Érika, campeona sordo-olímpica colombiana de 800 metros, y Gianfranco, surfista peruano, son dos jóvenes latinoamericanos que transitan sus emociones –unas amables y otras oscuras–, a través del deporte. Sus voces narran los contextos que enfrentan a diario y sus luchas por trascender en sus competencias. Así, se entrelazan esas historias con la mirada de psiquiatras, psicólogas clínicas, neurocientíficas, deportólogos y trabajadores sociales que dialogan sobre la relación entre el malestar emocional y el deporte en las juventudes de América Latina.

Son dos relatos que reflejan las contradicciones que habitan en los jóvenes latinoamericanos que tienen como opción vital el deporte, la competencia y sus contextos adversos.