La desigualdad como amenaza del desarrollo social y la democracia
La distribución de la riqueza es un tema de gran importancia en América Latina, por las grandes diferencias en el nivel de ingresos entre los pobres y los no pobres. Según muchas evidencias, Latinoamérica es la región con la distribución de ingresos más desigual del mundo.
Esta desigualdad es la brecha que separa a los ricos de los pobres. En gran parte esto se debe a mala distribución de capital: capital físico, capital financiero y, más que todo, capital humano. Este último tema sugiere que las diferencias entre los niveles de educación y salud en varios grupos de la población son notables.
Según las cifras de la CEPAL presentadas en la VI Cumbre de las América la región se encuentra entre las más desiguales del mundo con un índice de Gini de 0,52, Africa 0,44, Asia 0,38 y los países de la OECD 0,33.
Entre los países de América Latina se puede ver que Guatemala y Honduras tienen las distribuciones de ingreso más desiguales, 0,585 y 0,58 respectivamente. El tercer lugar del mismo grupo más inequitativo, le corresponde a Colombia que tiene un coeficiente de Gini de 0,578, seguido por Brasil, con un índice 26 de 0,576, lo que confirma que siguen siendo el grupo de países más inequitativo en la región.
De acuerdo con estas cifras, en promedio, el 10% de la población con ingresos altos posee un tercio de la riqueza total, mientras que el 40% con los ingresos más bajos o pobres recibe o capta el 15% del ingreso total nacional. Por otro lado, dentro de un mismo país se puede observar diferencia entre la distribución de ingresos por regiones. En Colombia, según las estimaciones oficiales de la Misión de Empalme de la Serie de Pobreza y Desempleo (MESEP) vinculado al Departamento Nacional de Planeación (DNP), a nivel nacional el Gini para 2010 fue de 0,560. Si tomamos como punto de referencia un índice de Gini igual a 0,50 como una situación de aguda desigualdad socioeconómica, entonces en el país se puede indicar que 19 de 24 departamentos están en esta situación. En el extremo más desigual está La Guajira con 0,615, Chocó 0,578, Huila 0,572, Cauca 0,570 y Antioquia 0,561. En cambio el menor índice de Gini lo tiene Caquetá con 0,451.
En la evolución de la desigualdad visto por ciudades se encuentran los casos más críticos. Medellín ocupa el primer lugar en cuatro ocasiones, en los años 2003, 2008, 2009 y 2010, con 0,556; 0,542; 0,534 y 0,537 respectivamente. Le sigue la ciudad capital Bogotá, que en el periodo tiene el más alto de índice Gini en 2002, 2004 y 2005, con 0,571; 0,558 y 0,557 respectivamente.
Entre los casos menos críticos de ciudades que empeoraron su distribución del ingreso están Cali, Montería y Pasto. El resto de ciudades están por debajo de un coeficiente de Gini inferior a 0,5 puntos y superior a 0,45: Barranquilla, Bucaramanga, Manizales, Villavicencio, Pereira y Cartagena.
A modo de conclusión, a pesar de la distribución de los subsidios sociales, orientados a la población más pobre y vulnerable, financiados por el gasto público social y tasas moderadas de crecimiento económico durante las dos últimas décadas, la distribución de la riqueza actual en Colombia sigue siendo muy inequitativa.
Esta desigualdad socioeconómica limita y conspira contra las políticas públicas, la democracia y el desarrollo humano. Estos resultados perversos del modelo de liberación comercial y financiera requieren ser revisados por un nuevo contrato social democrático. Se requiere de políticas públicas de Estado para que sistemáticamente busque una sociedad incluyente con justicia social
*Director de la Maestría en Política Social, Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales