ISBN : 978-958-781-326-5
ISBN digital: 978-958-781-327-2

Narrativas, discursos y lenguajes para la reconciliación y el buen vivir

Enfoque de educación social por proyectos: transformando el mundo desde el aula de clase

David Ricardo Ariza Martínez

Estudiante de Licenciatura de Lengua Castellana e Inglés de la Universidad Popular del Cesar. Director del Centro de Idiomas MELC; docente de Inglés, Italiano y Español del mismo centro.

drariza@unicesar.edu.co; davidrariza@hotmail.com

Resumen

Nicolás estudia en un prestigioso colegio de una ciudad de Colombia. En su tarea de ciencias debe responder lo siguiente: ¿qué acciones se deben emprender contra las nefastas consecuencias del cambio climático? Después de responder, Nicolás no emprende ninguna acción; por el contrario, enciende su aire acondicionado y deposita los empaques reciclables de su merienda junto con la basura orgánica, pues el sistema le ha enseñado que lo que vale es la nota. Este trabajo de investigación propone un cambio en los sistemas y métodos de enseñanza-evaluación basados en el enfoque por proyectos de Sylvia Chard, junto con una apuesta que incluye proyectos de impacto social desarrollados por estudiantes de colegios y universidades, que serán apoyados por diferentes instituciones. Habrá tres etapas experimentales antes de llegar a la implementación en masa:

Escoger estudiantes de un colegio y hacer modificaciones al método de enseñanza-evaluación, previa socialización; con esto se recogerán propuestas de cambio social y ambiental sostenible por desarrollar durante todo el año, al integrar todas las áreas contempladas en la Ley 115.

  1. Recoger resultados cuantitativos y cualitativos para la implementación de proyectos en toda la ciudad con ayuda de la alcaldía municipal.
  2. Montar una plataforma virtual de experiencias que sirva para comunicar y replicar el proyecto a escala nacional.

Palabras clave: enfoque, proyecto, transformación social, problemas sociales, paradigma, coherencia.


En exactamente 0,81 segundos Google arroja más de 46 millones de resultados que muestran los problemas sociales que afectan a Colombia. Entre estos problemas arraigados al diario nacional se cuentan como principales: la desnutrición, que toma la vida de 2000 colombianos cada año, principalmente niños1; el atraso científico latente en la falta de cultura de investigación2, las patentes producidas por el país3, que son prácticamente inexistentes, y el hecho de que el gobierno piense que invertir en tablets y en computadores representa invertir en ciencia e investigación4; la débil identidad nacional debido a la pobre infraestructura vial y la escarpada geografía que divide las ciudades del país con 3 cordilleras de más de 3000 metros de altura cada una5, la baja capacidad de ahorro según los datos de la subgerencia de estudios económicos del Banco de la República, la baja competitividad colocando irónicamente a un país de casi 50 millones de habitantes, rico en diversidad natural, cultural, abundancia de materias primas, lugares turísticos y exuberante flora y fauna en el puesto 61 entre 138 países según el informe del FEM en 2016; la pobreza que se encuentra en el 45 % en Colombia según la Cepal y la indigencia que se sube al 17 % de la población; la débil infraestructura, los desequilibrios regionaless6, los altos niveles de informalidad, la corrupción expresada en casos como Odebrecht, Reficar, Interbolsa, los comedores escolares, el cartel de los pañales y del papel higiénico; la desinformación de lo que pasa en el país, y otros problemas más generales como la prostitución que en este momento afecta al 80 % de la población desplazada según datos del Defensor del Pueblo Volmar Pérez. A esta le sigue la adicción a las drogas al punto que el 14 % de los estudiantes universitarios admiten consumir o haber consumido una droga ilegal, a esto se suman hábitos como el tabaquismo que afecta a casi la mitad del total de los colombianos adultos o el alcoholismo que también ubica a Colombia en los puestos más altos de las estadísticas en Latinoamérica.

