ISBN : 978-958-781-555-9
ISBN digital: 978-958-781-556-6

Los lenguajes de la memoria en Colombia

Memoria y narraciones del territorio. Perspectivas en municipios del departamento del Quindío sobre los imaginarios urbanos del posconflicto. Universidad del Quindío

Pedro Felipe Díaz Arenas

Doctor en Ciencias de la Educación, magíster en Comunicación Educativa, comunicador social. Docente investigador y decano de la Facultad de Ciencias Humanas y Bellas Artes de la Universidad del Quindío.

pfdiaz@uniquindio.edu.co

Damaris Ramírez Bernate

Profesora de la Universidad del Quindío, Programa de Comunicación social-Periodismo.

dramirezb@uniquindio.edu.co

Julián Enrique Páez Valdez

Profesor de la Universidad del Católica de Pereira, Programa de Comunicación social-Periodismo.

jepaez@uniquindio.edu.co

Resumen

El Quindío, un pueblo cafetero situado en el corazón de Colombia, también ha sido testigo de las vivencias de los pueblos vecinos y del nacimiento de líderes guerrilleros. A raíz de este fenómeno nacional y el panorama regional, se requiere registrar las percepciones del posconflicto de los habitantes de los municipios del departamento del Quindío para reconocer en sus habitantes los imaginarios que surgen a partir del contexto en el que viven por su delimitación geográfica. El Quindío, pese a ser un departamento relativamente tranquilo, no es un lugar libre de enfrentamientos; cada pueblo ha presenciado en varios momentos de la historia diferentes problemáticas de guerra, por sus condiciones sociales, económicas y, sobre todo, geográficas. Los municipios cordilleranos, como Calarcá, Génova, Pijao, Buenavista y Córdoba, han sufrido la aparición de grupos armados militares, mientras que los municipios más centrales, como Armenia, Montenegro, Quimbaya, La Tebaida, han sido tocados por las bandas delincuenciales, que también buscan territorialidad para negocios al margen de la ley. Filandia, Circasia y Salento son zonas de turismo, pero no se escapan de este flagelo que sacudió en algún momento a los municipios del sur del departamento del Quindío. Por lo anterior, esta investigación reconoce los imaginarios urbanos de los habitantes del departamento en relación con el posconflicto, mediante la identificación de narrativas orales que son registradas en medios textuales, sonoros, gráficos y audiovisuales. Se indagan las tendencias de los pensamientos colectivos que tienen los ciudadanos de los territorios que conforman el departamento del Quindío y que está relacionado con el posconflicto, en las que se sistematizan las narraciones orales que ayudarán a construir el mensaje de paz que integra a la población colombiana.

Palabras clave: imaginarios urbanos, comunicación, posconflicto, narrativas, cartografía.

Introducción

Entre cafetales que alfombran el Eje Cafetero colombiano se encuentran pequeños pueblos que por sus diversos colores le dan vida a la zona céntrica del país en el que cada municipio tiene características particulares que lo hacen completamente único y hacen que propios y extraños quieran permanecer aquí, en el Departamento del Quindío, pus es considerado por muchos como un pueblo de paz. Desde el 2003 nuestro Departamento goza de ser un pueblo libre de guerrilla, y aunque ha sido cuna de diversos personajes de la guerrera y de acontecimientos violentos y que, pese a ello, el Quindío se ha convertido en destino turístico por excelencia; por ello nos hemos venido preguntando qué piensa y cómo han tomado sus pobladores los acuerdos de paz, la desmovilización armada, el posconflicto y cómo ha impactado en sus vidas.

En el año 2012 se inician los diálogos entre las FARC-EPcon Timochenco y el gobierno de Colombia liderado por Juan Manuel Santos. El 26 de septiembre de 2016 ambos representantes sellaron con un apretón de manos el acuerdo de Paz, que concluyó con el fin de una guerra de más de 52 años y con más de 267.162 muertos. Con esta firma se da la apertura a una nueva etapa para el país, donde la comunicación juega un papel fundamental para lograr los aportes necesarios al posconflicto y a la construcción de una nueva sociedad sin violencia.

