ISBN : 978-958-781-326-5
ISBN digital: 978-958-781-327-2

Narrativas, discursos y lenguajes para la reconciliación y el buen vivir

Aportes de la psicología comunitaria para fortalecer el buen vivir y la comunicación inclusiva frente a la relación entre lo femenino y lo masculino, en estudiantes del Colegio Antonio José Uribe, de Bogotá

Angie Tatiana Sabogal Ravelo

Estudiante de Psicología de la Universidad Católica de Colombia.

tatiana1sabogal@gmail.com

Resumen

La psicología comunitaria: “estudia los factores psicosociales que permitan desarrollar, fomentar y mantener el control y poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y social para solucionar problemas y lograr cambios en esos ambientes y en la estructura social” (Montero, 1984, p. 390). En el Colegio Distrital Antonio José Uribe, luego de un diagnóstico participativo, se han identificado formas de comunicación verbal y no verbal que acentúan de forma negativa estereotipos y prejuicios sobre el rol de género, los cuales han sido adquiridos y movilizados por el entorno, lo que genera prácticas violentas y obstaculiza las relaciones dentro y fuera de la comunidad educativa. Desde un enfoque crítico social, se pretende aportar a la disminución de estas dinámicas y fortalecer la comunicación inclusiva y el buen vivir, por medio de la estrategia pedagógica círculos de la palabra. Según Bolen (2004), estos son espacios sagrados de reflexión, en los que se reúnen grupos determinados de personas, con el fin de compartir experiencias y saberes, para permitir la resignificación de conceptos inculcados por la familia y los medios de comunicación en relación con lo femenino y lo masculino. Se están llevando a cabo círculos de la palabra con mujeres, hombres y grupos mixtos de bachillerato entre 9 y 21 años de edad. La apropiación del buen vivir, el reconocimiento del amor propio, las creencias sobre el rol de género, la generación y la expresión genuina son algunas de las categorías que han ido emergiendo en el proceso de creación participativa. Se está construyendo un grupo de teatro y una emisora como vías de expresión y transformación social, y se está elaborando una cartilla y un documental como memorias del proceso.

Palabras clave: género, círculos de la palabra, buen vivir y comunicación inclusiva.

Introducción

El presente proyecto es el reflejo de una experiencia que se está llevando a cabo desde el 24 de julio del 2017 y se ha programado a un año con estudiantes del colegio distrital Antonio José Uribe que está ubicado en la Localidad Tercera, llamada Santa Fe en el centro de la ciudad, en la Calle 3 #9-80 (barrio Santa Bárbara). En primer lugar se realizó un diagnóstico participativo de necesidades en el cual se han identificado formas de comunicación verbal y no verbal que acentúan de forma negativa estereotipos y prejuicios sobre el rol de género, los cuales han sido adquiridos y movilizados por el entorno, generando prácticas violentas y obstaculizando las relaciones sanas, para lo cual se iniciaron una serie de acciones concretas con los estudiantes de la comunidad educativa.

En esta fase del proceso se han realizado círculos de la palabra y se ha conformado un grupo de teatro denominado “Numen” con los niños, niñas y adolescentes. Se está construyendo una cartilla con los estudiantes en la cual se pretende plasmar la perspectiva de la comunidad educativa acerca de los círculos de la palabra. Así mismo se esta construyendo un programa de una emisora y un documental que registrará todo lo vivido antes, durante y al culminar el proceso.

Marco teórico

En nuestra sociedad Colombiana, las mujeres durante mucho tiempo fueron la sombra de los hombres, por diversas razones (adaptación, estereotipos, conformación subjetiva, etc ). Las mujeres tomamos el rol de seres, sumisas, delicadas, débiles, serviciales, que se dedicaban a los trabajos no remunerados, al espacio privado; si en algún momento se intentó salir de estos roles, se nos juzgaba fuertemente o desmeritaban aquellas acciones, pensamientos u opiniones (Díaz-Aguado Jalón, M. J, 2009). Esto está dado por una influencia constante que se ve presente en la formación personal juvenil.

