ISBN : 978-958-781-555-9
ISBN digital: 978-958-781-556-6

La escritura dentro de El Taller de Prensa Escuela: memoria y acción para la convivencia

Sonia Amparo Guerrero Cabrera

Magíster en Hermenéutica Literaria de la Universidad EAFIT, psicóloga de la Universidad de Nariño. Miembro del grupo de investigación Estudios Interdisciplinarios en Educación (Esined). Coordinadora del convenio Prensa Escuela de la Facultad de Educación de la Universidad de San Buenaventura.

sonia.guerrero@usbmed.edu.co

Carolina Campuzano Baena

Comunicadora social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana.

carolina.campuzano@upb.edu.co

Resumen

El programa Prensa Escuela del periódico El Colombiano de Medellín, que trabaja en alianza con la Universidad Pontificia Bolivariana y la Universidad de San Buenaventura, realizó la investigación La mediación de Prensa Escuela en la formación ciudadana y la ética, desde la preocupación por enunciar los elementos esenciales para lograr su objetivo principal: la lectura con criterio y la escritura con responsabilidad como procesos que apoyan la convivencia y la formación ciudadana. Así, en este texto se recopilan los hallazgos devenidos de un análisis cualitativo y hermenéutico de los escritos que componen la publicación anual del programa denominado El Taller, de 2012 a 2016. Se encontró que la oportunidad de expresión y escucha que brinda Prensa Escuela permite a los participantes reflexionar sobre sí mismos y fortalecer su autonomía; así mismo, se fundó un compromiso por el bien propio y el común basado en la revalorización del territorio y la cultura. Aquí el recuento, retrospectiva y análisis que logran las narraciones, construidas principalmente en tres géneros periodísticos: crónica, entrevista y perfil, muestran que son una manifestación importante del valor de la memoria para construir caminos de coexistencia y de formación personal, asunto indispensable en un país como Colombia, que requiere con urgencia recuperar las distintas versiones que lo habitan para resaltar lo que los colombianos comparten, para que se comprendan mejor y actúen de acuerdo con el contexto histórico y social que les pertenece.

Palabras clave: Prensa Escuela, escritura, convivencia, formación, memoria.

Introducción

El Programa Prensa Escuela del periódico El Colombiano de Medellín, desarrolla sus labores gracias al convenio que mantiene con la Universidad Pontificia Bolivariana y la Universidad de San Buenaventura, en una alianza que ha permitido adelantar estrategias como la denominada El Taller, cuyo objetivo es ofrecer a jóvenes y niños una oportunidad de encuentro consigo mismo, para dialogar con el otro, y ocuparse de su formación ciudadana. Así el Programa convoca a jóvenes de carreras de humanidades de las dos universidades participantes, quienes tengan intereses por la lectura y la escritura como prácticas sociales, que busquen explorar lo que los rodea con nuevos elementos, y que se preocupen por comprender al otro.

A estos jóvenes Prensa Escuela les brinda una capacitación cuyos temas centrales pueden resumirse en: géneros periodísticos –crónica, perfil y entrevista principalmente–, uso del periódico para la construcción de conocimientos y formación ciudadana, que se abordan para orientar la reflexión de los participantes hacia su propia realidad, la del país y el mundo; de esta manera los escritos que se construyen en alguno de los géneros periodísticos mencionados, los cuales son una oportunidad ideal para narrar la realidad ya que su característica esencial es la veracidad, no son ficción, lo que lleva a los participantes a adquirir un compromiso y responsabilidad con lo que manifiestan.

A la hora de trabajar con la prensa, la premisa fundamental es que a través del reconocimiento de fenómenos sociales, políticos, económicos, ecológicos, que distintos periódicos exponen es posible construir una postura más crítica ante el mundo, y que las decisiones que se toman en la vida cotidiana poseen un fundamento que va más allá de intereses particulares. Así se configura un panorama en el cual es evidente para los jóvenes la importancia de la formación ciudadana, que en Prensa Escuela apunta a apoyar los procesos que permitan lograr una convivencia pacífica, amable y provechosa para todos.

Después de este periodo de capacitación los jóvenes diseñan y ejecutan una serie de talleres con estudiantes de colegios públicos y privados de Medellín, pertenecientes a secundaria y que asisten de manera voluntaria las tardes de los viernes a Prensa Escuela. Allí empieza a conformarse un trabajo compartido cuyos logros son de diversa índole, el primero está en que jóvenes universitarios y estudiantes de colegios destinen tiempo de sus vidas para el encuentro con el otro, para leer y escribir sobre el mundo.

Metodología

Los mejores textos producidos en encuentros semanales del Programa en el transcurso de aproximadamente 4 meses, son publicados anualmente en El Taller, que se convierte en una herramienta pedagógica y de divulgación de la metodología Prensa Escuela. Además dicha publicación anual se convirtió en el objeto de estudio de la investigación denominada: La mediación de Prensa Escuela en la formación ciudadana y la ética, del grupo de investigación ESINED de la Universidad de San Buenaventura, cuyos principales hallazgos dan lugar a este escrito al respecto de la escritura, la narración y la memoria.

Debido al interés del Programa por una constante auto revisión, replanteamiento de temas y labores se realizó dicha investigación desde un método cualitativo que permite estudiar: “la realidad en su contexto natural, tal y como sucede, intentando sacar sentido de, o interpretar, los fenómenos de acuerdo con los significados que tienen para las personas implicadas” (Rodríguez, Gil & García, 1996, p. 10), además por medio de la revisión documental de los textos únicamente de talleristas y estudiantes de 2012 a 2016, por ser los participantes directos, se los sistematizó para su análisis categorial y proposicional en matrices descriptivas (Bonilla, 2005), constituyéndose un total de 101 textos.

Así, a través de un análisis hermenéutico-dialectico Martínez (2006), se estableció la constelación de temas, conceptos, acciones y demás, que a largo del tiempo señalado han adquirido la formación ciudadana y la ética en el Programa.

Seguidamente se expone entonces, y atendiendo a uno de los asuntos más importantes para Prensa Escuela: la escritura, la relación intrínseca que esta guarda con la memoria, y cómo puede constituirse como una práctica para la convivencia.

Escribir: una práctica personal y colectiva

El Programa Prensa Escuela busca dar protagonismo a los jóvenes y niños como agentes importantes de la sociedad y rescatar su valor como promotores de cambios sociales positivos ante los grandes retos que el país afronta. Desde lo enunciado por el estudioso Jesús Martín Barbero quien dice: “Nos están hablando [los jóvenes] en medio de mucho ruido y es necesario saber escucharlos. Y la Universidad y la escuela secundaria no lo hace con frecuencia, y no se trata de escucharlos como en un laboratorio sino de acompañar los procesos” (Barbero, 2010, párr. 15), el acompañamiento que realiza Prensa Escuela se traduce al apoyar los procesos de lectura y escritura, entendiéndolos como el espacio en el cual un sujeto interpreta, cifra su realidad y puede transformarla.

Cuando las actividades del Programa llevan a los asistentes a encontrarse consigo mismos se activan procesos de análisis del contexto, de reflexión sobre las propias acciones y del rol que cada uno tiene en la sociedad, fortaleciendo su autonomía, por ejemplo un tallerista menciona:

Mi aprendizaje en Prensa Escuela empieza por darme cuenta de mi papel, que es precisamente el de aprender. No soy quien enseña, soy uno más de los que aprende. Aprender implica un proceso de transmisión mutua de conocimientos e información que buscan la construcción del pensamiento. (Chamat, 2012, p. 21).

Esta categoría de reflexión sobre sí mismo aparece constantemente vinculada a la revalorización del entorno, y entonces la escritura es una oportunidad no sólo de expresión sino de intervención social; un texto que configura una experiencia de mundo, narrada por un agente directo de la misma, permite comprender la diferencia, los distintos modos de vida, las múltiples visiones de un mismo suceso, y teniendo en cuenta que Prensa Escuela promueve la lectura con criterio y la escritura con responsabilidad, dicho producto se convierte en una propuesta de transformación social. Además, al ser publicados, los textos pueden llegar a poblaciones distintas, a otros jóvenes y adultos que si prestan atención van a encontrar en El Taller las múltiples voces que habitan en Colombia, ampliándose así el alcance de lo enunciado por los participantes.

