ISBN : 978-958-781-326-5
ISBN digital: 978-958-781-327-2

Comunicación audiovisual para la construcción de ciudadanías activas en Cazucá

César Augusto Rocha, Liliana del Rosario Raigoso, María Teresa Muñoz e Iván Andrés Morales

Investigadores de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, sede principal. Profesores de la Maestría en Comunicación Educación en la Cultura, del programa de Comunicación Social-Periodismo.

lraigoso@uniminuto.edu

Resumen

En esta ponencia presentaremos el estado del proceso de la investigación “El audiovisual participativo como práctica comunicativa de transformación de los conflictos en el territorio y construcción de ciudadanías de alta intensidad”. El interés de este proyecto es llevar a cabo una investigación y acción participativa, en la cual se realice, en primer lugar, una caracterización colectiva de los conflictos en un territorio específico, Altos de Cazucá, comuna 4 del municipio de Soacha, en Cundinamarca (Colombia), zona de alta recepción de población desplazada por múltiples violencias. En segundo lugar, identificar varias situaciones conflictivas que sean sentidas por la comunidad participante, para convertirlas en historias y narrarlas en lenguaje audiovisual. El tercer propósito es la construcción de reglas de juego sobre el territorio que promuevan la constitución de ciudadanías de alta intensidad, a partir del diálogo, la discusión y la deliberación acerca de los audiovisuales que presentan las “historias conflictivas”.

Palabras clave: ciudadanías de alta intensidad, conflictos, audiovisual participativo.

Introducción

Hablar de audiovisual participativo implica adentrarnos en un ejercicio de reflexión en donde las comunidades pueden poner a través de un producto visual sus perspectivas, formas de entender su entorno y la manera en la que comprenden sus conflictos; por tanto proyectos de este tipo se convierten en un espacio para acercar a la comunidad y que la misma pueda gestionar sus conflictos, logrando con esto construir ciudadanías de alta intensidad en el territorio. En estas líneas presentaremos como va este proceso.

Problema y objetivos de la investigación

Este proyecto pretende contestar la siguiente pregunta problema: ¿cómo el audiovisual participativo, como práctica de comunicación participativa y transformativa, puede asumir los conflictos en el territorio para constituir ciudadanías de alta intensidad?

El interés de este proyecto es llevar a cabo una investigación participativa en la cual se realice, en primer lugar, una caracterización colectiva de los conflictos en un territorio específico, en Cazucá, municipio de Soacha, con la participación de diferentes actores sociales, como jóvenes, niños, madres cabeza de familia y líderes sociales, entre otros. En segundo lugar, el proyecto pretende identificar colectivamente varias “historias conflictivas”, en las que se presenten dificultades a la hora de la gestión de los conflictos en esos territorios y que sean sentidas por estos grupos sociales. La idea es construir esas historias y convertirlas en narrativa audiovisual, dramatizándolas por los mismos actores sociales para que se generen procesos de reflexión y autoreflexión. Y el tercer propósito del proyecto es la construcción de reglas de juego sobre el territorio que promuevan la constitución de ciudadanías de alta intensidad en relación a los territorios antes mencionados, partiendo del diálogo, discusión y deliberación acerca de los videos que presentan las “historias conflictivas”.

Elementos conceptuales

Ciudadanías de alta intensidad

Para hablar de ciudadanías de alta intensidad hay que hablar de participación. ¿Qué entendemos por participación? La participación es un mecanismo democrático en el cual se activan las acciones colectivas a favor de un propósito común. Es decir, la participación no es un objetivo en sí mismo, es la manera más propicia - dada su naturaleza transaccional y de negociación – para lograr acuerdos y beneficios colectivos.

Existen múltiples tipos de participación, pero aquí estamos hablando de la participación política, de aquella que tiene incidencia en el mundo de lo público. Esta participación exige sujetos con capacidad para el trabajo en equipo y dispuestos a interlocutar con otros. Es decir, para que exista participación debe haber cooperación, de lo contrario es imposible. La participación es entonces una posibilidad de interlocución por medio de la cooperación.

Boaventura de Sousa Santos llama a estas ciudadanías, “ciudadanías de alta intensidad”, así:

Ampliar y profundizar el campo político en todos los espacios estructurales de la interacción social. [...] La diferenciación de las luchas democráticas presupone la imaginación social de nuevos ejercicios de democracia y de nuevos criterios democráticos para evaluar las diferentes formas de participación política (Santos, 1998, 338-39).