La población adolescente-joven se encuentra hostilizada mayormente por una cultura machista e inequitativa forjada por: a). la familia (como primer espacio de socialización y de construcción de la identidad) es un espacio importante para la criatura que acaba de nacer, ya que desde el primer momento en que se cuestiona y piensa su mundo está permeándose por aquellas normas, una serie de determinaciones sociales, usos y costumbres, lengua, movilizadas por los adelantes científicos tecnológicos que posee la familia (Jelin, E,2011).

Si es niño lo visten de azul, le compran carritos o “juegos para niños” y dependiendo de la cultura lo van moldeando como sus padres consideran es la mejor manera de moldearlo, si nace con vagina se asume es niña y por tanto la visten de rosado y le compran, muñecas o casitas o una cocina para que juegue. b). Medios de comunicación (como herramienta de doble filo) en los campos de la comunicación se evidencia un androcentrismo, un lenguaje sexista, reforzador de roles de género mostrando una imagen de lo que es ser hombre y lo que es ser mujer que sigue siendo estereotipada, asumiendo las normas, los valores y las actitudes de la identidad correspondiente; Abordan mayormente a los jóvenes brindándoles experiencias y cantidades de información que fortalecen consiente/inconscientemente prejuicios, estereotipos, un imaginario acerca de la moda. (González Gavaldón, B,1999).Por ende la sociedad se encuentra en una dualidad; su desarrollo está limitado, por los valores, las maneras de ser y expresarse es la mitad para un género y la otra para el otro (Jelin, E. 2011).

Para lograr una trasformación se requiere de años, se requiere de procesos profundos en los que cada mujer y hombre, comprendan el daño que nos hemos hecho; comprendan la situación actual, la historia que nos ha trazado y que en estos momentos necesitamos un cambio en nuestras vidas, entender que nos hemos limitado por años a un desarrollo completo y a convivir desde la comunicación inclusiva, el buen vivir y una cultura de equidad en nuestra sociedad.

La categoría género fue creada por los movimientos feministas, para evolucionar el concepto de patriarcado que menciona Max Webber que genera un constructo acrítico naturalizando la dominación del hombre de la casa (De Barbieri, T, 1996).

Para Rubín, (1986) como se cita en (De Barbieri, T, 1996).El género es una construcción social que “transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana”, El género tiene varios homónimos es el conjunto de sentimientos, creencias, actitudes socioculturales que distinguen a las mujeres de los hombres, anteriormente se entendía la categoría género como la distinción del hombre y la mujer por sus órganos sexuales, actualmente luego de tantas investigaciones y estudios se sabe que no se nace siendo hombres o mujeres, sino que nos formamos, nos hacemos con el paso del tiempo.

En este sentido, Las instituciones tienen un gran valor en la educación para promover el modelo de dominación- sumisión y re significación de aquellos estereotipos y creencias de los mismos tan arraigados en la sociedad que generan violencia (Díaz-Aguado Jalón, M. J, 2009).

El buen vivir desde la cosmovisión indígena es la convicción ética del completo desarrollo humano en comunidad, en el cual consiento todo lo que me rodea como un ser vivo, con valor, como los cuatro elementos (aire, tierra fuego y agua), la tierra, el universo, Dios. Implica buscar una vida en comunidad en la cual tengamos cada uno lo suficiente para el buen vivir, más no el vivir bien para acumular riquezas que sigan propagando la competitividad y la acumulación innecesaria que nos impide ser felices al pensar tan solo en el producir y no disfrutar, buscar la armonía y la conexión con todo aceptando las diferencias y conviviendo en equidad y justicia, promoviendo acciones consientes con nuestra tierra y nuestro entorno. (Boff, L, 2009).Esto lo vemos reflejado en la interacción que tenemos con la familia, los medios de comunicación y la sociedad ya que no estamos encaminados haca esta visión.

