Cátedra Unesco de Comunicación 2021

Protestas y estallidos sociales: representaciones mediáticas, discursos, derecho a la información y nuevas formas de expresión ciudadana

Cátedra Unesco de Comunicaciones 2021

978-958-781-882-6    |    DOI: https://doi.org/10.11144/Javeriana.9789587818826

La banda sonora del paro: arengas

Verónica Lizeth Moreno Lozano1Estudiante de Lenguas Modernas y Comunicación, Universidad EAN. Contacto: vmoreno05551@universidadean.edu.co

Carlos Felipe Ramírez Gutiérrez2Estudiante de Lenguas Modernas y Comunicación, Universidad EAN. Contacto: cramire34812@universidadean.edu.co

Resumen

En las recientes protestas, las arengas han sido parte fundamental de las marchas. Como demostración de arte y divulgación de ideas y pensamientos, estas implican una gran responsabilidad social, pues, por medio de ritmos y letras, promueven la unión entre quienes las oyen y las cantan. Sin embargo, los mensajes y las intenciones que contienen deben ser revisados, para seguir los deseos y los cambios que la sociedad exige.

Desde el grupo Signópatas, constituido en el marco de la Mesa de Comunicaciones, de la Universidad EAN, se hizo el análisis crítico de la siguiente arenga: “El que no salte es uribista maricón”, deteniéndonos en la palabra maricón, su etimología, su morfología y sus significados. Mediante el análisis léxico-semántico, se encontró que dicha palabra es una derivación de un nombre propio, y su significado se ha transformado bajo un sesgo machista, con diferentes significados, a lo largo de la historia, en distintos diccionarios.

No obstante, en la actualidad, maricón se usa para mostrar otros mensajes, que pueden ser o no peyorativos. Por eso, el contexto tiene gran relevancia para determinar e interpretar el sentido de la palabra: “la polisemia se explica sobre la base del contexto” (Pustejovsky, 1991, citado por Gerding y Kotz, 2015, p. 5). Así, su resignificación se da por la inclusión de neologismos semánticos relacionados con las dinámicas sociales en las que se produce.

El vocablo en cuestión es usado dentro de la comunidad LGBTIQ+ para resignificar su lucha, porque tiene una carga histórica, y simbólica de la discriminación. De este modo, se convierte en una palabra símbolo; no obstante, en la arenga posee un sentido peyorativo. Se concluye que es necesario reflexionar sobre el uso responsable de las palabras en la protesta social, pues son agentes activos que pueden promover la lucha contra la discriminación o reproducir los prejuicios y la exclusión.

Palabras clave: arenga, LGBTIQ+, análisis crítico del discurso.

Relato o narrativa de la experiencia

Colombia está atravesando por una de las crisis más fuertes en su historia. Además, sumándole ciertas preocupaciones causadas por la corrupción, la desigualdad y la injusticia, la llegada de la pandemia de Covid-19 aumentó estas inconformidades y descontentos, lo que generó que el pueblo colombiano decidiera alzar su voz, en forma de protesta, por todos los hechos que no permiten a una sociedad y un país ser más equitativos, seguros e incluyentes.

El 28 de marzo de 2021, comenzó uno de los paros nacionales más largos en la historia colombiana; en parte, porque eran más las quejas y la desazón de las personas que un diálogo donde se comenzaran a plantear soluciones que, de una u otra forma, beneficiaran a los distintos actores cuyos derechos han sido más vulnerados. Es así como las universidades, tanto públicas como privadas, decidieron abrir espacios donde los estudiantes y los demás miembros de la comunidad educativa podían hablar e, igualmente, aportar soluciones desde sus distintos contextos y sus realidades.

Por su parte, la Universidad EAN propuso conformar unas mesas de comunicación donde se pudieran estudiar, comprender y analizar distintos aspectos que afectan el desarrollo de un mejor país. Estas mesas son dirigidas, voluntariamente, para aportar sus conocimientos y sus posturas a esta iniciativa, por estudiantes, con la colaboración de los docentes.

Uno de los aspectos que afectan a la sociedad colombiana lo vimos frecuentemente en las últimas protestas: el lenguaje; este ha jugado un papel muy importante en dichos espacios significativos para el pueblo colombiano. Sin embargo, el problema es cuando el lenguaje se encuentra acompañado de mensajes violentos, despectivos y agresivos, los cuales son transmitidos sin darle la importancia al verdadero y profundo significado que este quiere generar en la sociedad. Por esto, se creó la mesa de comunicaciones del Análisis del Discurso, a la cual decidimos distinguir con el nombre Signópatas. Es una mesa liderada por estudiantes y orientada por la profesora Carolina Niño; en dicha mesa se empezó a estudiar cómo, desde la academia —específicamente, desde el pregrado de Lenguas Modernas—, se puede aportar a la sociedad para que sea más consciente de lo que dice y de lo que oye. Asimismo, se buscó hallar la manera de hacer llegar estos análisis de las experiencias vividas por los colombianos a las personas, por diferentes plataformas digitales, y generar una dinámica de discusión para construir argumentos o ideas con la premisa de que, frente a estas expresiones sociales, todo lo que se hace o no se hace, y todo lo que se dice o no se dice, indiscutiblemente, significa y comunica algo que tiene grandes repercusiones en el rumbo comunicacional del país.

