Cátedra Unesco de Comunicación 2021

Protestas y estallidos sociales: representaciones mediáticas, discursos, derecho a la información y nuevas formas de expresión ciudadana

Cátedra Unesco de Comunicaciones 2021

978-958-781-882-6    |    DOI: https://doi.org/10.11144/Javeriana.9789587818826

Protestar con la bandera al revés: el impacto de un color

Waira Alexandra Beltrán Linares1Estudiante de Lenguas Modernas con énfasis en Comunicación Digital y de Comunicación con énfasis en Asuntos Corporativos, Universidad EAN. Contacto: wbeltra07497@universidadean.edu.co

Resumen

La presencia de los símbolos patrios en una protesta es clave, ya que los manifestantes los utilizan bajo múltiples interpretaciones debido a la axiomática incomodidad que les causan a las entidades gubernamentales. Particularmente, la bandera suele ser el signo más común y moldeable, lo que se hizo evidente en el pasado paro nacional del 18 de abril de 2021, en Colombia, cuando se la puso al revés para acentuar el color rojo e intensificar un mensaje determinado. Por esta razón, se eligió el análisis de la bandera de Colombia; en especial, de los diversos significados del color rojo y su interpretación en el contexto de la protesta. Se buscó contrastar el significado más estable socialmente y hegemónico de dicho color: el de la sangre derramada por los patriotas que lucharon y dieron su vida por la libertad, con otras versiones como la de la presidencia actual, que postula que el rojo significa amor, poder, fuerza y progreso, o como la que adaptaron los manifestantes en la protesta social de este año, quienes lo relacionaron con el sacrificio y la muerte de los civiles en la coyuntura.

La importancia que se le da al color rojo es destacable, pues toca temas sensibles que nos permiten comprender la realidad colombiana. Lo anterior adquiere aún más relevancia cuando hay un intento de censura y control de los signos lingüísticos por parte del Gobierno nacional. Tal es el caso de Diego Molano, ministro de Defensa, quien, el pasado 20 de julio, exigió “respetar los símbolos patrios”, sin tener en cuenta que los signos no son propiedad estatal, ni que la bandera al revés se produjo y se movilizó gracias al consenso social dado en el contexto de la coyuntura sobre las víctimas de la violencia en Colombia. El presente estudio fue realizado por el grupo Signópatas, de la Universidad EAN.

Palabras clave: bandera, consenso social, símbolo patrio, rojo.

Relato o narrativa de la experiencia

Desde tiempos inmemorables, la humanidad ha buscado justificar múltiples signos lingüísticos que se utilizan tanto en la cotidianidad como en la novedad. Generalmente, no somos conscientes de ello; sin embargo, cuando existe una anomalía en el diario vivir que provoca emociones deliberadas, tendemos a implementar símbolos y otros recursos para expresarnos de manera no solo verbal y oral, sino también visual.

Concretamente, en las manifestaciones sociales sobresalen de manera auténtica símbolos comunes en estos ámbitos, acompañados de otros recursos de protesta como arengas, pregones y piezas manuales visuales, con el propósito de provocar una axiomática incomodidad a las entidades gubernamentales, debido a la inconformidad constante del pueblo colombiano. De esta manera, los elementos mencionados se convirtieron en poderosas herramientas para alzar la voz, tal como se ha evidenciado desde el paro nacional, el pasado 18 de abril de 2021.

Ante la inminente coyuntura, la Universidad EAN, en calidad de institución que promueve el pensamiento crítico en sus estudiantes, decidió dar apertura a distintas mesas de comunicación que comprendieran, estudiaran e informaran sobre los diversos factores lingüísticos que afectan al desarrollo intelectual, cultural y social del país. Es así como surgió la mesa de Análisis del Discurso, como mecanismo de indagación sobre el uso del lenguaje y la semiótica en múltiples aspectos de la realidad colombiana, basándose en la academia y en la fusión de dos programas principales: Lenguas Modernas y Comunicación. Bajo el nombre de Signópatas, etimológicamente fusionando el vocablo “signo” con el sufijo “-pata” para definirse como “enfermos por los signos”, la mesa de siete estudiantes y una docente experta en lingüística, emprendió un estudio juicioso sobre diferentes signos lingüísticos que observamos a diario —principalmente, desde lo virtual—, para encaminar hacia la comprensión y el entendimiento a los colombianos, con el acompañamiento de docentes y colaboración estudiantil. Adicionalmente, y continuando con una de las principales filosofías de la universidad —la sostenibilidad—, mediante estas reflexiones y estudios se ejerce la sostenibilidad social, al desempeñarnos como descifradores de códigos de los discursos, para que cada individuo tenga la oportunidad de reflexionar y ejercer un cambio; como dice el lema de Signópatas, “Abre tus ojos, para no cerrarlos más”.

Es así como el grupo ha optado por divulgar estos análisis en poderosas herramientas comunicativas, como lo son las redes sociales. Pasando por un proceso creativo y de ejecución, se ha logrado publicar los trabajos con una contundente propuesta visual, porque las imágenes son extremadamente efectivas para comunicar, tienen poder y llevan a múltiples interpretaciones; sobre todo, cuando se trata del pueblo expresando emociones fuertes, como la impotencia y el descontento. Lo anterior, claramente, no es algo nuevo, pues históricamente, las manifestaciones han sido imprescindibles para el desarrollo social de un país. Lo que sí sorprende es la cantidad de símbolos patrios (naturalmente potenciadores del discurso) modificados o transformados que se convirtieron en instrumentos para alzar la voz. El uso de estos símbolos es poderoso; especialmente, por los mensajes directos al sistema gubernamental y el patrimonio del país, por lo que nos resta plantearnos una incógnita clave para contextualizarnos tanto nacional como internacionalmente sobre las protestas de este año: ¿Qué significa poner la bandera al revés y resaltar, por encima de todo, el color rojo?

Tal como explican Aparici et al.:

Las imágenes complejas requieren del espectador más atención y más tiempo de dedicación para el análisis. […] Toda imagen puede tender a un significado único o abrir al espectador un abanico amplísimo de significados. El contexto que influye en la interpretación va a depender del tiempo, lugar sociedad, época o cultura […]. (2006)

Es crucial, pues, tener en cuenta —incluso, desde la teoría del color en la comunicación— lo que el rojo representa contextualizándolo al país. Para lograrlo, hay que tener presente que los símbolos patrios no son propiedad estatal, pues fueron construidos, distribuidos y utilizados por el pueblo; incluso, se tiene registro de su uso desde la época de Simón bolívar, cuando Francisco Miranda, el precursor venezolano de la emancipación americana en contra del Imperio español, fue documentado como el primer individuo en utilizar la tricolor. Sin embargo, nunca se patentó el significado original de estos colores, a pesar de que, claramente, están relacionados con la libertad y la revolución; debido a ello, es natural concluir que los significados que le hemos otorgado a la bandera no son más que especulaciones.

De esta manera, se comenzó a investigar sobre los múltiples significados que se le han atribuido. Por ejemplo, distintos historiadores colombianos apuntaron a una versión sencilla, basada en los colores de la bandera española, y el azul, proveniente del escudo de armas que le entregó España a Cristóbal Colón para llegar a América. Más aun, se encontró cierto estudio sobre la primera aparente versión documentada, que fue la de Francisco Antonio Zea (político, periodista y diplomático colombiano), cuando manifestó, en 1819, que el amarillo representa a los pueblos que queremos y amamos, el azul demuestra a los españoles que nos separa de su yugo la inmensidad del océano Atlántico, y el rojo se utilizaba “con el fin de hacerles entender a los tiranos que antes de aceptar la esclavitud que nos han impuesto por tres siglos, queremos ahogarlos en nuestra propia sangre, jurándoles guerra a muerte en nombre de la humanidad”.

Este apunte histórico sorprende, ya que es bastante específico demostrando tintes de una ideología política marcada, pero desgraciadamente, desconocida. Aun así, el significado más hegemónico y acordado socialmente comienza por ver al amarillo como abundancia, la riqueza agrícola y mineral de nuestro suelo, soberanía, armonía y justicia; al azul, simbolizando el mar, los ríos y los dos océanos sobre los que Colombia tiene costas que promueven gran parte de la actividad económica del país, y finalmente, al rojo, como sangre. Es en este punto cuando el análisis dentro de la protesta juega su papel, pues comúnmente se entiende que representa la sangre derramada por los compatriotas que dieron sus vidas por la libertad; sin embargo, la Presidencia postula otro significado muy diferente afirmando que no es la sangre que derrama el odio, sino la que alimenta al corazón y le da movimiento y vida, e involucra amor, poder, fuerza y progreso.

No obstante, las anteriores definiciones se han dejado de lado en la coyuntura, para dar paso a los intérpretes autores de distintas versiones de la bandera al revés. Con el propósito de llegar a ellas, se hizo una serie de investigaciones informales entrevistando a algunos manifestantes sobre su propia visión y su propia interpretación de la bandera al revés. La gran mayoría concordó en que cuando se utiliza este símbolo, se habla de sacrificio y muerte de los civiles en la protesta; sin embargo, los entrevistados discreparon en especificar sobre quiénes fueron sacrificados, ya que varios hacen énfasis en los manifestantes, y omiten, por tanto, a los miembros de la Fuerza Pública, quienes son civiles también. Por otro lado, hay quienes lo ven como esperanza y oportunidad de cambio, mientras que otros lo ven como rebelión, debido a la transformación física de un símbolo patrio.