Desde que Colombia se dividía entre azules y rojos, han pasado, aproximadamente, seis generaciones que han visto la guerra cambiar de anfitriones: Pájaros, Chulavitas, M19, AUC, FARC, ELN, las Águilas Negras, Los Rastrojos, Los Urabeños, ERPAC; que ha dejado a su paso los mismos resultados durante más de cinco décadas: muertos, desplazados, reclutados, secuestrados, extorsionados, desaparecidos, falsos positivos, huérfanos, secuelas sicológicas y más. El tiempo ha sido un elemento determinante para conocer el destino de cada uno de los grupos delincuenciales. Tanto las víctimas directas como indirectas, han hecho construcciones simbólicas de sus vivencias, temores y proyecciones; percepciones que se registraron, durante el plebiscito del 2 de octubre de 2016, en el que se decidía llevar a cabo o no, los acuerdos de paz con una de las guerrillas más antiguas de Colombia “Las FARC”.

En general algunos Municipios del Departamento del Quindío, han sido testigos de las vivencias de los pueblos vecinos y del nacimiento de líderes guerrilleros como Manuel Marulanda Vélez, Gustavo Arias, Manuel y Antonio Vásquez Castaño entre otros. A raíz de este fenómeno nacional y el panorama regional, se registra entonces las percepciones del posconflicto de los habitantes de estos municipios, en el que se reconocen sus imaginarios que ha dejado el contexto en nuestro territorio.

En ese sentido se consideran a los imaginarios como transformadores sociales, partiendo de una representación abstracta, o como lo afirma Silva: “una mirada al futuro” es por ello que se busca comprender y reseñar los pensamientos colectivos de los ciudadanos del Departamento del Quindío, teniendo en cuenta la subjetividad ya que la guerra y la violencia pronunciada en la historia del país han creado una producción colectiva de realidades abstractas que se deben tener en cuenta para la construcción de una cultura de paz, además de contribuir a un levantamiento de la memoria, en la representación colectiva de los imaginarios relacionados con el conflicto armado, la firma del acuerdo de paz, el posconflicto, además de otros aconteceres propios de cada territorio local.

Metodología

La investigación indaga una serie de características que devela un estudio cualitativo y cuantitativo que está basado en el marco de los imaginarios urbanos como un proyecto que analiza el ser ciudadano y su significado. (Silva, 2003)

Se hace un análisis documental que nos muestra una visión holística en cada uno de los municipios, en la que se llevaron a cabo procesos de análisis basados en la percepción de los pensamientos de los habitantes enmarcados en categorías fundamentales como: la ciudad, los ciudadanos y las otredades; planteadas por Armando Silva (Silva. 2006) en las que nos permiten mostrar las percepciones de los ciudadanos frente al posconflicto, y la construcción de productos comunicactivos, mediante la utilización de instrumentos de carácter exploratorio.

En la investigación se incluye algo que se ha denominado: Momento periodístico y que equivale a la construcción cartográfica de los resultados de historias informativas que sirven para guardar la memoria de cada territorio.

Momento Cuantitativo: Aplicación de encuestas en la que se tuvieron en cuenta preguntas relacionadas con la categoría del posconflicto tales como:

Tabla 1. Elaboración propia

Tabla 2. Elaboración propia

Momento Cualitativo: Entrevistas y registros en audio y video de los habitantes de cada municipio, además de sus paisajes sonoros en cada territorio.

Armenia

Barcelona

Buenavista

Calarcá

Circasia

Córdoba

Filandia

Génova

La Tebaida

Montenegro

Pijao

Quimbaya

Salento

Reflexiones, Resultados y Discusión:

El posconflicto es catalogado como una etapa que se da después de un enfrentamiento armado; en Colombia, el posconflicto es el resultado de una negociación entre las partes enfrentadas y no de la victoria militar de una de ellas (Luttwak, 1999). En este caso el posconflicto llego después de la firma del acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC-EP, dejando una nueva era que no solo involucra al Estado y dichos actores armados sino también a toda la sociedad colombiana.

