Iniciaban los años 90 cuando todos los profesores de la Facultad de Ciencias fuimos convocados a una reunión organizada por el entonces decano, Ernesto Pachón, quien nos informó la decisión de convertir a la Facultad en una Facultad de investigación. Para lograrlo necesitaba que los profesores aprendiéramos a ser investigadores, es decir, nos solicitó obtener el título de doctorado e iniciar procesos formales de investigación. Para tal fin la Universidad nos daría cinco años de plazo, lo que significaba que luego de ese tiempo quien fuera doctor podría continuar con su trabajo y quien no lo fuera podía buscar nuevos horizontes. La sorpresa generó la polarización de los profesores en tres grupos: aquellos que por su edad ya no entrarían[…]