Las acciones de Pablo Escobar, líder del Cartel de Medellín, siguen causando estragos en Colombia. Los hipopótamos, que ordenó traer desde África por complacer su deseo de tener a esta exótica especie en su zoológico privado en Puerto Triunfo, en el Magdalena Medio, amenazan la biodiversidad de la región.
A finales de los años 80, después de haber traído a un hipopótamo macho y tres hembras, el crecimiento de esta especie ha sido exponencial en el territorio colombiano. Al día de hoy la población ya completa 140 individuos vivos que se siguen reproduciendo sin control y hasta caminando por las calles de los municipios cercanos a donde habitan comprometiendo no solo el ecosistema, sino también la vida de los habitantes.
Expertos aseguran que, de no atenderse prontamente esta situación, podría desatar daños irremediables. Pero ¿por qué los hipopótamos son negativos para los ecosistemas colombianos?, ¿cuáles son las repercusiones para la sociedad?
Por demás, estas no son las únicas especies que tienen el poder de afectar un territorio y a su población; todas las llamadas especies invasoras lo hacen, entonces, ¿qué hacer para atacar esta problemática?
La segunda edición del Café Pesquisa, un evento organizado por Pesquisa Javeriana, reunió a tres expertos para hablar de especies invasoras: Germán Jiménez, profesor asistente de la Facultad de Ciencias del Departamento de Biología; Sebastián Restrepo, profesor de la Facultad de Estudios Ambientales y rurales ambos de la Pontificia Universidad Javeriana; y Jorge Moreno, becario doctoral de MinCiencias y candidato al doctorado en Ciencias del Mar de la Universidad del Norte.
En Colombia hay especies invasoras como el retamo espinoso, el pez león, incluso los perros y los gatos, especies que, en inicio, fueron introducidas en una determinada zona del país y con el tiempo dieron lugar a una invasión.
¿Cuál es la distinción entre una especie introducida y una invasora? Al respecto, Germán Jiménez explica que se habla de una especie introducida (animal o planta) cuando es traída desde otra parte del mundo y es puesta en un lugar en el que no es nativa.
“Lo que pasa es que si logran sobrevivir en ese territorio que es nuevo para ellas, se van naturalizando a tal punto que se empiezan a extender por el territorio, aumentando de forma rápida en muy poco tiempo. Ahí el control se hace mucho más complicado en términos de localizar y contener a estos individuos que empiezan a sobrevivir consumiendo recursos que le pertenecen a otras especies”, dice el investigador.
Ahora bien, según señala Sebastián Restrepo, “una especie introducida puede volverse especie invasora en la medida en que tenga efectos negativos sobre otras especies o sobre nosotros como sociedad”. Restrepo explica que el 10 % de especies introducidas pueden convertirse en invasoras y de esas, su 10 % puede volverse un problema para la sociedad.
Y en el caso de los hipopótamos, las bondades del ecosistema en el que fueron introducidas les permite conservar ventajas para continuar con su reproducción y así aumentar su impacto: “En Colombia no tienen la sequía que suelen tener en territorios de donde provienen, como en África; no tienen depredadores grandes y hay muchos terrenos con pastos para ganado que les sirven de alimento perfecto. Así, no hay mortalidad temprana, no se retrasa el periodo de celo, ni la madurez sexual y el contexto maximizan la reproducción de estos animales”, dice el biólogo y paleontólogo Jorge W. Moreno-Bernal.
¿Qué hacer con esta problemática? Se ha hablado de la eutanasia responsable, caza, hacer un santuario, ¿cuál es la opción más respaldada por la ciencia?; y, además, ¿qué otras especies invasoras hay en Colombia?, ¿funcionan las mismas medidas para todas?, ¿los gatos, los perros y los búfalos pueden ser consideradas especies invasoras?, ¿usted está conviviendo con una especie invasora? Para conocer estas respuestas dele play al siguiente video: