ISBN : 978-958-781-326-5
ISBN digital: 978-958-781-327-2

Educación y comunicación

Reflexiones desde la educación y el desarrollo económico para el cuidado de la casa común a partir de mesas de diálogo comunitarias

Lemy Bran Piedrahita, Sergio Gómez Molina,
Alejandro Valencia Arias, Yesenia Acevedo Correa, Claudia Arias Arciniegas

Investigadores de la Fundación Universitaria Católica del Norte, de Medellín.

lbpiedrahita@ucn.edu.co; sgmolina@ucn.edu.coj; avalenciaa@ucn.edu.co; yacevedoc@ucn.edu.co; cmariasa@ucn.edu.co

Resumen

La casa común se refiere específicamente al mundo en el que conviven los seres humanos y la naturaleza. Partiendo de la necesidad de generar espacios de comunicación y educación, con el fin de concienciar y empoderar a las comunidades sobre la importancia del cuidado de esta, se plantearon mesas de diálogo comunitarias, con un enfoque de profundización en educación y desarrollo, que construyeron un escenario de investigación-acción participativa, que, por medio de la comunicación directa con actores comunitarios, permitió identificar factores asociados con el desarrollo y la comunicación para el bienestar social del territorio. Este espacio se realizó en el contexto de unos foros denominados “Territorio y medio ambiente en el ámbito de la Laudato si”. A partir de diálogos deliberativos, dirigidos, con preguntas guía, a su desenlace, se encontraron potencialidades y amenazas que inciden en el territorio; múltiples fuerzas centrípetas y centrífugas para el desarrollo económico y social de la población.

Palabras clave: desarrollo sostenible, educación, diálogos deliberativos.

Introducción

La casa común se refiere específicamente al mundo en el que conviven los seres humanos, la naturaleza y demás, es esta la que acoge toda la vida existente en el mundo. Sin embargo, la contaminación, la cultura del descarte y la tecnocracia están afectándola directamente, ya que no se garantiza un desarrollo humano integral y con inclusión social. La solución ante estos cuestionamientos no se encuentra en alternativas a corto plazo o de arraigarse a los beneficios de la tecnología, que a veces se presenta como la única respuesta de solución a los problemas, ignorando relaciones sociales existentes entre las diferentes cosas. En ese orden de ideas, mientras se resuelven algunos problemas, se crean otros, por lo que es imperante buscar medidas integrales y a largo plazo que mitiguen esas afecciones modernas (Papa Francisco, 2015).

Respecto a lo anterior, la encíclica hace hincapié en que a raíz de esas problemáticas, se han dado cambios en la humanidad que no se orientan hacia el bien común y a un desarrollo sostenible, por lo tanto se debe generar consciencia y real compromiso frente a la sensibilidad al ambiente y cuidado de la naturaleza, para “convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo, y así reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar” (Papa Francisco, 2015, p. 18).

En consonancia con los planteamientos del Papa Francisco, se debe asumir la educación como uno de los componentes primordiales en la generación de consciencia, puesto que para obtener un cambio tangible debe haber motivaciones y éstas se encuentran en la familia, la escuela, medios de comunicación y catequesis, fomentando conocimientos acerca de la realidad actual y futura, para que por medio de la organización local y comunitaria se puedan transformar escenarios afectados por la explotación de recursos naturales, optando por estilos de vida en miras a la sostenibilidad que generen pequeños cambios -como apagar las luces que no se usen, separar residuos y reducir el consumo- que a su vez modifiquen las lógicas de producción de las pequeñas y grandes industrias, y de esa manera “sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos” (Papa Francisco, 2015, p. 172).

Características sociodemográficas del municipio de Yarumal

En el marco de los foros diocesanos para el desarrollo sostenible, se realizó uno de ellos en Yarumal, que es un municipio que pertenece a la Diócesis de Santa Rosa de Osos, localizado en la subregión norte del departamento de Antioquia. Limita al norte con el municipio de Valdivia, al oriente con los municipios de Campamento y Angostura, al noroeste con el municipio de Briceño, al occidente con el municipio de San Andrés de Cuerquia y al sur con el municipio de Santa Rosa de Osos (Alcaldía de Yarumal, 2017).

