregunta. Preguntar, indagar, conocer, dudar, confirmar cien veces antes de informar: esos son los verbos capitales de la profesión más arriesgada y más apasionante del mundo” (p.1).

Esa es la razón de ser de cualquiera de los géneros periodísticos y por ende, de la crónica. La búsqueda incesante de la verdad para develar la realidad en cualquiera de las circunstancias y en esa tarea, lo más importante son los sujetos, tal como lo revela Kapusciski (2000).

Se retoma aquí el concepto de De Aguinaga (2001), sobre dimensión científica del Periodismo que la sitúa en el marco de las Ciencias Sociales y en el marco de la Teoría del Conocimiento, “en cuanto conceptuación de un saber especifico, el ya definido como saber periodístico” (p. 243).

Lo anterior también tiene que ver con la crítica que hace Andrés Aubry (2010) sobre la relación sujeto objeto en las Ciencias Sociales. Para este investigador la tarea de la academia es velar por la neutralidad de sus investigadores. “Si la objetividad del análisis detecta una injusticia social ¿tiene validez y legitimidad tal neutralidad? La distinción entre objetividad y neutralidad, entre realidad social y práctica social ¿no es un litigio ´puramente escolástico´ ya denunciado en la Tesis II de las Tesis sobre Feuerbach?” (pp. 5-6).

De modo que el periodismo, y la crónica tienen unas metodologías investigativas semejantes al de las Ciencias Sociales, pero las estrategias para hablar de la realidad son propias del universo de los periodistas y eso hace a la crónica un territorio invencible científicamente, así la academia desconfié de su fiabilidad.

Conclusiones

De lo anterior se puede concluir, entonces, que la crónica puede aportar una ruta de investigación a la Comunicación Social. Se entrega a manera de Decálogo:

  1. Respete a sus personajes tanto en su dimensión humana como histórica y cultural
  2. Reconozca el espacio donde trabajará su tema y recórralo cuántas veces sea necesario.
  3. Narre en la dimensión temporal a que lo lleve su intuición y entienda que el tiempo es esencial en la narración de la crónica.
  4. Enamórese de su tema y constrúyalo con la fe de un artífice que tendrá su recompensa en la obra terminada.
  5. Haga reportería, mucha reportería para entender el contexto de personajes, espacio y tiempo.
  6. Escriba con la pasión a flor de piel y tómela como una purificación de su alma.
  7. Tenga en cuenta los aportes de la literatura y sus escritores, que son el faro de la estética en la crónica.
  8. Lea, lea, una y otra vez antecedentes e historias semejantes y no semejantes a su temática.
  9. Honre a los grandes maestros de la crómica y aprenda de ellos el arte de narrar sin artificios ni rebuscamientos.
  10. Cuente las historias como una necesidad de reconciliación con la sociedad y consigo mismo, pues la dimensión humana es la ventaja de la crónica ante el mundo.

Referencias

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Gráficos y tablas

Cronista 01 (Beatriz Valdés Correa)

Interpretación metodológica

Investigación previa

Antecedentes, estado del arte

Consultar las fuentes

Lectura previa, revisión bibliográfica

Reportería

Trabajo de campo – Fuentes testimoniales

Observación

Observación participante y no participante

Organizar la información

Elaboración de fichas

Contar la historia

Escribir el informe

Cronista 02 (Carlos Mario Correa Soto)

Interpretación metodológica

Preparación previa del cronista

Exploración del campo de investigación

Reportería

Inmersión en el terreno

Definición de un enfoque creativo

Relación sujeto – objeto (mirada subjetiva y creadora)

Escritura de la historia

Informe final (voz del narrador)

Cronista 03 (Felipe Sánchez Hincapié)

Interpretación metodológica

Preguntar

Problema de investigación

Definir el enfoque

Relación sujeto –objeto

Consultar fuentes

Fuentes documentales y testimoniales

Observación – sentidos

Observación participante y no participante

Escritura

Informe final

Cronista 04 (Juan David Ortiz Franco)

Interpretación metodológica

Elemento motivador

Relación sujeto – objeto

Origen del problema

Problema de investigación

Documentación del tema

Consulta documental

Reportería

Trabajo de campo

Entrevistas

Profundización del tema

Inmersión

Nuevamente trabajo de campo

Compresión del contexto

Lectura documental de profundización

Verificación de datos, hechos y testimonios

Confrontación de fuentes

Cronista 05 (Nubia Amparo Mesa Granda)

Interpretación metodológica

Escogencia del tema

El tema a partir de la necesidad del cronista

Buscar el eje

Enfoque investigativo

Documentarse

Fuentes documentales

Acercarse al objeto de estudio

Relación sujeto – objeto

Diario de campo

Observación participante y no participante

Abordar a los personajes (sin prevención)

Fuentes testimoniales

Preguntas

Abordar el problema de investigación

Revisión y organización del material

Elaboración de fichas

Volver a los documentos

Revisión documental

Escribir y escribir

Informe final

Cronista 06 (Olga Behar Leiser)

Interpretación metodológica

Concepción de la idea

Tema de investigación

Antecedentes

Revisión documental – contexto

Entrevistas

Trabajo de campo

Trabajo

Verificación de los datos

Cronistas 07 (Óscar Durán Ibatá)

Interpretación metodológica

Hablar con el mayor número de personas

Trabajo de Campo

Leer

Consulta documental

Investigaciones especializadas

Antecedentes

Fuentes humanas

Fuentes Testimoniales

Observación

Participante y no participante

Cronista 08 (Ramón Pineda Cardona)

Interpretación metodológica

Tema (motivación del investigador)

Selección de la temática

Observación

Participante y no participante

Preguntar

Problema de investigación

Escenario

Inmersión

Entender el contexto

Asimilación documental

Cronista 09 (Reinaldo Spitaletta Hoyos)

Interpretación metodológica

Marco teórico

Marco teórico

Dominio del tema

Tema de investigación

Inventario de Fuentes

Fuentes documentales y orales

Hipótesis

Hipótesis

Objetivos

Objetivos

Estrategias

Metodología

Confrontación

Fuentes

Redacción – Edición

Informe final

Cronista 10 (Ricardo Aricapa Ardila)

Interpretación metodológica

Trabajo de archivo

Rastreo documental

Socializar y hablar del tema

Tema de investigación

Trazar un guion: preguntas

Problema de investigación

Trabajo de campo

Inmersión

Consejos

Inmersión