Participación juvenil desde su accionar organizativo y comunicativo en el estallido social
Jacquelín García Páez1Doctoranda en Comunicación. Docente del Programa de Comunicación Social y Periodismo, Universidad Surcolombiana. Contacto: jacquelin.garcia@usco.edu.co
Cindy Alexandra Güisa Rojas2Magíster en Comunicación e Identidad Corporativa. Docente del Programa de Comunicación Social y Periodismo, Universidad Surcolombiana. Contacto: cindy.guisa@usco.edu.co
Erinso Yarid Díaz Rodríguez3Magíster en Estudios Latinoamericanos. Docente del Programa de Comunicación Social y Periodismo, Universidad Surcolombiana. Contacto: erinso.diaz@usco.edu.co
Resumen
Esta ponencia presenta una serie de reflexiones acerca de la participación juvenil en el paro nacional. Para ello se mapearon apuestas organizativas juveniles de las zonas sur y norte del Huila, desde las cuales se construyó un panorama sobre las prácticas participativas, de poder y comunicativas de los jóvenes en este contexto, y de los problemas que han tenido que afrontar en su intervención. El abordaje se realizó desde una experiencia pedagógica comunicativa que se circunscribe en la perspectiva de la comunicación estratégica para el cambio social, en la que se asume lo comunicacional como un espacio relacional y dialógico donde se propician encuentros, debates y estrategias para la transformación social desde los protagonistas del proceso.
Los hallazgos presentados se enmarcan en el proyecto de proyección social Agenda Joven en el estallido social, que busca comprender los sentidos y el accionar político y organizativo de los jóvenes, con miras a contribuir desde la comunicación al fortalecimiento de su participación. Con este ejercicio de investigación aplicada se pretende generar un escenario de reconocimiento y articulación juvenil donde los jóvenes se asuman como actores en el proceso comunicativo y ejerciten su estatus ciudadano.
Palabras clave: comunicación, jóvenes, participación, protesta social.
Relato de la experiencia
La experiencia de aula universitaria vivida en los cursos Diagnóstico y Poder y Discursos y Prácticas, orientados a estudiantes de V semestre de Comunicación Social y Periodismo en las sedes de Neiva y Pitalito, y que hacen parte del núcleo temático problemático Comunicación Estratégica para el Cambio Social, lleva en primer lugar a registrar el valor del conocimiento construido desde un proyecto de proyección social (Agenda joven en el estallido social) que entra al aula y articula contenidos y metodologías de los cursos, saberes de los comunicadores en formación, de los docentes orientadores de estos y de los actores juveniles que, desde diferentes puntos de la ciudad y formas organizativas, se suman a este proyecto, para hacer de esta una experiencia pedagógica y comunicativa que se centra en indagar el contexto de estallido social en Colombia desde los presaberes, los discursos y las prácticas juveniles, a partir de categorías como: la comunicación, el ser joven, el poder y la acción colectiva en los jóvenes del Huila.
Como parte de este recorrido se construyó, de manera colaborativa, un diagnóstico situacional-comunicativo que recoge el panorama de la participación juvenil en el estallido social en el sur y el norte del Huila. El proceso de reconocimiento se hizo desde la comunicación estratégica para el cambio social, que rescata la valoración de la diversidad sociocultural y convoca a la construcción colectiva desde el encuentro y el diálogo de los actores sociales, que fungen como protagonistas de sus realidades y sujetos de cambio e incidencia pública (Alfaro, 2001). De acuerdo con ello, se asume esta experiencia desde la investigación enactiva en comunicación (IEC), tomando en cuenta que
[…] la ciencia tradicional principalmente se ocupa de describir, y lo hace sobre lo que ya ocurrió… Sobre el pasado, mientras los proyectos de IEC abordan lo comunicacional como fenómeno complejo y emergente. Investigan desplegando estrategias de comunicación que trabajan en dar cuenta de las diferentes modalidades del encuentro sociocultural situado y a la vez en propiciar un escenario dinámico de reconfiguraciones en torno a la situación problema. (Massoni, 2013, citado por Massoni, 2020)
Desde esta mirada se aborda lo comunicacional como un proceso situado de construcción, deconstrucción y reconstrucción de prácticas y sentidos que se da en escenarios complejos, y que propicia el encuentro relacional de los actores y la acción colectiva transformadora de realidades sociales. En consecuencia, y comprendiendo el rol protagónico de los actores sociales, el ejercicio diagnóstico se llevó a cabo a través de metodologías implicativas y participativas, que proponen formas de involucramiento dialécticas, donde los actores, sus saberes y sus experiencias son valorados y el conocimiento y el reconocimiento se construyen de forma conjunta. En ese sentido, se realizó un acercamiento al contexto, los actores, sus dinámicas organizativas, sus prácticas y sus discursos desde metodologías como la cartografía social y corporal, los talleres, los cineforos, las matrices socioculturales y la matriz de dimensiones, propuesta por Adalid Contreras (2018) y denominada SCAPIE (Sentipensamientos, Conocimientos, Actitudes, Prácticas, Imaginarios y Esperanzas).