Su cabecera municipal está conformada por 20 barrios y la zona rural por 52 veredas y 7 corregimientos. Su clima es frío debido a su elevación sobre el nivel del mar (2.353 m). El nombre actual, Yarumal, proviene de la especie vegetal de nombre yarumo, de la familia Urticaceae, muy abundante en la región por los días de la fundación y conocida en el lenguaje botánico latino como Cecropia peltata L. El municipio también es llamado la Ciudad Retablo, la Estrella del Norte y la Sultana del Norte (Alcaldía de Yarumal, 2017).

Se estima que el total de habitantes del municipio para el año 2016 fue de 47.764, ubicados en la zona urbana 31.785 y en la zona rural 15.979. Su estructura poblacional es progresiva, ya que su pirámide es similar a un triángulo equilátero, con una base ancha y una punta estrecha, lo que indica que en su mayoría es joven y se va reduciendo consecuencia de una tasa de natalidad alta, caso contrario al grupo de adultos mayores que disminuye considerablemente, por lo tanto, la tendencia del municipio es que crecerá poblacionalmente.

Este territorio se caracteriza porque en su tierra se llevan a cabo labores agrícolas (cultivos de café, caña de azúcar, fríjol, plátano, yuca, maíz, papa y cacao), ganaderas (vacuna y porcina), mineras (extracción de oro, piedra de talco, caliza y mármol), comerciales (por su localización en la vía que va de Medellín hacia la Costa Atlántica de Colombia) e industriales (presencia de compañías como Setas de Colombia, Tablemac y Talcos de Yarumal) (Alcaldía de Yarumal, 2017).

A propósito de las actividades económicas ya mencionadas, existe una preocupación constante respecto a la responsabilidad que tiene la región para con el medio ambiente, en ese sentido el Obispo Jorge Alberto Ossa Soto líder de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, en una Carta Pastoral (2014) dirigida a sacerdotes y fieles pertenecientes a la Diócesis, expone que es vital vincular la sociedad a la realidad que hoy se ve desbordada por la situación moral, social, económica y ambiental que se atraviesa respecto a que se centra en restarle importancia a lo bueno, convirtiendo lo malo en lo correcto, en conflictos por el control del territorio, presencia de grupos ilegales y empresas privadas que degradan la calidad de vida de los habitantes, lo que en consecuencia genera una crisis ambiental, puesto que como este territorio se encuentra ubicado en un suelo rico en minerales como el oro y cuenta con abundantes fuentes de agua, se han presentado políticas de extracción que no presentan un equilibrio entre los ecosistemas y los seres humanos, favoreciendo intereses particulares, muchas veces, de agentes extraños y no el bien común (Papa Francisco, 2015).

Por ende, es urgente generar modelos desde una “dimensión humana, desde el hombre y para su bien integral, donde los proyectos se convierten en una oportunidad para el verdadero desarrollo y crecimiento de las comunidades” (Ossa, 2014, p. 9).

Metodología y desarrollo

El foro regional “Territorio y medio ambiente en el ámbito del Laudato si’”, surge como una respuesta institucional ante el presente planetario, además de la necesidad de ejercer un rol de actor –desde la academia- para proponer acciones de cambio con respecto a la manera como se está desarrollando la dinámica global en torno a la utilización de recursos, así exponer y develar acciones que vayan en pro de mejorar las tensiones resultantes en la relación hombre-naturaleza.

