Nuestra comunidad javeriana ha perdido a una de sus investigadoras, la médica especializada en Genética Médica y en Bioética e investigadora de la Universidad Javeriana Cali, Paula Margarita Hurtado.
Sus investigaciones se centraron en buscar cada vez mejores herramientas para la detección y el tratamiento de anomalías congénitas. Aportó su conocimiento a la vigilancia epidemiológica de defectos congénitos y propuso vías para detectarlos tempranamente.
Nunca dejó de promover la importancia de trabajar en campañas de promoción del consumo de ácido fólico en mujeres en edad reproductiva, por ayudar a prevenir malformaciones, así como la necesidad de contar con equipos sofisticados para ecografías más precisas.
A continuación, Pesquisa Javeriana recuerda uno de los artículos que escribió en su edición 30 sobre el trabajo de la científica caleña.
Ecografía y vitamina del complejo B para prevenir anomalías congénitas
Tan simple como saber que el ácido fólico —una vitamina del complejo B— reduce la posibilidad de anomalías congénitas durante las primeras semanas del embarazo, es que el sistema de salud en Colombia tiene la posibilidad de cambiar la historia de ese 2 % de nacimientos en los que se presentan malformaciones.
Todo es cuestión de promover el consumo de la vitamina en las mujeres en edad reproductiva, es decir, prevenir los casos, y de hacer seguimiento a los nacimientos con malformaciones, esto es, devolverse en el tiempo hasta el momento en que a las madres les tomaron una ecografía. Algo tan corriente puede convertirse en la clave para determinar frecuencia y antecedentes de patologías como espina bífida, cardiopatías, hidrocefalias o casos de labio leporino y paladar hendido.
Si se prepara mejor al personal encargado de tomar y valorar las ecografías obstétricas, podría elevarse la tasa de detección de anomalías y, de esta forma, preparar también a los padres y al personal médico para saber cómo actuar, procurando a la vez una mejor calidad de vida para el nuevo ser que llega al mundo con discapacidades. Incluso, se podría intervenir quirúrgicamente al feto en el propio útero de la madre, para corregir algunas de estas patologías que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pueden tener un origen genético —defectos de nacimiento—, infeccioso —cuando la madre ha sufrido enfermedades como la sífilis o la rubeola durante el embarazo—, o ambiental —cuando ha estado expuesta a pesticidas o fármacos—, entre otros.
Esto se desprende de la investigación desarrollada en diez hospitales de tercer nivel de Bogotá y dos de Cali, en donde se realiza vigilancia epidemiológica de defectos congénitos. Se analizaron 76.155 nacimientos con base en la metodología del Estudio Colaborativo Latinoamericano de Malformaciones Congénitas (ECLAMC).
Hacia una política pública
La médica especializada en Genética Médica y en Bioética e investigadora de la Universidad Javeriana Cali, Paula Margarita Hurtado, explica que en Bogotá este sistema de vigilancia epidemiológica, instaurado desde el año 2000, ya fue elevado a la categoría de política pública y hoy se cuenta con mejores herramientas para la detección y el tratamiento de anomalías congénitas. En Cali comenzó a aplicarse en 2010. “La reducción de la mortalidad infantil y materna figura entre los objetivos del milenio y, en el caso de Colombia, de acuerdo con el DANE, los defectos congénitos están entre las principales causas de muerte. De allí la importancia de establecer un eficiente sistema de vigilancia, pues no es un problema que se trata como si fuera una infección”, puntualiza.
Un adecuado diagnóstico contribuye a encontrar los casos y a establecer posibles factores de riesgo, gracias a los cruces de información que pueden hacerse si hay seguimiento y sistematización. En el caso de Cali, los 365 días del año el Grupo de Investigación en Ciencias Básicas y Clínicas de la Salud registra y revisa la información sobre nacimientos con malformaciones en las clínicas Versalles y Comfenalco. En Bogotá, la Secretaría de Salud, en conjunto con la Pontificia Universidad Javeriana, asumió el programa de vigilancia y lo aplica en todos los hospitales de la ciudad.
Como resultado, el estudio adelantado en los hospitales de Bogotá y Cali arrojó un índice de detección de anomalías congénitas del 31,45 %, catalogado como bajo por los investigadores si se tiene en cuenta que, en un estudio desarrollado en 18 centros asistenciales de América Latina, este mismo índice fue del 56,3 %.
“La baja tasa de detección evidencia la necesidad de mejorar la calidad de la ecografía para tener mayor sensibilidad, para un diagnóstico prenatal adecuado que contribuya a la disminución de la morbimortalidad y que permita realizar una mejor atención del recién nacido con malformaciones”, señala una de las conclusiones del estudio.
La vitamina que reduce riesgos
Durante el Primer Encuentro Nacional de Integración y Promoción sobre el Ácido Fólico realizado en 2014, en la sede de la Universidad Javeriana de Cali, los investigadores Hurtado e Ignacio Zarante, junto con la pediatra costarricense Adriana Benavides, mostraron la importancia de trabajar en campañas de promoción del consumo de ácido fólico en mujeres en edad reproductiva.
En el encuentro se utilizó la metáfora de la flor diente de león que se deshace con solo soplarla, para ilustrar la fragilidad del ser humano en las primeras cuatro semanas de gestación, cuando se forman el cerebro y la columna vertebral. “Una tableta de ácido fólico ayuda a prevenir varias malformaciones y, especialmente, hasta un 70 % de defectos graves del cerebro y la espalda”, se lee en uno de los afiches que se distribuyeron en distintos centros asistenciales de la capital del Valle del Cauca, como parte de la campaña de concientización que iniciaron el Grupo de Investigación y la Secretaría de Salud de Cali.
Hurtado precisó que alimentos como el arroz, el azúcar y la harina pueden haber sido fortificados con ácido fólico, información que es importante que conozcan las mujeres en etapa preconcepcional.
Siempre es mejor prevenir
Para los investigadores son necesarias también la capacitación y la modernización de los equipos con los que se realizan las ecografías. “Se deben generar protocolos de vigilancia que certifiquen la calidad de la ecografía, teniendo en cuenta que hay que usar un equipo de alta tecnología, contar con tiempo suficiente que permita la exploración completa del feto y tener profesionales entrenados para la realización de dicho examen, con el fin de obtener estándares que permitan mejorar la tasa de detección”, recomienda el estudio. También propone ofrecer orientación a la familia para controlar los factores de riesgo y, en caso de diagnosticar una anomalía, procurar que la atención del parto sea en un nivel de alta complejidad
Problemas asociados a síndromes cromosómicos, como los de Patau, Turner y Down, presentaron una alta tasa de detección por medio de las ecografías analizadas por los investigadores en las dos ciudades colombianas. No sucedió lo mismo con anomalías en las extremidades (sindactilias, polidactilias y amputación de miembros). “El pronóstico de un paciente cambia si se interviene bien y por eso es importante contar con la información necesaria que ayude a disminuir la discapacidad”, señala Hurtado.
Para saber más:»
- García, M; Gracia, G; Hurtado, P. M. & Zarante, I. (2014). “Detección ecográfica de anomalías congénitas en 76.155 nacimientos en Bogotá y Cali, 2011-2012”. Biomédica 34: 279-386. DOI: https://dx.doi.org/10.7705/biomedica.v34i3.2259.
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2014). “Anomalías congénitas”. Disponible en: https://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs370/es/. Recuperado en: 14/10/2014.
1 comentario
Pingback: Divulgación científica – PERIODISMO Y MEMORIA