Aportes y sentidos transformadores desde discursos y prácticas del ser joven, la comunicación, el poder y la acción colectiva en el marco del estallido social
Desde la revisión documental hasta la planeación y la implementación del proceso diagnóstico comunicacional, los comunicadores en formación crecieron en apropiación conceptual, teórica, metodológica y conversacional, lo que les posibilitó compartir con 16 colectivos juveniles en Neiva y Pitalito, para reconocer por qué ellos/ellas hacían o no parte del estallido social, para valorar sus discursos y sus prácticas juveniles sobre ser joven de la región sur en el marco del estallido social, lo cual significó para ellos/ellas la comunicación y los usos que hicieron de ella a favor o no del Paro, cómo vivieron o sintieron el poder en medio de este contexto y cómo vivieron la acción colectiva juvenil. Reencontrarse con jóvenes universitarios, practicantes de deportes como BMX, jóvenes de la primera línea, jóvenes ambientalistas, artistas, etc., ubicados en sus propios territorios, cercanos a sus realidades políticas y sociales, les aportó otros sentidos, al nombrarse y reconocerse como jóvenes:
No ha sido fácil, hemos trabajado en lo que salga, somos padres de familia, cuidadores de nuestros padres, aportamos a la economía familiar, hay días de hambre y todos los días son de lucha, así ha sido desde los 15, que tuve mi primer hijo, pero eso no me quita el ser joven con sueños de un presente digno para mí, para mi familia, mis hijos, y todos los del parche, los del barrio… Porque ser joven popular aquí en el Huila y en cualquier parte de Colombia es entender que todos somos uno.
No somos ni héroes ni vándalos, somos jóvenes que se merecen un mejor país, en este paro han querido mostrarnos más peligrosos que nunca, porque nos cansamos de esperar cambios que no se dan, porque no participamos desde las formas como ellos quieren, porque incomodamos, porque hacemos de la calle cultura, porque perdimos hasta el miedo, es ahora o nunca, y esto es poder.
Estos dos testimonios de jóvenes participantes del proyecto Agenda Joven dejan advertir que ser joven, en el marco del estallido social, es comprender que se sigue siendo joven desde la moratoria vital; es ser consciente del contexto de desigualdad que siguen viviendo las juventudes en Colombia; es ser partícipes de los cambios que se requieren; es confrontar el poder instituido y encarar, desde acciones y posturas colectivas, otras formas de poder juvenil; es asumir que desde sus discursos y sus prácticas no se sienten despolitizados, ni apáticos ni desafectados políticamente. Se ven como sujetos políticos que inciden y toman decisiones, no de manera unánime ni homogénea.
Es aquí donde la comunicación para estos colectivos ha sido de vital importancia, porque ha estado ubicada como práctica social y como derecho en el terreno de lo político: la comunicación les ha permitido aprender a escuchar la diversidad de posiciones que hay entre ellos/ellas, a consensuar en medio de los permanentes conflictos y tensiones, a generar diálogos y acercamientos entre diferentes actores (academia, empresarios y jóvenes), para contribuir a la construcción de confianzas y sentar bases hacia el respeto de la cultura de reivindicación y atención a los DD. HH. y en el ejercicio de una participación activa en los asuntos públicos. Reconocen que el uso de la variedad de redes sociales los/las está llevando a ejercer la acción conectiva de forma propositiva para fortalecer sus procesos y sus proyectos, las manifestaciones y las acciones en favor del paro y a favorecer la comunicación popular, alternativa y alterativa, con sus respectivos medios.
Han ido ganando conciencia sobre el poder y el ejercicio de este, reconocen cambios en las formas como se viene ejerciendo y como ellos/ellas también lo ejercen, discuten y debaten acerca de los cambios que como jóvenes sienten en cuanto a sus formas de participación política. En relación con el poder y la democracia, creen que se pueden mover, cambiar, llevar a otro nivel, desde lo que llaman poder popular; esa sumatoria de fuerzas, ideas y acciones transformadoras que se sustentan en sus prácticas participativas que no puede dar hoy la espalda a la participación electoral, pero que está llamada a incrementar, fortalecer y cualificar las prácticas políticas que vienen ejerciendo en el estallido social, y que son menos convencionales, tales como protestas, batucadas, firmatones y demás acciones colectivas y conectivas generadas por ellos/ellas como respuesta a la violencia estructural, a la indiferencia del gobierno de turno y a la decadencia de la política y de los políticos electos.