La comunicación inclusiva busca la homogeneidad, las relaciones horizontales, busca que el lenguaje sea sutil sea premeditado, en el que se amplié la visión del mundo, donde ya no exista una visión antropocéntrica o sexista sino una inclusión con respecto a las diferencias, dejando a un lado todo concepto estereotipado, que genera discriminación, encasillen y desunan (Furtado, V, 2013). Actualmente no se progresa el concepto de comunicación inclusiva, sino de comunicación despectiva que se ve reflejada en el desarrollo de los jóvenes mediante la interacción de ellos mismos y su entorno.

Se reconocen los círculos de la palabra como una estrategia pedagógica en este proyecto ya que gracias a las comunidades indígenas se encuentran valiosos en su contenido; busca la comunicación inclusiva desde el compartir de experiencias y saberes en base al crecimiento persona y no al constructo social (Bolen, 2004).

El compromiso del círculo es que cada mujer que esté presente comparta, desde la honestidad, desde la construcción y sea sustento para que siga floreciendo, cada mujer por el hecho de estar allí, de estar presente aprende, le da importancia a este espacio a sí misma y a las demás (Bolen, 2004).

Estos encuentros propician el “rever” (re significar, reflexionar, cuestionar, proponer alternativas) debatiendo temas entorno a la familia, el cuerpo, relación hombre-mujer, género, las diferencias, la menstruación, que apunten a la conformación de un grupo que sea gestor de nuevas realidades en sus entornos. (Molina ,2017).

Estos se oponen a un orden social, a una jerarquía, es más una atmosfera de iguales, nadie es más ni menos que nadie, todas tenemos algo que aportar y que compartir en el círculo, para lo cual se requiere una postura de escucha y del mismo nivel de mi círculo. (Bolen, 2004)

Al igual se reconoce como desde tiempos memorables el teatro ha trabajado de la mano con la psicología, que permite que la persona construya su identidad explorando diferentes maneras de ser encontrando la posibilidad de liberar la represión desde lo sexual, lo moral etc. cuando el estudiante crea un personaje que es lo contrapuesto a él, es mucho más sencillo comprender al otro, ampliar su universo, y vivir por un instante como percibe y vive la vida mi otro.

La evolución social que hemos tenido nos ha llevado a este punto, en el cual las personas no llegan a ser consientes. La intención de este trabajo es generar una contraposición ante la desunión, el estereotipo y vivir bien. Todo esto buscando una comunicación inclusiva y el buen vivir como base ética, personal. Formando humanos consientes (entendiéndose como responsabilidad individual, social y ambiental).

Justificación

En Colombia como en varios países latinoamericanos se han vivido tiempos de subordinación de las mujeres por los hombres catalogada como “el sexo débil”, “el sexo del espacio privado”, “el emocional” a diferencia del hombre catalogado como “el sexo fuerte”, “el sexo del espacio público”, “quién debe sostener económicamente el hogar”. Estos roles asimilados por la sociedad lo que han generado es una dualidad que limita el íntegro desarrollo humano, social y político, propiciando comportamientos violentos llenos de prejuicios y estereotipos que fortalecen creencias y relaciones insanas.

La educación es un espacio que debería favorece la transformación de las relaciones de poder, superación de estereotipos, cambio de algunos patrones culturales entre otros, permitiendo reconocer la importancia de la interacción social sana y la importancia de fortalecer los lazos ante la diversidad (Díaz Aguado, 2009)

En el colegio distrital se identifican formas de comunicación verbal y no verbal que acentúan estereotipos y prejuicios a partir de creencias y conceptos sobre el rol de género adquiridas y movilizadas por su entorno generando prácticas violentas obstaculizando relaciones sanas.

Se requiere trabajar uno de los objetivos de desarrollo del milenio “promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer” impulsando a los estudiantes niños y niñas para que se conformen como líderes de cambio en su vida y su entorno.

Objetivos

Objetivo General

Fortalecer la comunicación inclusiva, una cultura de equidad y buen vivir desarrollando acciones conjuntas entre las psicólogas practicantes y los estudiantes del colegio Antonio José Uribe, para lograr el reconocimiento del otro, nuevas formas de actuar acercando la comunidad a verdaderas relaciones interpersonales.

Objetivo específico

Re significar conceptos individuales, familiares, provenientes de los medios de comunicación y sociales mediante círculos de la palabra con las niñas del colegio Antonio José Uribe desde el grado sexto hasta el grado once.

Re significar conceptos individuales, familiares, provenientes de los medios de comunicación y sociales mediante círculos de la palabra con los niños del colegio Antonio José Uribe de grados octavos, novenos y décimos.

Contribuir en el fortalecimiento de la comunicación inclusiva, una cultura de equidad y buen vivir.

Fortalecer la participación de las mujeres para que sean líderes de procesos de trasformación individuales, familiares, medios de comunicación y sociales.

Construir un grupo de teatro que se consolide como fuente y ejemplo transmitiendo a la comunidad la visión acerca del reconocimiento del otro.

Crear un programa de emisora como vía de expresión y transformación.

Elaborar una cartilla y un documental como productos memoria del proceso.

Metodología

Se utilizará el enfoque crítico social la cual tiene como finalidad la transformación de la estructura de las relaciones sociales y la búsqueda de respuestas a determinadas problemas generados por estas, partiendo de la acción reflexión y participación de los integrantes de la comunidad (Alvarado, L., y García, M, 2008).

Este tipo de investigación tiene un carácter auto reflexivo; considerando que el conocimiento se construye siempre por intereses que parten de las necesidades de los grupos, pretendiendo la autonomía racional y liberadora del ser humano (Alvarado, L., y García, M, 2008).

Popkewitz (1988) afirma que “los principios son: comprender la realidad como praxis; unir teoría y práctica, integrando conocimiento, acción y valores; orientar el conocimiento hacia la emancipación y liberación del ser humano e integrar todos los participantes, incluyendo al investigador, en procesos de autorreflexión” (Alvarado, L., y García, M, 2008, p.190).

De esta manera, Se pretende aportar a la transformación de una la cultura tradicional inequitativa a una equitativa, en la cual se acepten las diferencias, se logre una comunicación inclusiva y el buen vivir entre los estudiantes, a través de diferentes estrategias pedagógicas multidisciplinares, las cuales serán expuestas a continuación.

Procedimiento

Fase I

Se realizó un acercamiento con algunas líderes de la comunidad quienes relataron las necesidades y problemas de la misma; se eligió la estrategia metodológica denominada Círculos de la palabra que según Bolen (2004), son un espacio sagrado de reflexión donde se reúnen grupos determinados de personas con el fin de compartir experiencias y saberes que permitan la re significación de conceptos inculcados por la familia y los medios de comunicación que conciernen a la relación entre lo femenino y lo masculino.

Se recomienda para coordinar el círculo, entrar en conexión con quienes serán participes del mismo, tener presente la edad, como perciben el mundo, como ven desde sus ojos la vida y las diversas temáticas que se trabajan en cada círculo.

Se promueve un espacio seguro cuando cada persona que conforma el círculo confía en las demás. Confía en que nadie se aprovechara de lo mencionado, nadie asumirá una actitud de superioridad ni revelara confidencias, ni se entrometerá en su intimidad ( Bolen, 2004).

Las reglas primordiales a pactar son: la confidencialidad, evitar la consejería y palabras tales como “debería hacer o ser de esta manera”, debe cada participante sentirse cómodo con lo que va a compartir u expresar en el círculo, promover el respeto entre todos, el buen trato, la escucha y disposición (Molina, 2017).