El posconflicto es siempre un momento crítico y de gran vulnerabilidad para las sociedades que, tras sufrir el impacto político, económico y social de una confrontación armada, encaran el desafío de pasar esa página de su historia, reconstruir su institucionalidad, restablecer la normalidad de la convivencia civil, neutralizar las causas y catalizadores del enfrentamiento armado, e impedir su reactivación o transmutación. (a. Molano, 2015)

El posconflicto encara la tarea de reducir las posibilidades para que no se vuelva atrás y se retomen las confrontaciones, pero cuando se llega a un acuerdo de paz a través de un dialogo entre ambas partes, esta posibilidad se reduce.

Los imaginarios colectivos permiten reconstruir el pasado para concebir nuevos desarrollos, exploran alternativas y ofrecen posibles escenarios en los que se espera no repetir hechos violentos que han vivido los habitantes de los Municipios del Quindío y en general del País, por ello Armando Silva nos invita a entender a los imaginarios como:

… no son sólo representaciones en abstracto y de naturaleza mental, sino que se “encarnan” o se “incorporan” en objetos ciudadanos que encontramos a la luz pública y de los cuales podemos deducir sentimientos sociales como el miedo, el amor, la ilusión o la rabia. Dichos sentimientos son archivables a manera de escritos, imágenes, sonidos, producciones de arte o textos de cualquier otra materia donde lo imaginario impone su valor dominante sobre el objeto mismo. De ahí que todo objeto urbano no sólo tenga su función de utilidad, sino que pueda recibir una valoración imaginaria que lo dota de otra sustancia representacional. (Silva, 2007)

En consecuencia, sabemos que los ciudadanos tienen sentimientos sociales hacia el posconflicto que determinan su postura y su pensamiento hacia lo que está sucediendo con este proceso en cada municipio.

Dentro de las percepciones que manifiestan en general los habitantes en cada uno de los municipios, centran a La iglesia principal como el ícono más importante que hace alusión a la plazoleta. Ubicada en todos los municipios a un costado del parque principal junto a otras instituciones como la Alcaldía Municipal, bancos, negocios comerciales, etc. Que la señalan con adjetivos como “bonita, amañadora, agradable, lugar de esparcimiento y recreación”; frecuentada para compartir. Importante mencionar que los habitantes de estos pueblos aún conservan rasgos campesinos y tradiciones que no le han permitido desarraigar la costumbre de tomar la plaza central como punto de encuentro en el que muchas veces se descansa, se recrea o se llega a algún acuerdo. Además, por ser un punto de referencia que conecta con otras instituciones importantes para los pobladores también es una excusa para visitarla y recorrerla.

Respecto al sector de la plaza de mercadeo la refieren como la Galería, un sector comercial frecuentado por campesinos y vendedores de alimentos (mayoritariamente verduras), pero también es un sitio referenciado para conseguir servicio de transporte, especialmente el Willys. Muy pocos los califican de abandonado o zona de mucho bullicio. Les evoca más al campo precisamente por los productos que pueden encontrar allí. La plaza de mercado en los municipios que la tiene es un signo fuerte y en algunos municipios aún conservan características campesinas, además porque trabajadores de veredas o zonas rurales utilizan estos espacios, junto a la plaza principal para hacer sus compras o pagar los servicios que necesitan. Lo anterior como reflejo de tranquilidad.

Pese a que los diálogos de paz marcan un hito a nivel nacional de la terminación de violencia armada, los Quindianos recuerdan este evento como un acontecimiento del conflicto importante por el revuelo mediático y político que se le dio. Igualmente recuerdan las masacres perpetradas por esta misma organización a raíz de los mismos medios de difusión. Las otras respuestas de mayor acuerdo, hacen mención al Bogotazo y la Toma del Palacio de la Justicia.

El acontecimiento que más recuerdan dentro del proceso de paz es la entrega de armas que aseguró la reducción de muertes y conflicto interno que pone fin a años de cruel violencia.