Un ejemplo claro es el texto titulado: De la guerra, al cambio, de una estudiante de octavo grado que presenta el barrio de Medellín llamado La Sierra, cuyos episodios de violencia son conocidos por muchos pero no del todo comprendidos, su autora enuncia:

Si vemos más allá de todo el conflicto podemos ver que la parte linda del barrio es la gente. Esa gente luchadora, amable, echada pa’ lante y con la certeza de que hay un futuro mejor para La Sierra, siempre con buena cara y sabiendo que somos más los buenos que los malos. (Arboleda, 2014, p. 21)

Estas palabras muestran una apreciación renovada del entorno, al escribir sobre el barrio se indica su historia y circunstancias, asunto fundamental para la comprensión de la realidad, pero también se avanza hacia lo que se considera importante, a saber: vivir bien consigo mismo y con el otro, esa es la propuesta del texto, y lo que el Programa propicia; por ello se puede afirmar que la narración que logran los participantes es en sí misma una acción social, en este caso orientada hacia el bien común, al trabajo cooperativo y a la superación de los obstáculos que muchas veces la violencia impone a un lugar.

En este mismo sentido la escritura es una manera de contribuir a mejorar la sociedad, buscando no repetir los mismos patrones, repensando las acciones; además en lo educativo se convertiría en un compromiso ético, ya que: “es precisamente la ética la que distingue la acción educativa de la adoctrinadora” (Mèlich, 2003, p. 34), de este modo, tanto los procesos de alfabetización como el ejercicio de la lectura y la escritura son un lugar privilegiado para que el sujeto se construya y, muy importante, se transforme.

Aquí surge una condición importante para pensarse a sí mismo: la escucha. Al escuchar el discurso del otro o leer diferentes escritos se puede admitir la perspectiva del otro, y teniendo en cuenta el vínculo ineludible de todo ser humano a un grupo social, la comprensión de mundo no es sólo un asunto individual, dar lugar al otro puede ampliar esa perspectiva personal, y va creando un reconocimiento colectivo de la realidad del país, en otras palabras construyendo memoria.

Aquí el valor de lo cotidiano es indispensable, ya que los seres humanos generalmente desarrollan sus vidas en escenarios como el barrio, el colegio, el trabajo, en los medios de transporte y demás, y es allí donde se afrontan la mayoría de los retos de convivencia. Al respecto Chaux (2005) señala que la:

formación ciudadana debe ser desde la vida cotidiana y no tanto desde la teoría, como despegada de la realidad; ocurre cuando las personas hacen cosas e interactúan con otros, y los otros pueden servir de retroalimentación para que vayan tomando un determinado camino y se formen un concepto de ciudadanía (p. 136).

El texto Una luz en el agujero, escrito por una estudiante de grado once que fue raptada y permaneció cautiva por varios meses, narra una elección de la vida cotidiana; la joven en compañía de algunas amigas subieron a un vehículo desconocido ante la demora del bus habitual, ella tuvo suerte ya que fue rescatada gracias a la ayuda de un vigilante, pero el destino de sus compañeras es aún desconocido; la autora escribe esta historia gracias a los espacios que ofrecen los talleres de Prensa Escuela, buscando ayudar a otros al mostrar las consecuencias de las acciones, indica cómo este hecho transformó su vida. Ella concluye su texto así:

Han pasado muchos meses desde entonces y Eliza se ha reincorporado a su cotidianidad, otra vez es una estudiante, pero con una experiencia sumamente dolorosa que le permitió reflexionar mucho. Este suceso le ayudó a creer en sí misma y a tener criterio para tomar decisiones. Ahora comparte esta historia con los compañeros en su nuevo colegio con la esperanza de que sean más cuidadosos de lo que ella fue en su momento aceptando la ayuda de un extraño. (Londoño, 2012, p. 13)