Fase II

Se convoca inicialmente a los estudiantes de bachillerato entre grados de octavo a once para la Conformación de un grupo de teatro. Se presentaron y quedo un grupo base de 16 personas entre 13 a 19 años con ellos se inició el proceso, se fue explorando su manera de ver el mundo, sus creencias, se fue co-construyendo la obra en base a la temática inicial la cual es el fortalecimiento de la comunicación inclusiva y el buen vivir que conciernen a la relación entre lo femenino y lo masculino, buscando una cultura de equidad y aceptación de las diferencias.

Se pactaron normas y principios del grupo, para lograr promover una relación tranquila y de aprendizaje constante, buscando siempre la coherencia de sus vidas con lo que han sentido en el grupo de teatro, respecto a lo que les ha movido y encaminado al cambio de esos conceptos ya mencionados.

Fase III

Se creara un programa enfocado en el fortalecimiento del buen vivir y la comunicación inclusiva. Su finalidad es conocer la percepción de la comunidad acerca de la participación en los círculos de la palabra y el grupo de teatro.

La emisora es un medio de comunicación con un valor pedagógico que permite crear vínculos que fortalecen la transición y expresión de los estudiantes; por ello se realizara con integrantes que aporte desde su mirada y experiencia (coordinadores de círculo, participante de círculo y de grupo de teatro) a esta transmisión respecto al tema general.

Fase IV

Se promoverá el trabajo el equipo, la creatividad y la investigación mediante la Creación de una cartilla por parte del grado undécimo realizando entrevistas a toda la comunidad educativa con el objetivo de recoger información acerca de lo que se ha percibido y vivido con los círculos de la palabra, con base en algunas categorías emergentes (familia, violencia, amor propio..etc.) Suscitadas por los diarios de campo escritos de los vivido por el investigador en los círculos de la palabra.

Fase V

Se registrará todo el proceso en un documental que proyecte y evidencia el antes durante y después de esta experiencia, como productos memoria del proceso es importante dejar una huella de la expresión de la realidad.

Resultados

  1. Se han realizado círculos de la palabra de mujeres, de hombres y mixtos alrededor de cuatro temáticas el círculo de la palabra N°1 se denominó “mi familia y yo” el circulo de la palabra N°2 “Reconociéndome como ser humanos con derechos” el Circulo de la palabra N°3”Reconocimiento del otro” el circulo de la palabra N°4 “liderazgo” el circulo de la palabra mixto “¿Hombre y mujer, una construcción social?” con las y los adolescentes de bachillerato entre 9 y 21 años de edad del colegio Antonio José Uribe.
  2. En la segunda fase se realizó el libreto el cual tiene como nombre “reconociéndonos” que rompe los esquemas, los mismos estudiantes han evidenciado cambios en su manera de percibir el mundo desde la aceptación de la otredad sin limitación ni juzgamientos, sino desde la comprensión por sus mismas vivencias e historias de vida.

Se denominaron ellos mismo como “Grupo de teatro Numen” caracterizándose por la disciplina y la comunicación inclusiva reflexionando y desarrollando habilidades para el liderazgos, siendo promotores de una cultura de equidad y aceptación de la diferencia en su vida y en su entorno.

En el camino se han presentado dos oportunidades de presentarse para lo cual prepararon una presentación de pantomima de entretenimiento, para ir soltándose en público y presentar su obra con más fluidez. La primera presentación que tuvieron fue en la UNIVERSIDAD CATOLICA DE COLOMBIA y la segunda en la FUNDACION NIÑOS DE LOS ANDES, instituciones en las cuales tuvieron una gran acogida, se sintieron felices de conocer otras realidades y se compartieron, aprendieron y se unieron más como grupo.

Discusión

Los círculos de la palabra fortalecen el buen vivir y la comunicación inclusiva, ambos son factores importantes en su desarrollo, sin embargo no es tan sencillo; los y las adolescentes se encuentran permeados por los medios de comunicación que los absorbe, tan solo quieren seguir sus patrones permeados por su contexto, al momento que encuentran el sentido al círculo y logran conectarse con él, entienden el valor de encontrarse con ellas mismas y reconocer a la otra como una persona con historia que se escuchan con respeto y apreciación. Este es un proceso largo inicialmente de reconocimiento de aquellas creencias que son irracionales, ignorantes o traiciónales y además no pasan por la crítica sino que son fácilmente recibidas.