Otros mencionaron el plebiscito, acuerdos pactados, diálogos de paz, reparación de víctimas, cese al fuego, restitución de tierras, la desmovilización, otros respondieron, con el comentario de que el proceso de paz ha sido una mentira.

De las diferentes etapas del proceso de paz que se mencionaron en la encuesta, la mayoría obtuvo una aceptación regular a mala, especialmente las etapas de creación de un nuevo partido político, los recursos destinados para el posconflicto, el lugar de negociación en la Habana y creación de zonas veredales. Sin embargo, la dejación de armas fue calificada como excelente con una aprobación del 70%. La entrega de bienes por parte de las FARC, la difusión de la negociación con las FARC.

Aunque no haya un impacto directo y evidenciable con los acuerdos de paz, consideran que la mayoría de los puntos planteados en las encuestas son importantes ya que, si no los benefician a ellos inmediatamente, sí pueden ser favorables para otras poblaciones. En cuanto a mayor relevancia, consideraron, en su orden, que la política de desarrollo integral, la participación en política, la reparación a las víctimas, el fin del conflicto armado y la implementación, verificación y refrendación son las más importantes. La solución al problema de drogas ilícitas ha sido golpeada por el microtráfico, la solución a ello también podría ayudar a reducir el problema actual que los ha llevado a un conflicto interno, específicamente de territorialidad y degradación de tejido social.

El personaje que más identifican a parte de los líderes en cada pueblo, personajes de la calle, el señor de la tienda o los de la esquina además de los gestores culturales en cada territorio, en la memoria de los Quindianos reconocen que el personaje más identificable y que se relaciona con el proceso de paz es el presidente Juan Manuel Santos pues en su gobierno se concluyó dicho evento histórico con la guerrilla más antigua de Colombia.

Conclusiones

El Quindío es catalogado como un departamento que no ha vivido el conflicto de manera significativa y que cuenta con cierta pasividad frente al tema, es por eso que ante las preguntas hechas sobre el posconflicto la mayoría ven los aspectos de este importante suceso como algo bueno; cabe aclarar que cuando se habla de la mayoría no hay una diferencia muy grande con los que ven todo este proceso de manera escéptica profesando duda y desacuerdo en algunos puntos. Aunque gran parte considera el Acuerdo de Paz como el hecho más importante de la historia del conflicto armado en Colombia, la duda frente a este proceso es mucha y como lo plantea Andrés Molano puede ser por varias razones:

… las grandes expectativas generadas por la terminación de la confrontación armada, y la idea, fácilmente arraigada en la opinión pública, de que esta traerá́ consigo un periodo de bonanza y de prosperidad (…) La poca tolerancia a la frustración que caracteriza a las sociedades en el posconflicto, no solo frente a estas grandes expectativas, sino frente a las dificultades propias de la implementación de los acuerdos de paz. Esta frustración tiene que ver tanto con la imposibilidad de satisfacer demandas sociales directa o indirectamente catalizadas por la terminación del conflicto como con la dificultad para disponer de la liquidez política para hacerlo. La perturbación que producen las distintas formas de reproducción, camuflaje o transmutación del conflicto –esto es, la perpetuación de la violencia a él asociado por otros medios (…) (b. Molano, 2015)

Nuestros pueblos quindianos se han conservado como pueblos de tradición campesina en donde los fines de semana sus plazas públicas son aprovechadas para entablar conversaciones entre pobladores rurales y urbanos. La plaza de mercado, es escenario particular de cargas en Jeep y mercado campesino. El centro y la plaza central son lugares frecuentados para la recreación y esparcimiento de los mismos: el café, la misa de los domingos, las charlas en el parque, el helado de la esquina, las caminatas por sus calles. Cada acción se vuelve como un ritual que origina en sí mismos una huella o una marca distintiva para la comunidad. Silva habla que para “(…) comprender el modo operandi entre mente, imaginaros y realidades sociales, se trataría mejor de evidenciar una ruta de desenganche anteponiendo otras lógicas cognitivas o emotivas a los juicios meramente deductivos o racionales. En rigor, los imaginarios más que ser la consecuencia de una episteme, son realidades en lo que emotivo y sensorial marcan una ruta entre psiquis y representación de una particular dimensión” De allí que el centro junto a todos sus instituciones, negocios y elementos conformantes, sea la zona de mayor mención. (Silva, 2006)

