Investigación
Innovación
Octubre 31, 2025

Universidad, empresa y Estado, la tríada que impulsa la innovación javeriana para atender problemas reales

Edward Alejandro Díaz Rincón
Periodista de la Vicerrectoría de Investigación  

Desde su misión orientada al bien común, la Pontificia Universidad Javeriana reconoce que su aporte a la sociedad no se limita a la formación de profesionales o a la generación de conocimiento. Este compromiso cobra mayor sentido cuando el saber entra en diálogo con el Estado, las empresas y las comunidades. La articulación de estos tres actores permite que la investigación se traduzca en política pública, soluciones al sector industrial o modelos de desarrollo con impacto tangible. Bajo esa premisa, las iniciativas javerianas avanzan hacia la transferencia tecnológica y el fortalecimiento del tejido productivo, integrando la academia en los procesos de transformación del país. 

Esa tarea exige fortalecer el relacionamiento entre sectores que operan con lógicas distintas. En el ámbito universitario, las capacidades científicas y técnicas surgen de grupos de investigación consolidados, de proyectos interdisciplinarios y de laboratorios con alta especialización. Sin embargo, para que ese conocimiento se convierta en soluciones concretas, hay que crear escenarios de diálogo donde las necesidades del entorno y las capacidades académicas puedan encontrarse. Como lo explica Fanny Almario, directora de Innovación de la Javeriana: “Para lograr ese proceso de transferencia y apropiación, se requiere que aquellos que tienen necesidades conozcan lo que genera la academia y puedan utilizar ese conocimiento para generar soluciones y oportunidades, un proceso complejo, pero vital”. 
 


Open Innovation & Investor Summit. Foto: Vicerrectoría de Investigación


El reto para la universidad es sostener ese puente. Un desafío que, dentro de la Javeriana, lo fomenta la Vicerrectoría de Investigación con la Dirección de Innovación a la cabeza: impulsa estrategias que facilitan la colaboración entre investigadores, empresas, entidades públicas y organizaciones sociales, promueve espacios para identificar problemáticas comunes, explorar alianzas y transformar los resultados de investigación en herramientas que contribuyan al bienestar colectivo.  

Andrea García, profesional de Innovación Social de la Dirección de Innovación, lo ejemplifica así: “Nuestro papel es acompañar y fortalecer la tecnología a lo largo de toda la ruta de transferencia hacia el mercado o la sociedad. Eso implica apoyar el desarrollo del modelo de negocio, acompañar los procesos de propiedad intelectual, proteger la tecnología mediante el mecanismo más adecuado y asegurar que todo esto se cumpla. También, buscamos aliados estratégicos, fortalecemos la relación con ellos y exploramos convocatorias o fuentes de financiamiento que impulsen el proceso”. 

La innovación como lenguaje común 

Las alianzas entre la universidad, la empresa y el Estado son fruto de un trabajo sostenido. Requieren continuidad, acompañamiento técnico y comprensión de los ritmos de cada actor.  Esta labor técnica y estratégica permite que la innovación se convierta en un lenguaje compartido entre los distintos sectores. En palabras de Fanny Almario, “tenemos una gran responsabilidad con su gente, con sus empresas, con las organizaciones del Estado y con las comunidades. Una forma de abordarla es generando conocimiento de alto valor agregado, en el que se confía porque proviene de la rigurosidad académica”. 

Para las empresas, la universidad es un socio confiable que aporta conocimiento especializado; para las instituciones públicas, una fuente de evidencia que respalda la formulación de políticas, y para los investigadores, un espacio en el que se materializa la relevancia de su trabajo. La colaboración entre estos actores configura una red dinámica que impulsa la competitividad, la sostenibilidad y el desarrollo. 

Ecosistemas que aprenden y cooperan 

El trabajo de la Dirección de Innovación no se limita a acompañar proyectos individuales, sino que construye ecosistemas de aprendizaje y cooperación. Uno de los pilares son los espacios de encuentro y formación, como el Día P, dedicado a la divulgación y valoración de la propiedad intelectual dentro y fuera de la academia. Este evento sensibiliza a los investigadores sobre la importancia de proteger y transferir los resultados de su trabajo, al tiempo que conecta a la comunidad universitaria con actores del ecosistema nacional de innovación. 

A estos esfuerzos se suman convocatorias como Desafíos Compartidos Universidad-Empresa, orientada a promover alianzas entre empresas del sector productivo y profesores de planta de la Universidad para resolver retos o necesidades sociales y empresariales mediante proyectos de I+D+i; y Prueba de Concepto, que financia el desarrollo de prototipos o productos mínimos viables. Estas iniciativas permiten madurar tecnologías en distintas etapas, facilitar su validación y fortalecer su llegada al mercado o a las comunidades. Andrea García explica que “siempre estamos atentos a los profesores que tengan resultados de investigación con potencial de transferencia o interés fuera de la academia, ya sea en la sociedad o en el mercado”. 

Sumado a lo anterior, desde la Dirección de Innovación se organizan ruedas de negocio o espacios de diálogo como EncuentraTech evento en el cual se presentaron capacidades de laboratorios, tecnologías en desarrollo y servicios especializados, mientras empresas y ONG compartieron retos en salud, educación, ambiente y gestión pública. En tanto, en el Open Innovation & Investor Summit constituyó una plataforma de talla continental para vincular emprendimientos, tecnologías universitarias, empresas e inversores con miras al escalamiento, cofinanciación y comercialización de desarrollos innovadores. 

Este modelo de articulación favorece un tipo de innovación que incorpora dimensiones sociales, ambientales y éticas. Cada proyecto representa una oportunidad para que el conocimiento académico dialogue con los desafíos del país. Como concluye Almario, “tenemos una gran responsabilidad con Colombia, sus empresas y comunidades. Desde la academia generamos conocimiento riguroso y debemos aprovechar esa fortaleza para construir soluciones colectivas. Somos una Universidad en salida, abierta al trabajo con grandes, medianas y pequeñas empresas, para identificar necesidades, orientar soluciones y aportar al desarrollo económico, productivo y social del país”. 

La investigación universitaria se consolida así, como un espacio de encuentro, donde la ciencia se traduce en práctica, la innovación se entiende como bien común y la cooperación se convierte en motor de desarrollo. En esta visión, la Universidad Javeriana reafirma su compromiso con el país, al hacer del conocimiento una herramienta para construir futuro compartido.