Esta es una propuesta que conlleva el fortalecimiento de la construcción de ciudadanías desde abajo, recuperar el potencial emancipador de los ciudadanos, revalorizar los espacios y escenarios como el barrio, la escuela, la familia, la producción, el consumo, como espacios de construcción ciudadana, repolitizar a la sociedad, reconvertir a la esfera pública en participación realmente ciudadana, reconocer a los distintos para constituir ciudadanías interculturales y luchar por la creación de formas de sociabilidad alternativas a las dominantes, participativas y solidarias.

Conflicto/convivencia

¿Pero qué es el conflicto? En un texto anterior definimos al conflicto de la siguiente manera:

El conflicto es ante todo un proceso de interacción de tipo antagónico que se da entre dos o más partes y que es co-construído por los propios actores. Se trata de una situación en la que se presenta una contradicción y oposición de intereses, objetivos o valores donde las partes pueden verse afectadas por salidas o soluciones insatisfactorias y para alguna de ellas o para ambas (Rocha, 2008, 63).

La investigadora argentina Marinés Suares (1996) fue la persona que acuñó esta noción del conflicto. Ella habla de la interacción antagónica como incompatibilidad entre dos partes. Las relaciones antagónicas son aquellas donde existen opiniones, posiciones, ideologías o percepciones contrarias. Es decir, hablar de antagonismos es hablar de diferencias. Y las diferencias son necesarias para la sociedad.

El conflicto entonces es un proceso y una dinámica construida y co-construida. Los conflictos son propios de la vida en sociedad porque son creados por ella misma. La sociedad no puede vivir sin conflictos porque son ellos los que la hacen vital. Los conflictos se presentan en la interacción social, en las relaciones sociales. Todo lo anterior nos lleva a decir que los conflictos son colectivos, no son individuales, y lo son porque son construidos socialmente.

La segunda parte de esa noción sobre los conflictos es netamente racional. En esa concepción se dice que hay una contradicción y oposición de intereses, donde cada uno de los involucrados puede afectarse por salidas o soluciones insatisfactorias. Eso quiere decir que los seres humanos somos seres racionales porque hacemos uso de la razón para enfrentar cualquier conflicto. Somos individuos que contamos con intereses individuales y colectivos y que los hacemos efectivos a través de la acción en un momento determinado.

En este proyecto también hablamos de conflictos territoriales. Los conflictos territoriales son, ante todo, un proceso co-construido por los diferentes sectores y actores sociales, en el que también existe contradicción de intereses de individuos que se encuentran en permanente interacción, pero se presentan en el territorio y tienen que ver con él. Estos conflictos incluyen los conflictos interpersonales. En ellos se percibe una visión intergradora del “desarrollo” con el objetivo de vivir en armonía y en sincronía con los demás y con el ambiente, donde la responsabilidad es compartida.

El audiovisual participativo

Hace ya bastante tiempo que se viene hablando de video participativo, cine y video comunitario y video activismo, entre otros, como espacios audiovisuales de participación y cambio social.

Hay varias nociones de video participativo. Uno de ellos es la construida por Johansson (1999) que considera que la clave está en la narración audiovisual que comunique a los participantes de un proceso. Y otra autora que también ha contribuido a la comprensión de estas prácticas transformativas es Shirley White (2003), quien considera que el video es una herramienta para el desarrollo grupal y comunitario, y que con él se alcanza una conciencia crítica que actúa como base para la creatividad y la comunicación.

En este proyecto preferimos hablar del audiovisual participativo para que estas iniciativas se concentren mucho más en los procesos que en el producto final. El audiovisual participativo se dirige más a la reflexión que a la producción real, ya que todo el proceso se centra en la participación (Johansson, 1999). En el audiovisual participativo el proceso incluye tanto la participación social y colectiva como la producción social de sentido.

Es claro que cuando utilizamos el concepto de audiovisual estamos refiriéndonos a la integración e interrelación plena entre lo auditivo y lo visual para producir una nueva realidad o lenguaje. Entonces el audiovisual es un lenguaje que expresa una realidad. En el audiovisual participativo se trata de la construcción colectiva de una realidad conflictiva a través del lenguaje audiovisual.

El trabajo audiovisual participativo se centra en la reflexividad colectiva durante todo el proceso. La transformación de las comunidades y de sus realidades se da desde el mismo momento en que los sujetos sociales discuten sobre su papel en el territorio, por medio de la negociación de ideas, continúa con la puesta en escena de estos mismos, reconociendo y recreando su propia realidad conflictiva, y terminando con la renegociación de esas realidades con otros sujetos del territorio. En este proceso el conflicto es vital para el empoderamiento social y para la constitución de ciudadanías activas y propositivas.

En este proyecto, el audiovisual participativo es una práctica comunicativa transformadora porque en ella se persigue la transformación de la realidad a partir de las acciones colectivas de los mismos habitantes del territorio, narrando audiovisualmente las historias de sus conflictos con el propósito de constituirse como ciudadanos del territorio.

