Aunque el cine convirtió a los tiburones en monstruos temidos, la realidad es que son esenciales para el equilibrio marino. Hoy enfrentan una amenaza crítica por la pesca indiscriminada, pero aún estamos a tiempo de protegerlos.

El monstruo que no era: ¿Cómo una película cambió la vida de los tiburones?

Más que Jaws: la verdad sobre los tiburones y su papel vital en el mar

En 1975, la película Jaws (Tiburón) revolucionó el cine, pero también tuvo un impacto profundo —y muchas veces olvidado— en nuestra relación con los tiburones. A través del lente del terror, los tiburones fueron convertidos en monstruos, en enemigos del ser humano, en amenazas que debían ser erradicadas. Esta percepción, aunque ficticia, desencadenó una ola de miedo y una caza indiscriminada que persiste hasta hoy.

Pero la realidad es muy diferente. Los tiburones no son villanos. Son fundamentales para el equilibrio ecológico de los océanos.

Estas criaturas majestuosas han habitado el planeta por más de 400 millones de años, mucho antes que los dinosaurios. Sin embargo, hoy se enfrentan a una amenaza real: la pesca comercial. Cada día se matan alrededor de 274.000 tiburones. Eso equivale a más de 100 millones al año. Una masacre silenciosa, un verdadero ecocidio que amenaza no solo a una especie, sino a todo un ecosistema.

Y quizás el mayor enemigo no es la caza, sino la indiferencia. Si los tiburones desaparecen, el océano perderá su equilibrio y se convertirá en un desierto azul. Pero todavía hay esperanza.

Porque sí, Jaws nos hizo temer a los tiburones pero también inspiró a muchas personas a protegerlos. La historia puede cambiar. ¿Y si empezamos hoy?