¿Qué hace el Observatorio para Comunicarnos sin Daño?

Desde 2019, en Comunicarnos sin Daño conformamos un observatorio para examinar si las esferas públicas que transitamos cotidianamente, y que ayudamos a construir, se configuran desde los prismas de la reconciliación, la convivencia y la salud mental. En concreto, observamos contenidos de los medios de comunicación, diálogos en redes sociales y relatos de vida.
El proceso de análisis arroja recomendaciones para mejorar las prácticas comunicativas desde las que nos estamos conectando como generadores de información, ciudadanos o usuarios.

Observar relatos mediáticos significa analizar las representaciones que los medios de comunicación más tradicionales (televisión, radio y prensa web) han construido sobre coyunturas como el acuerdo de paz (observatorio de 2019), la pandemia (2020) o las protestas sociales (2021). Observar relatos vitales, por su parte, implica interpretar las visiones de mundo que líderes comunitarios han armado con respecto a sus territorios y prácticas comunicativas locales. Observar relatos digitales, por último, supone explorar aquellos micro fragmentos que líderes de opinión o ciudadanos-internautas postean a través de redes sociales (Twitter e Instagram).

Después de tres años, debemos insistir en la necesidad de fusionar los prismas de la reconciliación, la convivencia y la salud mental en nuestras prácticas de comunicación. No importa el lugar en que nos ubiquemos -como medio, como líder comunitario, como líder de opinión o como ciudadano-internauta-, vicios como la legitimación de las violencias, el uso reiterado de estigmas o generalizaciones, la reproducción de visiones polarizantes o catastróficas, entre otros, siguen aún habitando nuestros espacios públicos.