Metodología

Este proyecto se ha desarrollado bajo el enfoque de la Investigación Acción Participativa, aquí los sujetos son sujetos que investigan, reflexionan, diagnostican y evalúan su realidad. Son ellos los que mejor conocen su propia realidad porque la viven.

Por tanto para el desarrollo del proyecto se han propuesto tres fases:

Primera fase: caracterización de los conflictos. En esta fase se convocan a los diferentes actores sociales para la identificación de los conflictos que se presentan en Cazucá.

Segunda fase: construcción de narrativas audiovisuales de conflictos en el territorio. El objetivo de esta fase es hacer un análisis sobre los conflictos existentes en el territorio e identificar el grado de importancia que le conceden los habitantes de estos territorios, teniendo en cuenta su afectación, su participación en ellos, y/o su capacidad de agencia.

Tercera fase: construcción de reglas de juego en el territorio. El objetivo de esta fase es desarrollar un proceso de recepción activa, basados en los videos que presentan los conflictos identificados con estos pobladores y con otros actores sociales que puedan tener que ver con la gestión de esos conflictos.

El proceso y su análisis

Como se ha mencionado anteriormente las ciudadanías de alta intensidad son las apuestas políticas que socialmente se producen en los territorios desde la participación colectiva de un grupo o comunidad, en el marco de este proyecto se hizo un acercamiento al territorio a través el colectivo Escape, integrado por jóvenes que buscan generar alternativas para resolver los problemas inmediatos que sobre todo atañan a los niños y a los jóvenes de la comunidad, sin embargo, han terminado cayendo en el activismo del fin de semana, buscando “ocupar” a los jóvenes para alejarlos de las problemáticas que se presentan en el territorio, dejando un poco de lado la construcción de proceso.

En Cazucá, por su contexto socio político, no es fácil construir un proceso solamente que dé cuenta de un proyecto político, emancipatorio, alternativo o comunitario como lo plantea Boaventura de Sousa para definir las ciudadanías de alta intensidad porque las mismas actividades de resistencia se suman a las precarias necesidades, que obligan a los pobladores de esta zona al rebusque y la supervivencia.

Gracias a la metodología de la investigación (IAP) desarrollada por los investigadores y los habitantes de esta zona y del mismo colectivo Escape, se han generado reflexiones y preguntas sobre “el activismo” realizado por ellos mismos. El grupo se ha hecho preguntas como: ¿para qué realizar determinada actividad?, o ¿para qué encontrarnos todos los fines de semana? Son interrogantes que han surgido después de varios encuentros en los talleres realizados en el marco de este proyecto. Además de estas reflexiones de acción y participación, también se han generado nuevos espacios de interacción con el grupo artístico cultural Cazucarte, que desde el grafiti y el muralismo cuentan la realidad y las problemáticas de estas comunidades, igualmente en dos sedes del IED Luis Carlos Galán.

Con respecto a la identificación de los conflictos que es uno de los objetivos y corresponde a la primera fase, se visibilizan el consumo de droga, la delincuencia, la violencia intrafamiliar, entre otros, que son propios y caracterizan esta zona; además de estos también hemos encontrado unas fronteras imaginarias que marcan el territorio geográficamente y el racismo no solamente por el color de piel sino por las diferentes maneras de interacción y lucha de intereses entre los actores sociales. También se han identificado problemas sin conflictos como el deterioro de los humedales y los recursos hídricos, el crecimiento poblacional sin ninguna planeación y el aumento de la minería ilegal, no hay conflictos porque no existe interés por parte de la comunidad en defender o hacer resistencia para evitar el crecimiento y deterioro ambiental de la región.

Así mismo, en el proyecto se plantea el audiovisual participativo como una herramienta para narrar los conflictos, también lo hemos trabajado simultáneamente desde los inicios del proyecto como una manera de registrar todo el proceso, y ha resultado ser una técnica eficiente para que los niños y los jóvenes se comprometan a contar sus propias historias a partir de la imagen fija o en movimiento.

Para explicar el uso del audiovisual y su relación con la comprensión y gestión de los conflictos en el territorio, hemos realizado varios talleres, los estudiantes de Realización Audiovisual vinculados al semillero de investigación han liderado este ejercicio compartiendo sus conocimientos en la parte técnica y conceptual a los participantes de los talleres. En estas jornadas además de realizar una reflexión sobre los conflictos y los problemas del territorio también se habla sobre la importancia de este como herramienta pedagógica.