Reflexión desde la experiencia
La experiencia pedagógica y comunicativa vivida en el proyecto Agenda Joven, como eje articulador de los dos cursos, nos ha permitido pensar cómo trabajar de manera conjunta las apuestas de la comunicación para el cambio social y la comunicación estratégica, para acompañar la diversidad de trayectorias juveniles presentes en el estallido social del Huila. Unas trayectorias marcadas por los fracasos escolar y familiar, por las violencias delictivas, por el desempleo y la falta de oportunidades. En estos colectivos, la mayoría de los jóvenes no son escolarizados; están compuestos, generalmente, por hombres entre 15 y 31 años; la presencia femenina en estos colectivos es menor, y son mujeres entre los 14 y 33 años. En dichos colectivos se advierte la presencia de cuatro jóvenes que han logrado acceder a la educación superior e intentan desempeñar el rol de mediadores o líderes de grupo, bajo las tensiones propias del ejercicio del contrapoder, entendido por estos jóvenes como prácticas de emancipación del mundo adulto, que con frecuencia los lleva a no aceptar fácilmente una voz de mando o de líder entre ellos mismos.
Las otras trayectorias juveniles halladas en la experiencia tienen diversas formas de incorporación a la educación superior o técnica, y a las actividades artísticas y culturales. Jóvenes de carreras universitarias como Comunicación Social y Periodismo, Derecho, Ciencias Políticas, Sociología, Artes y Psicología configuraron colectivos con mayor presencia femenina, aunque en la mayoría de estos colectivos el liderazgo es masculino. Se encuentran entre los 17 y 30 años, y son, a menudo, los primeros estudiantes universitarios en sus familias, situación que les hace sentir una gran responsabilidad frente al presente y el futuro, y los lleva a expresar de forma continua sus sentimientos de frustración, temor e incertidumbre y el anhelo de salir del país: “Colombia nos vio nacer, pero no nos verá ser ni los ciudadanos ni los profesionales que está formando”.
En suma, la experiencia da cuenta de un diverso híbrido y mutante, de un mundo juvenil recreado por jóvenes con múltiples experiencias y saberes que han puesto a la orden del estallido social en el departamento de Huila. Tanto el paro nacional como el estallido social los han convocado a la expresión de prácticas y discursos de unión, solidaridad, tejido de experiencias como las ollas comunitarias, las huertas, los campings, las tomas conjuntas de espacios públicos. Los ha sacado de los barrios, de sus propias formas organizativas, y los ha puesto a pensar y a desarrollar otras formas de estar juntos y de expresar el poder juvenil, como, por ejemplo, la Red Popular Juvenil, la conformación de la primera línea en el Huila y la presencia de Juventud Unida en Resistencia (JUR 28).
Ante la posibilidad que ofreció el estallido social de tomarse el escenario de lo público y lo político, los jóvenes salieron de los bordes de la ciudad, de las periferias, y se tomaron los lugares más centrales y visibles, estuvieron altamente conectados a la diversidad de redes sociales, se hicieron productores y replicadores de información, sumaron sus necesidades, sus reclamos y sus demandas en una construcción permanente de acciones colectivas y fueron protagonistas de estas, con la posibilidad de no solo de dejar huella para el futuro, sino de resignificar la función que desempeñan los jóvenes del mundo urbano-popular en las manifestaciones de hoy, en los nuevos horizontes políticos que se van configurando desde la comunicación y las redes de solidaridades, de reconocimientos y de luchas.
Referencias
Amador, J. C. y Muñoz, G. (2020). Del alteractivismo al estallido social: acción juvenil colectiva y conectiva (2011 y 2019). Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 19(1), 1-28.
Alfaro, R. M. (2001). Una transición incierta hacia el futuro. Medios de comunicación, clase política, agenda y participación ciudadana. Veeduría Ciudadana de la Comunicación Social y Calandria.
Aguilar, N. (2020). Las cuatro CO de la acción colectiva juvenil: el caso del paro nacional de Colombia (noviembre 2019-enero 2020). Análisis Político, 33(98), 26-43.
Contreras, A. (2018). Recordar el futuro: Planificación de la comunicación desde la comunicación. Editorial Universidad Surcolombiana.
Massoni, S. (2020). Guía IEC: Investigación Enactiva en Comunicación: la ciencia de la articulación. Sandra Massoni.
Navarro, A. X. C. y Lembo Irazábal, M. S. (2008). La relación de la comunicación y el poder en el ámbito interno de las organizaciones con fines sociales: ejes necesarios para su abordaje. Question/Cuestión, 1(19). https://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/question/article/view/642
Programa de Comunicación Social y Periodismo USCO. (2018). Reforma Curricular 2018.
Santillana, A. (2005). El poder y sus expresiones. Andamios, 1(2), 227-239. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-00632005000300010&lng=es&tlng=es
Uranga, W. (2018). La comunicación es acción: comunicar desde y en las prácticas sociales. https://www.wuranga.com.ar/images/propios/27_accion_construccion_mayo2018.pdf
Uranga, W. y Vargas, T. (2020). Planificación y gestión de procesos comunicacionales. Universidad Nacional de la Plata. Facultad de Periodismo y Comunicación Social.