Dentro de este contexto cabe preguntarse, ¿Cuál es el propósito al cuál sirve la educación? ¿Será que los niños de hoy estudian con el único fin de ganar un examen, graduarse de bachilleres, ingresar a la universidad y conseguir un trabajo que les permita vivir cómodamente? ¿Será así de egoísta el propósito de educar? Pues esta investigación hizo la misma pregunta a 100 estudiantes entre diversos colegios y universidades en la ciudad de Valledupar y el 93 % de los encuestados piensa en la educación como la llave aburrida, pero necesaria que les permitirá auto-complacerse con bienes que solo les benefician a ellos mismos y en algunos casos a su círculo más íntimo. Sólo el 7 % de los encuestados pensó en la educación como una herramienta para ayudar a los demás.

Tratando de buscar la génesis de este problema, y más aún, las razones por las cuales se da este tipo de pensamiento nos encontramos con que la educación primaria y secundaria en Colombia tienen un diseño y una estructura pensados desde prescolar hasta el último grado de bachillerato que dista mucho de este pensamiento egoísta, de hecho, los modelos de enseñanza propuestos por los Estándares Básicos de Competencias tienen como objetivo principal dar pautas precisas sobre lo que cada estudiante debe saber y lo que debe saber hacer. Entonces, ¿Por qué el producto final, que es el estudiante graduado, no sabe qué estudiar? ¿Por qué nuestros estudiantes no tienen en cuenta los problemas sociales que afectan al país como vehículo para contribuir a la consciencia y ayudar a mejorar las condiciones de quienes tienen menos y ser partícipe de la construcción de un mundo mejor? ¿Por qué no existe el pensamiento de que el crecimiento de mi nación representa crecimiento para mí y mi familia?

En este punto es innegable que el Ministerio de Educación Nacional ha hecho enormes esfuerzos con una gran cantidad de programas para apoyo a la educación como el apoyo a las convalidaciones de títulos universitarios en el extranjero, programas como “Ser Pilo Paga” a través del cual se benefician muchos estudiantes brillantes para acceder a educación superior de calidad, la implementación de la jornada única en los colegios, las becas a docentes, y el programa de Colombia Bilingüe cuyos libros bandera incluso se pueden descargar gratuitamente a través de la página del Ministerio. Sin embargo, yendo al corazón del salón de clases encontramos que los esfuerzos no han sido enfocados con inteligencia y el paradigma educativo colombiano se encuentra inamovible en un mundo que cambia constantemente de posición dejando sobre la mesa una total falta de coherencia con el mundo dinámico al cuál se enfrentarán nuestros estudiantes.

En un país como Colombia, en vías hacia la paz y lleno de tantas necesidades, la juventud estudiantil de nuestro país debería concebirse como una fuerza, aún pasiva, que podría significar una gran diferencia si se lograra despertar colocando toda la energía, toda la creatividad y todas las ideas de los jóvenes al servicio de la educación y la sociedad y muy seguramente en medio de esta crisis educativa y apelando a la inherente necesidad humana de explorar y descubrir, sobre todo a temprana edad, que la Doctora Sylvia Chard, profesora de la Universidad de Alberta, directora del laboratorio escolar en el Centro de Estudio Infantil del Departamento de Educación Primaria, en conjunto con Lilian Katz, propone el Project Approach. En su libro, The Project Approach: engaging children’s minds, propone el enfoque por proyectos como un tipo de aprendizaje profundo en donde el estudiante se empodera de su trabajo a través de las decisiones que puede tomar en conjunto con su grupo de trabajo llevando la labor escolar a un plano de la realidad mucho más significativo para él. La doctora Sylvia entonces desarrolla una serie de guías pensadas para que los docentes integren proyectos al currículo que ya ha sido establecido de modo que se llegue al aprendizaje de habilidades y desarrollo de conocimiento a través del trabajo por proyectos. En su trabajo, la autora muestra cómo es posible descubrir las posibilidades dentro de los currículos educativos para la creación de un marco para el aprendizaje planeando las clases según el contexto del estudiante y llegando a un entendimiento inicial de un problema para poder lanzar, investigar, representar y presentar un proyecto.