Aparece así un elemento importante a resaltar y es cómo las personas, desde edades tempranas construyen y transforman su visión del mundo, haciendo eco de lo que mencionaba Barbero, los jóvenes tienes mucho que contar y proponer, esos esfuerzos son los que Prensa Escuela busca recoger y consolidar en los textos, para que la escritura refuerce la práctica de la autonomía, al convertirse en una actividad significativa y ojalá constante en la vida de los jóvenes. De esta manera, tanto los procesos de alfabetización como el ejercicio a lo largo de la vida de la lectura y la escritura adquieren un sentido y una relevancia para los sujetos, se convierten realmente en prácticas socioculturales (Lerner, 2001).

Territorio y memoria

El análisis de los escritos que componen El Taller, 2012-2016 muestra en gran medida las diferentes maneras positivas que los jóvenes desarrollan para vivir y sobrevivir en Colombia, afortunadamente las visiones del mundo y las acciones cotidianas que exponen se encaminan hacia la convivencia, demostrando que a pesar del ambiente hostil y los conflictos se pueden realizar acciones para el beneficio común y que dichos esfuerzos y motivaciones si tienen un lugar de reconocimiento más allá del contexto regular, en este caso dentro del Programa, pero se hace necesario también que estos modos de vida lleguen a otros, esa es una labor que permanece constante en el desarrollo de las actividades de Prensa Escuela, y es uno de los objetivos centrales de la publicación de El Taller, y de la participación en espacios como este, así en consonancia con lo señalado por Baptiste (2014), se requiere:

la construcción de un modelo de conocimiento que nos ha de ayudar a reconectar con el mundo y afrontar la devastación que hemos causado por pensar que Colombia no es Colombia sino una mezcla imperfecta de Castilla, Kentucky o las costas del Egeo (párr. 4)

La reconexión con el territorio que se habita implica en primer lugar pensar en colectivo, cada ser humano es parte de un grupo social, que edifica una relación con el mundo y un modo de vida, eso es lo que se denomina cultura, además: “pertenecer a una cultura es encontrarse inmerso en un sinnúmero de relatos interconectados en torno al pasado, aunque no todos ellos establezcan un acuerdo, un consenso” (Mendoza, 2004, p. 158). De esta manera la noción de territorio se ancla ineludiblemente a la historia y a la construcción de memoria, procesos que requieren esfuerzos, formación, lectura y escritura, pero también escucha y diálogo. El concepto de ciudadano territorial, de Gutiérrez (2010) ilustra aquí esa necesidad de recuperar lo necesario para habitar en Colombia, ya que:

éste no nace, sino que se hace, es necesario formarlo en contexto, de manera consciente e intencionada, para que ligado al territorio que habita, construye y semantiza, pueda desplegar junto a otros una ciudadanía renovada orientada al respeto por la diferencia, al reconocimiento de la pluralidad, a la construcción de convivencia y, consecuentemente, a aportar en la consolidación de la democracia (p. 1)

En el texto de 2015: La guerra se lleva mamás, pero los sueños siguen vivos, su autora, una estudiante de noveno grado, relata la dramática situación de muerte y desplazamiento que comparte con tantas personas en el país, pero su foco de atención es el valor de la familia y las transformaciones que ha tenido que realizar para ser feliz en un nuevo contexto, dice: “Y así, una vida que se ha compuesto de duros golpes, empieza a llenarse de sueños y alegrías que buscaré hacer permanentes y que serán mi motor para seguir en movimiento” (Ruiz, 2015, p. 13). El movimiento hace parte de la condición humana, que está en continuo cambio, ya que el sujeto no se encuentra nunca completo, siendo por tanto susceptible transformarse, lo cual es una ventaja: “En verdad el inacabamiento del ser o su inconclusión es propio de la experiencia vital. Donde hay vida, hay inacabamiento” (Freire, 2006, p. 50), y entonces a partir del reconocimiento de sí mismo como inacabado se puede movilizar esfuerzos hacia un modo de vida que vaya acorde a dicha condición, en este relato se expresa la posibilidad de construir nuevos caminos, los obstáculos no lo dificultan, pueden impulsar al sujeto.