El desarrollo de la mesa se aborda con la metodología de revisión de vida y a través diálogos deliberativos con preguntas guía. Para ello los participantes de cada mesa temática se separaron en grupos de trabajo donde se le entregó a cada uno una silueta de un cuerpo humano en el cual debían identificar, pasando de la cabeza a los pies; el ver, el discernir, el actuar, el evaluar y el celebrar. Teniendo como guía los siguientes interrogantes:

  • Cabeza/ Ver: ¿Cuáles son las potencialidades y amenazas de las actividades económicas que hay en el territorio?
  • Corazón / Pensar: ¿Qué acciones, proyectos, políticas o lineamientos conocen para qué las actividades económicas sean más amigables con la creación?
  • Manos / Actuar: ¿Qué se puede o podemos realizar para que las actividades económicas del territorio sean más amigables con la creación?
  • Pies / Evaluar y celebrar: ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan?

Resultados

Cabe resaltar que el foro diocesano, estaba constituido por mesas de trabajo, entre las cuales se encontraban temas afines a participación ciudadana, medio ambiente, educación y desarrollo económico, el presente insumo textual corresponde a esta última mesa, a continuación, se recogen las reflexiones y puntos a resaltar de lo vivido en el encuentro del primer Foro Territorial 2017 partiendo de definiciones conceptuales que fue vértice del desarrollo de la mesa:

Mesa temática de desarrollo económico

El desarrollo de un territorio implica varias dimensiones, dentro de ellas la económica, variable que hace referencia a productividad, riqueza, competitividad, crecimiento, explotación, consumismo, entre otras que podrían llevar a pensar en inequidad en la distribución de los recursos a nivel global.

A pesar de lo anterior, cuando se habla de economía es importante retomar su función hacia el bien común y la justicia social, tal como se menciona en la Encíclica Caritas In Veritate (Papa Benedicto XVI, 2009), al introducir el concepto de desarrollo humano integral.

El avance de una población debe estar centrado en las personas, tal como lo menciona Max Neef (2009) en su teoría del desarrollo a escala humana, donde el principio valórico irrenunciable que debe sustentar una nueva economía es que ningún interés monetario, bajo ninguna circunstancia, puede estar sobre la reverencia a la vida y de todo lo que existe en el planeta que es la casa que habitamos, la cual posee recursos que se agotan y debemos cuidar, de la misma manera que lo menciona la Encíclica Laudato si’ (Papa Francisco, 2015), al introducir el concepto de ecología integral, las personas hacen parte de la naturaleza y deben cuidarla.

Esta mesa temática estuvo enfocada en reflexionar sobre el desarrollo económico de la subregión, donde las empresas y los consumidores sean respetuosos con el medio ambiente y se preocupen por el cuidado de la casa común, identificando espacios que se hayan propiciado para que las actividades económicas del territorio sean más amigables con la creación.

Para dar inicio a la discusión se invitó a comprender que los recursos son cada vez más escasos, entonces es necesario pensar qué tipo de mundo queremos dejar a los niños, cómo hacer que el desarrollo del municipio sea más amigable, entendiendo que el crecimiento es lo cuantitativo que también se traduce en mejoramiento de condición y calidad de vida.

Dentro de los elementos compartidos por los participantes de la mesa, se enfatiza en que en la subregión existen potencialidades en actividades económicas como la ganadería, la agricultura, los bosques y la minería, pero mal encaminadas hacia su uso excesivo, se convierten en amenazas totales o fatales, en especial las hidroeléctricas y demás mineras (asbesto, oro, entre otras), puesto que no están haciendo conscientes a los ciudadanos de qué va a pasar con las comunidades y su impacto en el medio ambiente, que para el caso de la minería es irreparable.

Se encuentra que existen acciones amigables con la creación en la subregión como la plantación de árboles, casos de buenas prácticas de manufactura, mesas ambientales, huertas caseras y planes de gestión integral de residuos sólidos. Aun así, se propone promover la concientización del agotamiento de los patrimonios ambientales, educación continua del uso de los recursos naturales desde el hogar, las instituciones de educación y la comunidad sobre cómo preservar el medio ambiente, a través del aprendizaje con el ejemplo, incentivar valores ambientales, educar a todos los actores del sistema económico sobre el cuidado, la familia, la escuela, la empresa y demás entidades. Esta experiencia, en palabras de los participantes, permitió tomar conciencia de los pequeños detalles como el tirar o no basura, generando mayor cultura a través de la educación.

