Hace algunos años decidimos dedicarnos al estudio de los lepidópteros nocturnos o polillas. Desde entonces, cada vez que se nos pregunta qué estudiamos, es rutinario que nuestra respuesta termine en un discurso en defensa de las polillas. Y es que de estas se dicen muchas cosas, la mayoría negativas, pero todas sin razón o base científica alguna.
¿Quién no lo ha escuchado algo como que las polillas son de colores opacos, desprenden un polvo cegador, se comen nuestra ropa y pueden influenciar nuestra suerte o ser mal presagio?, afortunadamente, a medida que avanzábamos en la carrera de Biología, nuestro interés fue creciendo, y sin darnos cuenta, entre salidas de campo, visitas a colecciones biológicas, y junto al acompañamiento de investigadores colombianos como Ángela Amarillo y Giovanny Fagua, quedamos totalmente enamoradas de estos increíbles insectos.
Pese a que las polillas se encuentran entre los organismos más diversos y exitosos del planeta, mucha gente no las distingue correctamente; tampoco las reconocen como fundamentales para el mantenimiento de los ecosistemas que habitan.
Las polillas no solo exhiben una diversidad inmensa de formas, tamaños y colores; sino que además realizan una serie de funciones ecológicas claves en la regulación de los servicios ecosistémicos. Por ejemplo, son grandes polinizadores nocturnos y el componente principal en la dieta de numerosas poblaciones de aves, murciélagos y parasitoides. Adicionalmente, muchas especies tienen importancia cultural, como aquellas que nos brindan la seda; importancia médica por las larvas urticantes; importancia agrícola por las especies consideradas plagas, e incluso, importancia forense debido a aquellas que consumen pelo o plumas.
En Colombia se estima que hay 19.000 polillas y poco más de 4.000 mariposas; cifras que ubican al país como el segundo con mayor diversidad de lepidofauna. A pesar de esto, el estudio taxonómico de nuestras polillas es incipiente. La mayoría de las polillas colombianas no han sido descritas, y las que sí se conocen no cuentan con información básica sobre su historia natural; esto dificulta la realización de estudios, estimaciones de diversidad y endemicidad, así como el desarrollo de planes de conservación. Ante la acelerada pérdida de hábitats que sufren los ecosistemas colombianos, espectamos la extinción de especies que aún desconocemos.
Teniendo en cuenta esto, aspiramos a promover a través de una estrategia didáctica el reconocimiento de Colombia como país megadiverso en polillas. En un trabajo colaborativo entre lepidopterólogos colombianos y extranjeros, como Yenny Correa, Julián Álzate y Ryan St Laurent, realizamos una miniserie de posters divulgativos de polillas endémicas y nativas. Estos muestran las familias más populares que encontramos en el territorio, que comprenden más de 150 especies endémicas.
Con esta iniciativa buscamos que cada vez más colombianos puedan identificar las polillas por su morfología, nombres científicos y sepan en qué regiones se encuentran para que se interesen por su conservación.
Esperamos incentivar y apasionar a las generaciones actuales y venideras en el estudio de estos organismos valiosos pero muy poco conocidos, para que a futuro Colombia sea un país posicionado científicamente en el campo de la entomología y de la conservación de su territorio.
Liliana Prada Lara es bióloga de la Pontificia Universidad Javeriana, ha sido integrante de los semilleros de Investigación ENTOMOCENO de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales y de SEIRPA de la Facultad de Ciencias. Actualmente trabaja con la familia de polillas Notodontidae y se encuentra culminando un Diplomado en Entomología Forense*.
Andrea C. Jiménez Bolívar es estudiante de Biología de la Universidad del Atlántico, integrante del grupo de investigación Biodiversidad del Caribe Colombiano. Trabaja con polillas de la familia Saturniidae, y es creadora de la iniciativa de divulgación científica @mothsofcolombia, que busca sensibilizar y bioalfabetizar a la comunidad sobre el gran valor y diversidad de las polillas colombianas*.
1 comentario
Considero que la investigación sobre las polillas presentes en el territorio colombiano es muy importante y necesaria, especialmente por su función polinizadora y cómo eslabón en la cadena alimenticia de sus depredadores naturales. Felicitaciones a las investigadoras de la Universidad Javeriana. Muchos éxitos en su trabajo científico y académico en beneficio del equilibrio ambiental.