Entre los lugares representados como pacíficos están las instituciones religiosas debido a sus características sagradas y la simbología santa que se encuentra en sus alrededores. Las instituciones educativas por la estructura física cerrada que se maneja, el ambiente infantil o juvenil que se percibe por los estudiantes e incluso la seguridad que inspira la planta docente y los porteros. Las instituciones de policía por la seguridad y autoridad que ellos mismos representan.

Para Quesada, F. (2006) la percepción de la inseguridad está cada vez más generalizada en la población latinoamericana, el incremento de esta percepción tiene una base real en el aumento de los delitos, pero también está se promueve y se incentiva por el tratamiento de la noticia y sensacionalismo en los medios de comunicación. Adicional, como menciona Armando Silva, los imaginarios o percepciones son representaciones derivadas de analogías o experiencias individuales compartidas o experiencias sociales. (Silva, 2004)

Todo lo que pueden saber los habitantes del posconflicto se debe gracias a las socializaciones de gestores de paz, instituciones educativas o los mismos medios de comunicación nacionales y regionales que se encargaron de hacer su tarea sobre informar sobre la elaboración e implementación de los acuerdos con la guerrilla más antigua de Colombia. Por eso, como acontecimiento importante de la historia del conflicto armado colombiano ponerle fin a la violencia guerrillera ha sido un hito trascendental, porque significa la terminación de las mismas masacres que fueron perpetrados por ellos debido a la lucha de poderes territoriales y económicos, masacres que son recordadas como históricas debido al número de muertes, secuestros y desplazados que dejó según los números indicativos del Centro de Memoria Histórica. Otros acontecimientos que se consideran importantes, fueron los eventos del Bogotazo tras la muerte de Jorge Eliecer Gaitán y la Toma del Palacio de la Justicia.

Ya dentro del proceso mismo para la construcción de una paz estable y duradera, la etapa más importante fue la entrega de armas pues aseguró la reducción de muertes y terminación del conflicto interno. En menor medida mencionaron el plebiscito con la consolidación de los acuerdos, los diálogos de paz con la reparación de las víctimas, el cese al fuego, la restitución de tierras, la desmovilización como grupo armado, la Jurisdicción Especial para la Paz.

Frente a lo que piensan cuando se les preguntan cómo ven a Colombia dentro de 20 años, responden que no hay diferencia a la actualidad, incluso podría empeorar por la proliferación de bandas criminales al margen de la ley y por el aumento de corrupción en las institucionalidades. Además, señalaron un aumento de problemáticas sociales que podrían influir en la seguridad social en la que se asegura que Colombia podría convertirse en una segunda Venezuela debido a los tratos hechos con la antigua guerrilla de las FARC, mientras que unos pocos se mantienen más optimistas pensando que sí es posible un progreso en el país que permita tranquilidad, esperanza y un equilibrio entre el medio ambiente y la sociedad.

De las diferentes etapas del proceso de paz que se mencionaron, la mayoría obtuvo una aceptación regular a mala, especialmente las etapas de creación de un nuevo partido político, los recursos destinados para el posconflicto, el lugar de negociación en la Habana y creación de zonas veredales. Sin embargo, la dejación de armas fue calificada como excelente por parte de la población. La entrega de bienes por parte de las FARC, la difusión de la negociación con las FARC y la socialización de los puntos de negociación tuvo calificación aceptable. Lo que se puede inferir que, el proceso de paz tuvo sucesos para destacar y otras para desaprobar, sin necesidad de rechazarla rotundamente. A partir de los porcentajes se puede evidenciar que un poco menos de la mitad, las personas valoran los esfuerzos del gobierno para tratar de concluir con una guerra de más de 50 años. Para Andrés Molano (2015) corresponde a las expectativas de prosperidad impuestas por la opinión pública, no obstante, si estas esperanzas se ven frustradas puede afectar de fondo las promesas de reconciliación y por ende la veracidad o confiabilidad de las mismas.

