Un abecedario de autores LGTBIQ+ que resisten con palabras

La literatura ha sido siempre una forma de resistencia, de construcción de mundos posibles, de afirmación de lo que muchas veces se ha querido borrar. Para las personas LGTBIQ+, escribir no solo es crear, es también una forma de existir, de reclamar espacio, de narrar cuerpos, deseos y vidas que el canon quiso dejar fuera.

En esta breve selección, proponemos un abecedario diverso —uno por cada letra de LGTBIQ+— que reúne a autores que han desafiado etiquetas, géneros (literarios y sociales), y han hecho de su palabra una trinchera y una celebración.

La “L” es para Cristina Peri Rossi, autora uruguaya que desde el exilio y el deseo ha escrito con una lucidez crítica inigualable. Su obra —entre lo político y lo íntimo— desarma los discursos dominantes con belleza feroz.

La “G” nos lleva a Giuseppe Caputo, autor colombiano, cuya narrativa tierna y devastadora retrata infancias queer, afectos truncados y una búsqueda constante de humanidad en contextos de marginalidad.

Con la “T”, llega Camila Sosa Villada, escritora y actriz argentina, que en Las malas recupera la memoria travesti con fuerza poética, mezclando biografía, fantasía y denuncia en un solo grito narrativo.

La “B” pertenece a Marguerite Yourcenar, pionera y brillante, cuyas novelas atraviesan la historia, el erotismo y la filosofía. Su bisexualidad fue parte de su forma de ver el mundo y de cuestionarlo desde lo más profundo.

En la “I” encontramos a Mer Gómez, joven poeta no binarie que desarma el lenguaje normativo para hablar desde lo corporal, lo comunitario y lo queer. Una voz necesaria en la poesía latinoamericana contemporánea.

La “Q” solo puede ser de Pedro Lemebel, cronista, performer y poeta que hizo de la escritura un arte combativo. Marica, pobre, latinoamericano y desbordante, Lemebel narró la disidencia como nadie más lo ha hecho.

Y el “+” abre la puerta a lo que no cabe en siglas. Ahí está Rivers Solomon, autorx afroestadounidense que imagina futuros radicales y sanadores, donde los cuerpos queer y racializados no solo sobreviven: reinventan el mundo.

Estas voces son faros, grietas, espejos y preguntas. Escribir también es existir. Y en sus páginas, se abren mundos donde ser diferente no es castigo, sino posibilidad.