El debate que se da por este tema de que todo significa y todo comunica, lo establecen grandes autores. Por un lado, encontramos a la Escuela de Palo Alto: ellos eran investigadores de distintos campos de acción; eran también conocidos como ‘El Colegio invisible’, y con sus aportes dieron cuenta de las situaciones de interacción en las cuales participa el ser humano. Esta escuela, planteaba con su teoría de la comunicación humana, la cual fue publicada en 1967, que todo acto comunicativo humano tiene un valor comunicativo. Para Watzlawick et al. (1971), exponentes de esta teoría, todo comportamiento de un miembro significará algo para los demás; es decir, cada palabra o cada gesto pasa a participar de un acto en el cual se emite un mensaje, y este es entendido por el receptor de la manera como sus propias capacidades y su relación con el medio se lo permitan (Rizo, 2011). Por otro lado, encontramos a un exponente, ya no en el campo comunicacional, sino en el de la lingüística, y es Ferdinand de Saussure. Este autor, quien es padre de la lingüística estructural, postulaba en su obra El curso de la lingüística general:

[…] la lengua como un sistema de signos interdependientes, en los que el valor de cada término resulta solamente de la presencia simultánea de los otros. La palabra forma parte de un sistema y está revestida no sólo de una significación, sino también y sobre todo, de un valor.

Estos aportes hacen entender que el uso del lenguaje conlleva una gran responsabilidad. Como estudiantes y miembros de una generación que pretende cambiar los descuidos que generaciones pasadas no tuvieron la oportunidad de atender, y a los cuales no les daban importancia, tenemos que enaltecer los derechos individuales y colectivos y relacionarlos con las formas comunicativas en la sociedad. Para ello, se plantearon varios temas, donde se evidencia un desconocimiento o un uso errado del lenguaje. Uno de los temas que más nos inquietaban eran las arengas, que son una demostración de arte y comunicación muy poderosa y, por esto, implican una responsabilidad social de gran importancia. De igual manera, son usadas en este tipo de espacios, que han permitido comunicar el sentir del pueblo, sus inconformidades y sus deseos, los cuales adquieren fuerza mediante ritmos y letras. Además, generan emoción en quien las oye y, usualmente, un sentimiento de unión y afinidad con el otro, pero que, en algunas ocasiones, infortunadamente, los ataca.

Al igual que la sociedad, las arengas se transforman y traen consigo nuevos significados. Analizar las palabras que las componen nos permite entender aquellos prejuicios socioculturales del momento, el reclamo social y cómo se lo comunica. Después de revisar diferentes arengas que nos fueron aportadas por nuestros amigos y compañeros que asistieron y fueron parte de algunas de las protestas vividas durante los últimos meses, distinguimos uno de los canticos que más se repetían, pero que deformaba y transgredía el querer y el anhelo del pueblo por un mejor lugar para todos. Decidimos hacer un análisis léxico-semántico de esta arenga “El que no salte es un uribista maricón”, la etimología, la morfología y los significados, para entender el origen, los usos y los sentidos de la palabra maricón, y así trasmitir una reflexión crítica a todas las personas que ignoran el uso del lenguaje responsable y democrático con todos los actores de la sociedad.

Maricón tiene un sufijo apreciativo aumentativo “icón”. Hoy, la Real Academia Española (RAE) designa al vocablo maricón como un adjetivo despectivo y malsonante, que se usa, habitualmente, como insulto. Es una derivación de marica, diminutivo, a su vez, del nombre propio María, y cuyo significado se ha transformado por un sesgo machista. El término hacía referencia a un hombre con comportamientos similares a los de las mujeres, aquellos que se salían del canon hegemónico de masculinidad.

Para ver la ruta semántica que han sufrido estos vocablos en diferentes diccionarios, la línea cronológica que se detalla a continuación nos será útil. Desde los siglos XVI y XVII se llama marica a la muñeca de trapo o la marioneta, y este es el único significado que recogen para esta palabra diccionarios como el de Palet, de 1604. En 1620, Franciosini recoge el significado de afeminado, y en 1679 el diccionario de Henríquez distingue para marica el significado de cobarde, e introduce maricón con el sentido de afeminado.