En las pasadas elecciones presidenciales (primera vuelta) ganó el candidato del Centro Democrático Iván Duque, con el 52.76% de los votos y en el plebiscito por la paz obtuvo la victoria el NO con el 66.13% de los votos. Este ideal político se ve reflejado en las respuestas de los encuestados y en los intereses sociales que se tienen, pues asocian la toma del palacio de justicia con las FARC, cuando en realidad fue una acción del M19. En el imaginario que han creado del proceso de paz se muestran reacios a los cambios positivos que pueda haber en el país y rechazan la participación política de este grupo armado.

Silva (2006) también menciona que las ciudades se parecen a sus creadores, y éstos a su vez son hechos por la ciudad, por eso preguntarles sobre cómo se ven a sí mismos determinan parcialmente el imaginario de ciudad; a la pregunta ellos se perciben como seres alegres y serenos que pueden mantenerse en pie ante las diferentes condiciones poco favorables y pese a que el conflicto violento con las grandes guerrillas nacionales no les correspondió, reconocen que varios puntos planeados en los acuerdos de paz son importantes porque de alguna forma benefician a la comunidad nacional. Por ejemplo, el desarrollo integral, la participación política, la reparación de víctimas, el fin del conflicto armado y la implementación, verificación y refrendación son las más relevantes.

Los municipios del norte del departamento, se han convertido en pueblos llenos de tranquilidad donde, sus habitantes realizan sus labores agrícolas y artesanales con la mira de ser lugares prósperos y con turismo, por sus formidables paisajes que reflejan la Paz.

En general este proceso de percepción nos permitió acércanos y a conocer este territorio compartiendo como una comunidad cafetera y turística encontrando características claras que nos identifican, un ejemplo claro es el color verde que está en sus imaginarios como el más representativo del Quindío por los colores de la naturaleza que los rodea añadiéndole el verde de sus cafetales.

Referencias

Centro de Memoria Histórica. GMH. ¡basta ya! Colombia: Memorias de guerra y dignidad. Bogotá: Imprenta Nacional, 2013.

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FARC. “Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común”, y adoptó una rosa como símbolo, este logo es su transición hacia un partido político. Recuperado Septiembre de 2018en https://www.significados.com/farc/

Editorial El Tiempo. Recuperado Octubre 2018 en https://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/firma-de-la-paz-en-colombia-2016-31456

Latina. Pensar Iberoamericano, volumen (08). Recuperado Septiembre de 2018 en https://www.oei.es/historico/pensariberoamerica/ric08a03.htm

Luttwark. (s.f.). Give War a Chance. Foreign Affairs.

Molano, A. (2015a). III Justicia para el posconflicto: nuevos y viejos problemas en escenarios complejos. En Molano, A. (Ed.) El posconflicto en Colombia: reflexiones y propuestas para recorrer la transición. (pp. 15 – 23). Bogotá, Colombia: Ediciones Ántropos Ltda.

Molano, A. (2015b). El posconflicto en Colombia: Reflexiones y propuestas para recorrer la transición. Bogotá. Obtenido de KAS: www.kas.de

Quesada Avendaño, F. (2004). Imaginarios urbanos, espacio público y ciudad en América

Silva, A. (2003). Urban Imaginaries From Latin America.

Silva, A. (2004). Imaginarios urbanos: hacia el desarrollo de un urbanismo desde los ciudadanos. Metodología. Bogotá: Convenio Andrés Bello y Universidad Nacional de Colombia.

Silva, A. (2006). Imaginarios Urbanos. Bogotá, Colombia: Arango Editores Ltda.

Silva, A. (2007). Imaginarios Urbanos en América Latina: Archivos, en Imaginarios urbanos en América Latina: Urbanismos ciudadanos, Blasco y Enguita, Barcelona: Fundación Antoni Tápies.