Lo más destacable en la anterior investigación fue la evidente importancia que se le dio al rojo, pues ningún intérprete mencionó los otros dos colores. Incluso, la Minga ha incluido al rojo dentro de los colores de su bandera, como tributo rendido a sus mayores y sus líderes abatidos por la violencia acompañada del odio que ha azotado al país durante más de 50 años. Es interesante ver que, a través del análisis semiótico de un elemento tan común y del que no se habla mucho, como la bandera, este resulta ser polifónico, tener significados incluso antagónicos por parte de los mismos compatriotas.

Debido al poder de esta herramienta de protesta, ha sido ostensible la incomodidad del Gobierno ante su uso en la coyuntura, gracias a intervenciones públicas como las del ministro de Defensa, quien, en un intento de apropiación y censura de los signos lingüísticos modificados, el pasado 20 de julio exigió “respetar los símbolos patrios”, sin tener en cuenta lo postulado a lo largo del presente estudio: los signos no son de propiedad estatal, sino que, por el contrario, son por y para el pueblo. Además, con la anterior petición, Molano pretende implícitamente negar un derecho, como afirma Sandra Borda en una columna de El Tiempo: “No se puede consagrar y respetar el derecho a la protesta sin garantizar y otorgarle el valor que corresponde a la libertad de expresión”.

La bandera al revés se produjo y se movilizó gracias al consenso social dado en el contexto de la coyuntura sobre las víctimas de la violencia en Colombia, en general. Y ese manifiesto no debe ser opacado; los colombianos deben conocer los diferentes significados de los símbolos y las partículas del lenguaje utilizadas en las protestas, para crear conocimiento y mitigar la ignorancia colectiva. Ese es el verdadero propósito de Signópatas. Más estudios como este los hemos divulgado y trabajado basándonos en una pasión en común por la lingüística y la semiótica. No solo por medio de redes es como se anhela que lleguen al cubrimiento nacional, sino también, ante la comunidad educativa, mediante conversatorios. Hemos logrado un impacto al ver los reposteos en Instagram, las vistas en Tik Tok y el aforo de los auditorios a los que llevamos estos análisis de los discursos. Se ha observado, además, que gracias estos, muchos individuos toman en cuenta lo que hemos publicado para emplear más conscientemente los signos en actos de protesta; no necesariamente desde el exterior, sino también en sus casas, a través de sus dispositivos móviles, promoviendo un uso más responsable de nuestra riqueza lingüística.

Particularmente, el uso de símbolos patrios en la protesta es enriquecedor para la identidad del colectivo y la profundidad de sus significados; si bien son complicados a la hora de investigar sus orígenes, no se puede negar la diáspora creativa que el pueblo ha demostrado, al ser esperanzador ver una manifestación sólida luchando por un mejor futuro. Lo más gratificante de ser servidor virtual de la comunidad es aprender cada vez más cosas nuevas, impregnándonos todos los días de información y empapar de conocimiento a nuestra audiencia y círculo social cercano, porque es esencial saber comunicar para potenciar mensajes con el propósito de evolucionar y evitar ser persuadidos con facilidad, crear una atmósfera de conocimiento para recorrer los caminos que resten y solventar las problemáticas que hagan falta con el fin de lograr el país que tanto deseamos. Ese es el reto constante al que nos exponemos como potenciales constructores del futuro a través de las maravillas de la comunicación.

Referencias

Aparici, R., Fernández, J., Osuna, S. y García A. (2006). La imagen: análisis y representación de la realidad. https://books.google.com.co/books/about/La_imagen.html?id=1DIlBQAAQBAJ&printsec=frontcover&source=kp_read_button&hl=es-419&redir_esc=y

Borda, S. (2021, 19 de julio). La bandera, ‘como corresponde’. El Tiempo. https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/sandra-borda-guzman/la-bandera-como-corresponde-columna-de-sandra-borda-604442

Cultura y NBSP. (2020, 21 de octubre). ¿Qué significado tienen los colores de la minga indígena? https://www.eltiempo.com/cultura/arte-y-teatro/minga-indigena-que-significan-los-colores-los-sombreros-y-los-bastones-de-indigenas-544401

Noticias Caracol. (2021, 16 de julio). Izar la bandera al derecho este 20 de julio, pidió el ministro de Defensa. https://noticias.caracoltv.com/codigo-caracol/izar-la-bandera-al-derecho-este-20-de-julio-pidio-el-ministro-de-defensa?_amp=true&__twitter_impression=true

Presidencia de la República. (s.f.). Historia de la bandera. https://historico.presidencia.gov.co/asiescolombia/bandera_origen.htm