La toma de decisiones sobre oficios o carreras a desempeñar es un punto clave para comprender la pluralidad, y puede contribuir a enriquecer la construcción de la cultura, ya que las personas pueden dedicarse a tareas distintas, lo importante es que consideren no sólo su bienestar sino el colectivo, como se mencionó, que atiendan a la construcción de un ciudadano territorial, esto también opera de diferentes maneras, por ejemplo en el texto: Por los caminos que conducen al arte, realizado por un grupo de estudiantes de octavo grado, en el género de perfil, cuenta la disyuntiva de Gustavo Campos, un joven que en su momento se encontró ante la decisión de estudiar una carrera tradicional o dedicarse al teatro, la intención de esta persona era transmitir mensajes positivos a la gente, lo que lo llevó modificar su entorno inmediato, por medio de proyectos de cuidado ambiental, dado su contexto rural, y a ser hoy en día el director de La Tartana:

un centro cultural que ha brindado a niños, jóvenes y adultos la posibilidad de disfrutar de obras teatrales, aprender a moldear los sueños en el barro, la pintura, la música y a volar con los malabares. Este lugar, aunque parezca surrealista, no se encuentra rodeado por edificios grises y por la monotonía de las fábricas y centros urbanos, sino que parece brotar desde las entrañas de la misma tierra que, desde lo alto de la Vereda El Pedregal de Itagüí, ve la urbe en su movimiento caótico. Aquí se retorna al silencio, se hace una pausa y se vuelca a la contemplación y la alegría del arte como posibilidad creadora. (Granados, Pabón y Galeano, 2014, p. 19)

El hecho en sí de que el grupo de estudiantes de colegio se interese por dicha persona, le hagan entrevistas y compartan tiempo con él, ya demuestra un trabajo de reconocimiento del valor del otro, por fuera de lo generalmente establecido, abriéndose el panorama no sólo de acción sino también de reflexión para otros, para quienes leen esta historia. Dice Gustavo: “Hay que tomarse el mundo y la vida misma para transformar aquellas realidades que a veces se hacen más fuertes que la voluntad propia, pero que la dedicación, la paciencia y el amor nos enseñan a moldear” (Campos citado por Granados, Pabón y Galeano, 2014, p. 19), esta narración muestra de una manera directa la forma de habitar el territorio de este personaje, que es un agente social valioso, adquiere más protagonismo, y puede convertirse en un modelo de convivencia desde lo que cada uno puede aportar para mejorar su entorno.

Para señalar la importancia de las narraciones no sólo como propuestas de vida sino como antídotos contra el olvido, el texto El adiós, de una estudiante de octavo grado expone la importancia de las relaciones familiares como constructoras de convivencia, ya que desde ellas se forjan lazos que fortalecen el sentido comunitario y le dan valor a la vida de cada ser humano al vincularlo a una familia.

La autora mantenía una relación fecunda y amorosa con su abuelo, cuando él fallece por una grave enfermedad ella no estaba presente, así compone el texto como una despedida, de manera que pueda reparar su ausencia, pero pretende sobre todo indicar las bondades y alegrías de la relación, las virtudes de su abuelo y la importancia del trabajo duro y la preocupación por el otro, acciones que su abuelo practicó a lo largo de la vida, el epígrafe de este texto lo resume así: “A la memoria de su sonrisa, en honor a su recuerdo” (Gutiérrez, 2013, p. 8).

Conclusiones

La narración de experiencias es una práctica común para los seres humanos, cuando se transmiten oralmente o por escrito las vivencias sobre el mundo, los sentimientos, las emociones no sólo se comparte una visión única de la realidad, también se la transforma, como lo enuncia Halbwachs (1968): “junto a una historia escrita, se encuentra una historia viva que se perpetúa o se renueva a través del tiempo y donde es posible encontrar un gran número de esas corrientes antiguas que sólo aparentemente habían desaparecido” (p. 209).