Finalmente, el audiovisual participativo es uno de los centros de este proyecto y no es tan importante el producto final, sino lo que este genera a partir de la participación, lo relevante son las reflexiones colectivas que se realizan gracias a esta narrativa y esto se ha logrado en el territorio, que los niños y los jóvenes se vinculen a partir de lo técnico contando sus propias historias.

Conclusiones del proceso

Es indudable que en este proceso hemos ido aprendiendo a identificar y diferenciar conflictos interpersonales, problemas, problemáticas y conflictos territoriales en este territorio de Soacha, que se puede extender a otras zonas del país.

Los problemas y los conflictos interpersonales se presentan en la escala micro. Es la escala de familia, de la vecindad, de la cuadra. Cuando hablamos de problemas, casi siempre hay un “otro” que es el culpable. Los conflictos, en cambio, son incluyentes. En un conflicto hay siempre contradictores, opositores o conflictuantes. Es decir, el conflicto por naturaleza es colectivo, no es individual. Por tanto, preferimos hablar de conflicto y no tanto de problemas, aun cuando sabemos que los conflictos incluyen problemas, solo que se asumen de manera colectiva.

Una problemática es una sumatoria de los diversos problemas. Cuando hablamos de problemáticas, nos estamos refiriendo a la suma de problemas, de situaciones coyunturales o permanentes que inciden en la dinámica de un territorio. La responsabilidad de resolverlas o abordarlas suele ser asignada o asumida por las administraciones gubernamentales. Los conflictos territoriales son, ante todo, como ya dijimos, un proceso co-construido por los diferentes sectores y actores sociales.

Las problemáticas y los conflictos territoriales se presentan en la escala meso y macro. Es decir, tanto los unos como los otros se presentan en un territorio más amplio, como puede ser un municipio o una localidad, pero también una comuna o una zona geográfica específica, como puede ser Cazucá. La idea es que estos actores sociales, como el grupo Escape como Cazucarte y otras organizaciones, asuman los conflictos interpersonales pero especialmente los territoriales, para hacerse cargo de su propia realidad .reflexionando sobre ella, a través del video, y construyendo estrategias para su manejo colectivo.

Por esto, se han realizado dos acciones colectivas que determinan otras más para lo que sigue. La primera fue el festival audiovisual “Cultura con altura”, espacio que permitió ver los grandes retos para la participación y la acción política en más sectores de la comuna 4 de Cazucá. En el desarrollo y puesta en marcha del festival participaron habitantes, la organización social Proyecto Escape, estudiantes y profesores de Uniminuto. El festival permitió el encuentro con la Organización Cultural Cazucarte para la segunda acción colectiva. Lo que se plantea es integrar sus expresiones desde el grafiti y el muralismo con el lenguaje audiovisual en el mismo propósito de generar reflexiones colectivas sobre los conflictos territoriales. Un proceso que en este punto determina un primer momento de participación y abre la puerta para que más personas y organizaciones de la comuna 4 se sumen al propósito de trabajar en equipo por mejorar sus condiciones de vida en temas ambientales y de convivencia. Esta segunda acción colectiva ha sido llamada por Cazucarte “Tomas Culturales” un espacio que a través de diversos lenguajes pondrá en evidencia los conflictos y las posibilidades para su gestión.

En el tema de audiovisual participativo se abre un camino interesante para la práctica y desarrollo de un formato atractivo para divulgar contenidos y procesos sociales. Un proceso distinto al que se había pensado al inicio pero que sin duda rompe con el esquema de formación audiovisual tradicional y lo integra en un proceso donde desde el hacer juntos se narran historias sobre los conflictos que hay que atender desde la participación y la organización social. El formato se configura como un escenario permanente de práctica para estudiantes, de participación para las personas y organizaciones de la comunidad y de visibilización de los conflictos territoriales para toda la sociedad que necesita fortalecer su cultura política.

Finalmente se proyecta una tercera acción colectiva con jóvenes de bachillerato de la Institución Educativa Luis Carlos Galán Sarmiento para el primer semestre del año 2018 que permitirá incluir más personas y abarcar más zonas de la comuna 4 en el propósito de generar procesos colectivos de reconocimiento, reflexión y transformación de los conflictos en el territorio de Altos de Cazucá.

Referencias

Johansson, L. (1999). Participatory Video and PRA: Acknowledging the politics of Empowerment. Forests, Trees and People, 40(41), 21-23

Rocha, C. (2008). Radio escolar: comunicación, conflictos y ciudadanías. Bogotá: Uniminuto, Corporación Universitaria Minuto de Dios.

Santos, B. de S. (1998). De la mano de Alicia. Lo social y lo político en la posmodernidad. Bogotá: Siglo del Hombre Editores, Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes.

White, S. (Ed). (2003). Participatory Video: Images that transform and Empower. London: Sage.