La propuesta, que aún se encuentra en etapa teórica, busca integrar la investigación de la profesora Sylvia Chard junto con el estudio concienzudo de la problemática social de un país de modo que se pueda llegar a un punto en el que desde el currículo establecido para las clases, se creen espacios en donde sean los mismos jóvenes quienes analicen desde las etapas más tempranas de la escuela los diferentes problemas sociales del país con el propósito de generar proyectos que afecten positivamente a una comunidad a nivel local o nacional y que a la vez, estos proyectos den solución a la problemática planteada en el aula. Esto inevitablemente llevará un mensaje de cooperación y cambio social y moral a los jóvenes desde las mismas aulas de clase. Los niños aprenderán a valorar el trabajo de sus compañeros y maestros en la práctica al tiempo que aprenden los saberes básicos establecidos por el Ministerio de Educación.

La visión es que a futuro sea el mismo Ministerio de educación el que, en conjunto con instituciones como el DANE, la Andi, las Superintendencias e incluso las Cámaras de Comercio, elaboren currículos pensados a solucionar problemas desde el aula de clase.

Un estudiante que encuentra sentido a su trabajo de escuela mucho más allá de la simple obtención de una nota, será un estudiante que se convertirá en un líder inevitable en cualquier cosa que desee desempeñar, no solo eso, sino que estará entrenado en la elaboración de proyectos, generación de ideas y resolución de problemas. Esto obviamente reflejará en el largo plazo, el cambio de la sociedad y el rescate de la identidad nacional y el valor al prójimo.

A pesar de que este proyecto aún se encuentra en etapa teórica, la implementación de la primera etapa experimental se ha pensado en 3 partes:

  1. Escoger un grupo de estudiantes de grado 10 de un colegio y hacer modificaciones al método de enseñanza-evaluación aplicando el enfoque por proyectos y siguiendo el currículo existente ya propuesto por el Ministerio de Educación. Este currículo estará sujeto a pequeñas modificaciones de fondo y la única modificación de contenido será la inclusión de la cátedra de Proyecto e Investigación adaptando el material de la profesora Sylvia Chard que se encuentra a la venta en la página www.projectapproach.org, previa socialización del método con los docentes a cargo. Con esto se recogerán propuestas de cambio social y ambiental sostenible no solo de parte de los estudiantes sino también de parte de los docentes que se integren con todas las áreas contempladas en la ley 115.
  2. Recoger resultados cuantitativos y cualitativos para la implementación de proyectos en toda la ciudad con ayuda de la Alcaldía municipal y de la empresa privada a través de patrocinios cuando sea necesario. Los proyectos presentados por los estudiantes serán sometidos a votación para determinar cuál o cuáles se van a desarrollar teniendo en cuenta su pertinencia y viabilidad.
  3. Montar una plataforma virtual de experiencias que sirva para comunicar y replicar el proyecto a nivel nacional y conseguir nuevas ideas que favorezcan el surgimiento de ideas, creación de redes de impacto y grupos de trabajo e investigación.
  4. Los objetivos que se buscan lograr con la primera etapa de este proyecto en curso son múltiples, entre ellos mencionaremos:
  5. Lograr un impacto social significativo a partir de proyectos generados desde el aula de clases.
  6. Mejorar el proceso de aprendizaje e identidad nacional llevando contenido significativo a las aulas y llevado a la práctica con proyectos de impacto local y nacional.
  7. Lograr una verdadera sinapsis entre las diferentes materias a desarrollar a lo largo del año escolar.

1 Según estadísticas del DANE entre 1981 y el 2000 un promedio de 1830 colombianos murieron de hambre y hoy en día no se sabe con exactitud cuál es la cifra, razón por la que resulta difícil establecer una política coherente para dar solución al problema.

2 Según el BID en Colombia hay 0.2 investigadores por cada mil personas y 0.1 PhD por cada 100.000 habitantes.

3 según el BID hubo 12 patentes en Colombia en el 2004 y entre 2015 – 2017 se han concedido 69 patentes de las cuales el 80 % provienen del extranjero según datos de la Superintendencia de Industria y Comercio.

4 A pesar de las declaraciones del Presidente Santos en respuesta a la preocupación de 13 premios Nobel ante el recorte en ciencia y tecnología la realidad es que tan solo el 0,6 % del PIB se destina a este rubro según investigación del a Revista Dinero publicada el 7 de agosto de 2017.

5 16 de noviembre del 2000 diario El Tiempo.

6 Diario el Tiempo, Marzo 19, 2017 ¿por qué hay tanta corrupción en Colombia?