A lo largo de la revisión de los textos que componen El Taller entre 2012 y 2016, muchos relatos aluden al dolor, la violencia, el conflicto, aunque no poseen un tono de lamentación si señalan una realidad compleja, vista desde distintos lugares, desde la familia, el colegio, el barrio, el patio de juegos, entre otros, siendo la intención del Programa acoger estas perspectivas y aprovechar los sucesos, los personajes y los fenómenos de la realidad para precisamente devolverles la movilidad propia de la memoria: cuando fueron escritos los textos sus autores ya no eran los mismos quienes los vivieron, hacen una retrospectiva reflexiva, y cuando otros leen las narraciones las transforman al interpretarlas y apropiarse de ellas. Como lo explica Larrosa (2006):

La escritura de la experiencia no es tanto “introspectiva” como “retrospectiva”. A veces se trata de hacer memoria. Pero no de lo que pasó sino de nuestra experiencia en lo que pasó. Lo que importa no son los hechos, sino su sentido. Lo que lo que pasó nos da a pensar, a escribir. Es la experiencia la que, al recordarla, al escribirla, nos tiene que decir alguna cosa. Y eso es tan poderoso que, a veces, encontramos en los recuerdos dimensiones que nunca habíamos pensado, en las que nunca nos habíamos parado a pensar, que nunca habíamos vivido. (p. 7)

Este dinamismo es el que permite a los seres humanos repensarse contantemente, el sujeto no está acabado ni es estático (Foucault, 2002) y por tanto necesita nutrirse de narraciones, de vivencias, para de esa manera comprender mejor el mundo y actuar sobre él; la memoria como proceso cognitivo almacena información pero a la hora de recordar el pasado propio o conocer el ajeno, son múltiples los elementos que se ponen en juego, para tejer el entramado del entendimiento del mundo, como Gadamer (2005) lo menciona la comprensión es una fusión de horizontes.

El Programa Prensa Escuela pretende que los escritos que los participantes han logrado encuentren un interlocutor, que los aproveche y también los cuestione, les haga preguntas, los renueve al comprenderlos desde su postura, y que así gracias al reconocimiento de sí mismo en la palabras de otro, de identificar lo compartido, y de valorar lo que los hace diferentes se pueda construir una sociedad para vivir en Colombia.

Referencias

Arboleda, C. (2014). De la guerra al cambio. El Taller (10), 21.

Baptiste, B. (2014). La fragilidad ambiental de la cultura. Diario La República. Colombia.

Bonilla-Castro, E., & Sehk, P. R. (2005). Más allá del dilema de los métodos: la investigación en ciencias sociales. Editorial Norma.

Chamat, C. (2012). La magia de aprender. El Taller (8), 21.

Chaux, E. (2005). Cotidianidad, Individuo y Ciudadanía. En Comprensiones sobre ciudadanía. Veintitrés expertos internacionales conversan sobre cómo construir ciudadanía y aprender a entenderse. Bogotá: Cooperativa Editorial MAGISTERIO, 135-146.

Entrevista a Jesús Martin Barbero “Los jóvenes nos hablan en medio de mucho ruido y hay que saber escucharlos”” (2010) [en línea], disponible en: https://liebrelunar.com/site/2012/02/entrevista-a-jesus-martin-barbero-%E2%80%9Clos-jovenesnos-hablan-en-medio-de-mucho-ruido-y-hay-que-saber-escucharlos%E2%80%9D/, recuperado: 30 de mayo de 2018.

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Gadamer, H. G., & Olasagasti, M. (2005). Verdad y método. Salamanca: Sígueme.

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Gutiérrez, A. L. (2010). El ciudadano territorial: propósito de la formación ciudadana. Unipluriversidad. Vol. 10 No.3, 1-12.

Halbwachs, M. (1968). Memoria colectiva y memoria histórica. París: PUF.

Larrosa, J. (2006). Una invitación a la escritura. Revista Propuesta Educativa, 12.

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