Un reto será dejar un mundo donde ser ambientalista sea una buena idea, porque es algo que corresponde a todos, para disfrutar de lo que tenían los antepasados. En palabras de uno de los asistentes cuando se dirigió a los jóvenes de la mesa “a nosotros hoy nos da lidia montar una finca y hacerlo productivo, pero hoy trabajamos para algunos actores de la economía o la economía trabaja para nosotros, Yarumal y el norte va a ser lo que ustedes construyan” (Don Carlos, participante Foro Territorial 2017, Yarumal).

Para finalizar, si bien se identifican acciones que les permite a las actividades económicas del territorio ser más amigables con la casa común, aún éstas se muestran de manera aislada, requiriendo mayor compromiso no solo de las empresas, sino también de parte de la comunidad al momento de consumir lo que se produce.

Conclusiones

Es importante, desde la perspectiva de ecología integral, llevar a cabo procesos educativos que sensibilicen y permitan una formación consciente frente a la prevalencia del medio ambiente, ya que, con los cambios dados a raíz de la extracción y explotación de recursos naturales, el cuidado de la casa común se ha visto afectada, puesto que la calidad de vida y dignidad humana han desmejorado.

Además de eso, la capacidad de educar no va solo en los docentes, cada quien tiene habilidades para transferir su conocimiento por medio de la enseñanza cotidiana de pequeñas acciones, que como lo dice el Papa Francisco (2015), repercuten en transformar cotidianidades a estilos de vida sostenibles e íntegros con todos los seres vivos del planeta.

Finalmente, se rescata la importancia de no estigmatizar las actividades económicas, se trata más bien de encontrar la forma equilibrada en la que estas, junto con el medio ambiente, puedan coexistir en razón a la ecología integral y así darle larga vida a la casa común.

En el escenario de los foros, emerge la categoría de comprender la importancia que requiere en los procesos de desarrollo para el territorio, los ejercicios de comunicación. Pues esta categoría es un factor diferencial en el potenciamiento del desarrollo humano, ya que otorga prioridad tanto a sistemas como a procesos asociados con la calidad de vida y el bienestar.

Es necesario comprometer esfuerzos desde la comunicación para comprender el real significado de las dinámicas de desarrollo sostenible en clave de país y región, pues es necesario partir de los escenarios de educación para transformar realidades y propender hacía un territorio con mayores posibilidades de sinergia entre los medios productivos, el medio ambiente, la naturaleza per se y los seres humanos.

Referencias

Brundtland, G. H. (1987). Informe Brundtland para el desarrollo. Recuperado de: https://www.upv.es/contenidos/CAMUNISO/info/U0686956.pdf

Gobernación de Antioquia. (2017). Fichas municipales 2016. Yarumal. Recuperado de https://www.antioquia.gov.co/planeacion/fichas_municipales_web/index.html

López, C. (2016). Ecología integral: ecología y desarrollo humano integral. Fomento social, (281), 161-166.

Marx, R. (2015). Una visión integral de la economía.

Navarro-Ramos, A. (2016). Laudato si: una encíclica para el diálogo abierto. En Análisis Plural, segundo semestre de 2015. Tlaquepaque: Iteso.

Organización de las Naciones Unidas. (2000). Carta de la Tierra. Recuperado de https://www.earthcharterchina.org/esp/text.html

Papa Benedicto XVI. (2009). Encíclica Caritas In Veritate.

Papa Francisco. (2015). Encíclica Laudato si’. Recuperado de https://www.aciprensa.com/Docum/documento.php?id=552

Unesco. (2017). El aprendizaje basado en la comunidad para el desarrollo sostenible. Recuperado de https://unesdoc.unesco.org/images/0024/002475/247569s.pdf

Toro, F. J. (2007). El desarrollo sostenible: un concepto de interés para la geografía. Editorial Universidad de Granada. Recuperado de https://revistaseug.ugr.es/index.php/cuadgeo/article/view/1168