El primer diccionario de la RAE introduce el significado para marica en 1734, como hombre afeminado y de pocos bríos. En 1787, el diccionario de Terreros identifica ambos vocablos con la misma definición: “hombre afeminado cobarde y amilanado”. Es hasta aquí donde no se les había atribuido una distinción a las tendencias o las preferencias sexuales.

Sin embargo, a finales del siglo XIX, cuando en el Diccionario Americano, de Zerolo, en 1895, se introduce solamente a maricón el sentido de homosexual. Y aparece en el diccionario de la RAE de 1869 como una acepción americana: “en Lima llaman maricón al que sustituye a las mujeres en sus ocupaciones y en el sexo con actos impúdicos”. Y solo hasta 1984, marica aparece en el DRAE con la acepción de homosexual.

En la actualidad se usa la palabra maricón para demostrar una cercanía o una amistad con otras personas. Aun así, también se sigue utilizando en su sentido peyorativo, como una expresión de homofobia. De esta manera, el contexto toma un papel importante a fin de determinar la identidad y el posterior uso, fundamentales para las nuevas piezas léxicas. Y como decía Pustejovsky, “la polisemia se explica sobre la base del contexto” (Pustejovsky, 1991, citado por Gerding y Kotz, 2015, p. 5). Y, ¿por qué polisemia? La resignificación de la palabra maricón se da por la inclusión de neologismos semánticos. A pesar de tener un significado establecido, se le asignan varios sentidos, lo cual se determina por el uso cotidiano.

En Bogotá, por ejemplo, se usa comúnmente marica no con ese significado denotativo de hombre afeminado u homosexual, sino como amigo, parcero, etc. Mientras tanto, maricón es más usado dentro de la comunidad LGBTIQ+ como puente para resignificar la lucha de los derechos de esa minoría, por tener una carga muy fuerte, histórica, y simbólica de la discriminación. Se convierte así en una palabra símbolo, porque abandera la lucha de esta comunidad por el respeto, la igualdad y el reconocimiento.

Para concluir, entonces, vemos que la arenga citada aludía a la estigmatización y la discriminación de la comunidad LGBTIQ+, pues se usa la palabra maricón como un adjetivo peyorativo. Por eso, invitamos a reflexionar sobre el uso responsable de las palabras, porque “el lenguaje hace parte del espacio público” (Álvarez, 2021). Las nuevas generaciones deben ser conscientes de su impacto y de sus transformaciones, de manera que las puedan resignificar y ser agentes activos en la lucha contra la discriminación y a favor de una sociedad justa y libre.

Interpretación-reflexión desde la experiencia

Nos enfrentamos a un escenario preocupante con la irresponsabilidad de las personas al momento de usar las palabras y los significados a los que aluden; especialmente, en espacios como las protestas sociales. Vemos que, con el paso de los años, las personas empiezan a optar por emplear distintas expresiones para transmitir su sentir y pensar frente a la situación a la que se enfrentan. Las arengas, como medio de expresión simbólica, son a las que más acude la ciudadanía. El problema es cuando se usa irresponsable e irracionalmente el lenguaje en ellas. Sobre todo, porque las arengas ya no solo son un grito en las calles, sino que son replicadas también en medios tradicionales, digitales y redes sociales; es decir, cuando su alcance de impacto es mucho mayor.

Con esta experiencia, se logró entender que debe generarse un cambio en las nuevas generaciones, las cuales son las responsables de ser mucho más conscientes de los problemas que, por pequeños que sean, degeneran en desigualdad social. También son responsables de ser partícipes de un buen uso del lenguaje, con el que no se agreda a quien no piensa o actúa como nosotros, con el que no se desinforme, y con el que los argumentos estén respaldados y bien construidos, porque el lenguaje hace parte del espacio público, lo cual significa que afecta de distintas formas a todos los involucrados, y que, de esta manera, se generen puntos de transformación y transición a una mejor sociedad, donde deben priorizarse las dinámicas respetuosas entre los agentes de cambio en la sociedad.

Referencias

El Tiempo. (2004, 20 de agosto). Marica ya no significa gay. https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1571975

Gerding, C. y Kotz, G. (2015) Distancia semántica y neología léxica. Literatura y lingüística, (33), 289-312. https://dx.doi.org/10.4067/S0716-58112016000100014

González, V. (2020, 12 de junio). Orgullo LGTB: por qué los gais nos llamamos maricón entre nosotros (y por qué los heteros no pueden hacerlo). https://www.revistagq.com/noticias/articulo/por-que-los-gays-se-llaman-maricon

Maldonado, L. (2018, 25 de septiembre). “Maricón”, la palabra maldita que no puede salir de los labios de un político. El Español. https://www.elespanol.com/cultura/20180925/maricon-palabra-maldita-no-puede-labios-politico/340716643_0.html