Es importante como se mencionó anteriormente la conexión con las personas que participan en el círculo, es importante porque así es como se logra compenetrar en las profundidades y vernos todos como seres humanos que estamos contagiados de constructos antepasados y sin embargo somos la esperanza al cambio.

Una vez el o la estudiante se encuentra conectada con el tema se fortalecen las habilidades en liderazgo se inicia un proceso llamado fortalecimiento que en psicología comunitaria es bastante conocido porque brinda la movilidad, la autogestión y participación, permite que la persona se logre desenvolver autónomamente ya que comprende que tiene el poder sobre su vida y responsabilidad por su entorno.

Este trabajo se encuentro enfocado mayormente en mujeres, es importante que las mujeres reconozcan su poder, como seres con valores, con voz y voto y con el poder de la participación en todos los ámbitos, sin embargo el hombre en vista de tantos cambios al igual requiere de atención, requiere un cambio sustancial en vista a la dualidad que genera división y los estereotipos que al igual han propiciado que se comporten de determinada manera o que se rechacen o juzguen por actuar de una manera nueva y diferente; y así conseguir una verdadera equidad de género.

Conclusión

Hasta el momento se ha observado la apropiación del buen vivir; el reconocimiento del amor propio, las creencias sobre el rol de género; la generación de confianza que permiten construcción de comunidad y expresión genuina, son algunas de las categorías emergentes que suscitó este proceso de creación participativa.

El grupo de teatro ha tenido un cambio notorio respecto a sus creencias frente a la diversidad sexual y la aceptación de las diferencias, se han consolidado algunos líderes y percepciones de vidas diferentes entre ellos mismos.

Referencias

Alvarado, L., y García, M. (2008). Características más relevantes del paradigma socio-crítico: su aplicación en investigaciones de educación ambiental y de enseñanza de las ciencias realizadas en el Doctorado de Educación del Instituto Pedagógico de Caracas. Sapiens. Revista Universitaria de Investigación, 9(2), 187-202.

Boff, L. (2009). ¿Vivir mejor o el Buen Vivir? Revista Fusión. Abril. Available at: https://www. revistafusion. com/20090403817/Firmas/Leonardo-Boff/ivivir-mejor-o-el-buen-vivir. htm (accessed on May 5, 2012).

De Barbieri, T. (1996). Certezas y malos entendidos sobre la categoría de género. Laura Guzmán Stein y Gilda Pacheco O.(compiladoras) Estudios básicos de Derechos Humanos, 4, 49-83.

Díaz-Aguado Jalón, M. J. (2009). Prevenir la violencia de género desde la escuela. Revista de estudios de juventud, (86), 31-46.

Furtado, V. (2013). Lenguaje inclusivo como política lingüística de género. Revista Digital de Políticas Lingüísticas (RDPL), (5).

González Gavaldón, B. (1999). Los estereotipos como factor de socialización en el género. Comunicar, (12).

Jean Shinoda Bolen (2004). “El millonésimo circulo” como transformarnos a nosotras mismas y al mundo. Guía esencial para los círculos de mujeres. Editorial Kairos.

Jelin, E. (2011). Subjetividad y esfera pública: el género y los sentidos de familia en las memorias de la represión/Subjectivity and the public sphere: the place of gender and family in memories of repression. Política y sociedad, 48(3), 555.

Molina, A. (2017). Experiencias menstruales en círculos de mujeres de córdoba, en la actualidad: apuntes para el debate. Cuadernos del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano–Series Especiales, 4(1).

Montero, M. (1984). La psicología comunitaria: orígenes, principios y fundamentos teóricos. Revista latinoamericana de psicología, 16(3).